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52

La educación ambiental en las aulas de hoy

Buenos Aires
Concientizar sobre el medio ambiente y la interconexión entre las actividades humanas y el mundo natural es esencial para el futuro del planeta. Los docentes de cualquier materia ya integran estos temas en sus clases.

Se habla mucho sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS), pero pocas personas entienden lo que realmente significa. Aunque no se debe exagerar su importancia, sí se debe reafirmar la necesidad actual de llevar este tipo de educación a las aulas.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el desarrollo sostenible se refiere a “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. La educación desempeña un papel crucial en el logro de este objetivo al fomentar conocimientos, habilidades, valores y actitudes que promueven prácticas sostenibles y aborden los desafíos globales. El desarrollo sostenible requiere cooperación y colaboración entre países y culturas. En consecuencia, se debe promover en todas partes una educación que promueva la ciudadanía global, fomente la comprensión, la empatía y el sentido de responsabilidad hacia el bienestar de todo el planeta.

Este tema no es un tópico moderno. Las Naciones Unidas ya se propusieron integrar principios y prácticas sostenibles en la educación en su Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014) y continuaron esforzándose por ampliarlo a través del Programa de Acción Mundial en 2014. Sin embargo, es en estos días cuando, de muchas maneras, emerge como un tema común.

La EDS se considera un término general que abarca tres esferas: la económica, la ambiental y la social. Cada uno de ellos es singularmente importante. Sin embargo, los tres están intrínsecamente entrelazados si queremos alcanzar la Agenda de las Naciones Unidas para el año 2030 y, es más, no olvidemos que hay un objetivo que exige explícitamente la EDS en las aulas para poder alcanzarse. El Objetivo número 4, en su meta 4.7, insta a todos los educadores a tomar medidas al afirmar que para el año 2030 existe la obligación de “garantizar que todos los estudiantes adquieran los conocimientos y habilidades necesarios para promover el desarrollo sostenible, incluso, entre otras cosas, a través de la educación para el desarrollo sostenible y estilos de vida sostenibles, derechos humanos, igualdad de género, promoción de una cultura de paz y no violencia, ciudadanía global y apreciación de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”.

La EDS debe entenderse como una parte integral de la Educación de Calidad. No hay duda entonces de que, si así fuera, los educadores tienen un papel importante que desempeñar en todas las instituciones educativas sin importar el nivel y son responsables de incluir esto en sus planes de estudio de alguna manera.

En mi opinión, el ámbito más importante en el que deben trabajar los educadores de EDS es la Educación Ambiental. Como se mencionó anteriormente, las tres esferas están interconectadas; sin embargo, trabajar primero en el ámbito económico puede conducir a un consumo excesivo irresponsable y eso afectaría en mayor medida a nuestro medio ambiente.

No se puede negar que la educación contribuye al desarrollo de una fuerza laboral calificada capaz de impulsar un crecimiento económico sostenible. Fomenta el espíritu empresarial y la innovación en industrias verdes, lo que conduce a la creación de empleo y la estabilidad económica. Sin embargo, las consecuencias de trabajar únicamente en el aspecto económico pueden no ser las deseables para el planeta.

Por otro lado, trabajar únicamente en el aspecto social tampoco es suficiente, ya que los seres humanos dependen del entorno para la mayoría de sus acciones diarias. El medio ambiente brinda a las personas oportunidades para adquirir habilidades, mejorar sus medios de vida y escapar del ciclo de la pobreza. El desarrollo sostenible tiene como objetivo reducir la pobreza de una manera que preserve el medio ambiente y promueva la equidad social. Por lo tanto, la Educación Ambiental debe ser el puntapié inicial de esta educación para el desarrollo sostenible que nuestro mundo tanto necesita.

Los gobiernos, las organizaciones, las comunidades e incluso los individuos deben unirse con un solo objetivo en mente. Todos tenemos un papel que desempeñar en la protección y conservación del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras. Sin embargo, ¿por qué el medio ambiente necesita tanta protección?

Lo cierto es que después de tantos años de crecimiento poblacional exponencial el planeta en estos días está sufriendo las consecuencias. Debido a las agotadoras actividades humanas, a la continua emisión de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles, a la incesante deforestación y a los procesos industriales, hoy se están produciendo varios problemas importantes: el clima de la Tierra está cambiando, la Tierra está experimentando una importante pérdida de biodiversidad con numerosas especies se extinguen a un ritmo alarmante, hay un uso insostenible de la tierra y una sobreexplotación total de los recursos y hay una gran contaminación que se extiende ampliamente. Desgraciadamente, parece que no hay vuelta atrás, ¿o sí la hay?

Por sorprendente que parezca, el papel de los docentes es esencial para encontrar soluciones a todos estos temas tan graves. Al impartir Educación Ambiental en las aulas, promoverán la conciencia ambiental desde etapas muy tempranas y alentarán y movilizarán a individuos y comunidades para tomar acciones que conduzcan a un futuro más sostenible.

Otros beneficios importantes de la Educación Ambiental en las aulas son la promoción del concepto de desarrollo sostenible, las oportunidades que brinda para proyectos interdisciplinarios y el fomento de la Ciudadanía Global al conectar con perspectivas locales, nacionales y mundiales sobre un mismo tema.

Entonces, ¿en qué consiste la Educación Ambiental? Radica en aumentar la comprensión y la conciencia de las personas sobre el medio ambiente y la interconexión entre las actividades humanas y el mundo natural. Abarca una amplia gama de prácticas y métodos educativos que tienen como objetivo fomentar un sentido de responsabilidad, conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para que las personas contribuyan a la conservación del medio ambiente.

La Educación Ambiental involucra a personas de todas las edades y orígenes en la promoción del pensamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas para ayudar a encontrar una solución a estos problemas actuales. También implica experiencias prácticas y desarrolla un sentido de responsabilidad hacia el entorno natural, fomentando una conexión entre las personas y la naturaleza y fomentando de esta manera comportamientos sostenibles en su vida diaria.

Al incluir la Educación Ambiental en el aula, los maestros proveen a los estudiantes de las herramientas necesarias para convertirse en participantes activos y alfabetizados ambientalmente en la creación de su propio futuro, los capacitan para tomar decisiones informadas, emprender acciones responsables y convertirse en defensores de la conservación y la sostenibilidad del medio ambiente. Otros beneficios importantes de la Educación Ambiental en las aulas son la promoción del concepto de desarrollo sostenible, las oportunidades que brinda para proyectos interdisciplinarios y el fomento de la Ciudadanía Global al conectar con perspectivas locales, nacionales y mundiales sobre un mismo tema.

¿Cómo puede encajar lo antedicho en las aulas a través de una mera clase de idioma? En primer lugar, hace falta recordar que los profesores no sólo enseñan una lengua, sino que enseñan a seres humanos, y éstos necesitan ser conscientes de las circunstancias que les rodean.

Los educadores de hoy deben contribuir a abrir los ojos de sus alumnos para ver lo que les espera, no de manera sombría sino motivadora y alentadora, para que los estudiantes se sientan positivos hacia el futuro y formen parte de las soluciones.

Muchas son las formas en que esto se puede hacer, como por ejemplo, a través de incluir lecturas que tratan temas ambientales en las clases de idiomas. A Long Walk to Water, de Parker, es un excelente ejemplo que trata la historia de una niña africana que camina largas distancias todas las mañanas en busca de agua; otra opción son las salidas al campo que ponen a los estudiantes en contacto con la naturaleza y los motivan a actuar por ella; también el uso de infografías sobre temas ambientales que muestran soluciones a problemas mundiales; o los ejercicios de escritura de biografías de personas relacionadas con el medio ambiente, como Greta Thunberg o Jane Goodall; escuchar charlas con expertos en el área, ya sea en videoconferencias o presenciales y mirar películas como The Lorax o los documentales como Una verdad incómoda, de Al Gore son modos de insipirar a los estudiantes a actuar positivamente y concientizarlos sobre temas serios e involucrarlos en prácticas sostenibles, como el reciclaje o el compostaje.

Es destacable el resultado de una metodología de aprendizaje basado en proyectos, a través de la cual los estudiantes conectan claramente las perspectivas sociales, económicas y ambientales de un tema y la tele-colaboración, que involucra aulas que trabajan juntas a través de fronteras geográficas y culturales utilizando tecnologías de comunicación digital.

Los proyectos de tele-colaboración ofrecen una experiencia de aprendizaje inclusiva, enriquecedora y transformadora que forma a los estudiantes con las habilidades y la mentalidad necesarias para prosperar en nuestro mundo interconectado. Permiten a las personas convertirse en ciudadanos globales responsables, fomentando un sentido de solidaridad y cooperación a través de las fronteras.

Si bien las posibilidades de llevar la Educación Ambiental a las aulas parecen infinitas el gran inconveniente a tener en cuenta es que los educadores, en general, no tienen conocimientos previos sobre el tema debido a que no se imparte en ninguna Escuela Normal. En consecuencia, los profesores necesitan educarse a sí mismos y es obligatorio que lo hagan. Hay varias formas de hacerlo, ya sea viendo videos o leyendo sobre los temas por su cuenta o pueden tener acceso a charlas, webinars o clases de expertos. Es bien sabido que un educador debe ser un aprendiz constante para familiarizarse con las nuevas tendencias, las nuevas pedagogías que la educación necesita.

Para concluir, hay que tener presente una idea de que cada pasito cuenta. Pequeñas acciones multiplicadas por mucha gente marcarán la gran diferencia que el mundo necesita. Los educadores desempeñan un papel crucial para lograr esto al tener la posibilidad de formar personas con un nuevo conjunto de valores hacia la naturaleza, de hacer que los estudiantes participen activamente en la creación de una sociedad más sostenible y ambientalmente consciente y al crear una nueva generación de verdaderos agentes de cambio.

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