Edición
05

Espacios transitables en la obra de Andrés Labaké

De lo que anuda en la creación de un artista con su obra y con los otros
Miami
Una fuerte conexión con la Tierra sensible y su correlato abstracto, hace que conversar con Andrés Labake, resulte un viaje de profunda dimensión humana. Sus conceptos se anticipan a sus territorios en la tela, permitiendo internarse en urbanos aéreos, marinas oxidocres y campos, que en su carácter de estructuras simbólicas, alojan diversos modos de pensar la existencia, e invitan tanto a hablar como a dejarse llevar por efectos espaciales y volumétricos, en superficies texturadas. Una obra que es efecto de un decir.

Andrés Labaké es un destacado artista plástico argentino nacido en la provincia de San Juan que actualmente se desempeña como Director del Fondo Nacional de las Artes en su país.

…uno es la obra, pero a la vez ésta se independiza y te vuelve como una interrogación, no sólo desde lo plástico, sino como una nueva representación de los temas que a vos se te jugaron al hacerla.

Su obra que se despliega tanto en pinturas, esculturas y relieves, como en cajas, objetos, fotografías e instalaciones, puede apreciarse en muestras colectivas o individuales y en las principales ferias internacionales de arte contemporáneo. Su producción transita por ciudades como Nueva York, San Francisco, Chicago, Miami, Toronto, Berlín, Londres, Zurich, Roma, Madrid, Caracas, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Juan y otras ciudades argentinas. Además de haber recibido importantes premios, ha participado como jurado en salones nacionales y organizó como curador varias muestras colectivas de otros artistas. Más de cien coleccionistas institucionales y particulares de su país y del exterior cuentan con alguna obra de este fecundo artesano. Arquitectura, fotografía, filosofía, arte, semiología y psicoanálisis, se entraman en este artista de nuestra época, comprometido con la historia de su país. Mencionar algunos títulos de sus exposiciones individuales como «Pinturas al margen», «Cómo están de ausentes», «Huellas», «Territorios conceptuales», «La Precariedad de Nuestras Construcciones I-II y III» y «Algo en ella más que ella», la exhibición que actualmente presenta la galería Praxis de Miami, permiten vislumbrar una poética que otorga vuelo a esta entrevista.

Letra Urbana: Tu obra me ha sugerido y promovido algunas preguntas
A.L: A mi también.

Andres Labaké: ¿Será que suspende la respuesta?
A.L: Si, quizás ni siquiera la busca, basta con formularse la pregunta.

LU: Me ha parecido que tu arte deja entre paréntesis la significación, llama a internarse y transitar.
A.L: Puede ser, aunque con la necesidad de significar, sin proponérselo.

LU: ¿Te sucede eso con tu propia obra….ella también interroga a su propio artesano?
A.L: Si, uno es la obra, pero a la vez ésta se independiza y te vuelve como una interrogación, no sólo desde lo plástico, sino como una nueva representación de los temas que a vos se te jugaron al hacerla.

Andres Labake 01

LU: Algo de uno en otra parte, afuera, vuelve algo nuevo…que bello.
A.L: Ese algo, que siempre está más allá de uno, está presente también en éstas, y a su vez las obras tienen para el otro que las observa, algo más que la imagen misma que está observando.

LU: ¿Cómo un rasgo personal, lo que se interpreta de lo visto?
A.L: Puede ser, siempre hay algo personal, uno labura desde ahí aunque intente zafar.

LU: En muchas de tus producciones, ya sea como pintura o como objeto, aparece una herida cocida. Me preguntaba por ese motivo tan sugerente.
A.L: Bueno la herida, yo la vengo trabajando desde hace bastante, con diferentes significaciones personales, sociales…

LU: En la muestra-instalación llamada «La precariedad de nuestras construcciones», hay obras blancas y un lugar por donde el visitante camina…
A.L: En esa muestra, uno veía obras que eran cajas con situaciones creadas con objetos, pero para verlas a su vez tenía que ser parte de otra obra que era la instalación, y recorrer la herida, caminar alrededor de ella.

LU: Es como una oferta de vivir una experiencia en ese espacio caminable. ¿Qué significaciones le otorgas a esa herida?
A.L: Podemos encontrar un correlato desde lo social, con la recorrida que hacían las madres de plaza de mayo al rededor de «su», nuestra herida. Desde lo personal, creo que las heridas también son parte de lo que nos constituye, hay heridas constitutivas originarias.

LU: ¡Claro! esos recorridos y esas vueltas hacen una marca.
A.L: Si, todos nuestros recorridos son marcas, textos, huellas.

LU: Como artista dejas una marca social, al leer de cierto modo esas marcas. ¿Qué te retorna de tu obra en ese sentido?
A.L: Es posible, creo que uno navega, a veces a la deriva, sintiendo, sufriendo, disfrutando y creando, pero tratando de crear significaciones y sensaciones. Uno trabaja básicamente desde las sensaciones, pero con un lenguaje al fin y al cabo. Uno da vueltas y vueltas sobre temas que le producen sismos de todo tipo, y en la obra lo transmite.

LU: ¿Cada serie esta transitada por un mismo sismo, o lo hay en cada cuadro?
A.L: No, creo que hay una trama, y los temas y las sensaciones van entrecruzándose en las diferentes obras y series, aunque el tratamiento plástico a veces difiera.

LU: En tu Muestra actual en Praxis Miami, «Algo en ella mas que ella», hay tres cuadros en los que aparece un personaje…
A.L: Sí, en muchas obras mías aparece un personaje, pequeño en algún gran espacio.

..muchas veces, el observador apurado busca rápidamente un supuesto sentido ya dado, sin entrar realmente en la sensación que debiera producirle conectarse con la obra según su propia manera de abordar la existencia.

LU: ¿Puedes contarme algo de esos cuadros?
A.L: En series anteriores a las que mencionas, el personaje aparecía en grandes espacios abiertos, en una relación con la tierra específicamente y existencialmente. En los expuestos actualmente, los espacios son interiores, creados a su vez, obviamente por el hombre. Y creo que lo que ando buscando en esta serie son situaciones más intimistas, sensaciones más personales a su vez, sensaciones de concepto, como diría Deleuze.
En una, hay un chico en el interior de una gran pileta vacía, como a la espera y observando al observador, quizás haya surgido de algún bloque de memoria personal infantil. No hay angustia, hay una sensación de pequeñez y de asumirla.

LU: ¿Es el que está en medio de las reglas, los sistemas, los marcos, las producciones simbólicas?
A.L: Ese es otro, es un gimnasio vacío, y nuevamente el personaje pequeño en el medio.

En ese de las reglas, me interesaba la sensación del sujeto, en medio de todas esas diferentes marcas y reglas de «juego», todas encimadas y a la vez «vacías «, o vacías de significado. Para mí es el estar desde el origen, ya no sólo atravesados por el lenguaje, sino por todas estas reglas específicas.

LU: Ese vaciado de significado que permite hacer diversas lecturas, es lo que aprecio de tu obra.
A.L: Gracias, está bueno que la obra, si bien es simbólica y figurativa sea abierta y permita esa diversidad de accesos.

LU: Es que no hay una significación explicita, queda algo abierto.
A.L: Sí, por suerte, ¿no? A su vez está bueno que la significación que damos la podamos ver como transitoria y a resignificar.

LU: En parte es también lo que dice Gilles Deleuze, a quien has mencionado: «el sentido se va produciendo».
A.L: Sí, creo que el sentido se va produciendo y es tan vital como el devenir mismo de la existencia.

LU: Por eso sigue la obra circulando por ahí! Dime, ya que la obra hace sus propios trayectos, ¿te des-prendes de ella o te vas con ella?
A.L: Me desprendo sólo materialmente, soy a su vez todas las obras que hago, creo que no me voy, las llevo conmigo aunque no las tenga.

LU: ¿Son para ti un lugar de amarre?
A.L: No sé, quizás el hacerlas, son una necesidad, para no volverme loco del todo.

Andres Labake 02

LU: Pienso que si haces algo con eso que enloquece, se va anudando la existencia.
A.L: Actuando sobre los síntomas mediante la producción y vehiculizando las sensaciones, las heridas y las marcas imborrables.

Sí, el hacer me conecta, pero a veces igual uno flaquea en los sentidos que le está dando a su propia existencia, y se plantea y replantea para qué hace lo que hace.

LU: Claro, es cierto. Será por eso que se dan sentidos nuevos cada vez….
A.L: A su vez pareciera haber en toda la producción un pretendido orden simbólico que a su vez es un conjunto diacrítico.

LU: Bueno, lo diacrítico es una concurrencia en otros planos, hay varios planos en tu obra.
A.L: Sí, entrecruzados.

LU: Me gusta y me impacta como una obra con un hilo conductor, y a la vez con cuadros que se disparan en una apariencia de escrituras chinas.
A.L: Sí, es una búsqueda intencional. Como yo vengo trabajando desde hace bastante con la idea de que toda producción humana es un texto, sobre la Tierra, me gusta llevar a que se lean las organizaciones urbanas como letras, trazos y textos.

L.U: Otro de tus cuadros es como un espiral de pájaros sobre una urbanización casi ocre, con una plaza central y en el medio una herida cocida. No recuerdo el nombre.
A.L: Esa se llama Huellas en Tierras Heridas.

L.U: Otras son como marinas oxido y ocres, y tienen un relieve de trazos que también parecen escritura de las organizaciones urbanas, es muy lindo eso.
A.L: Sí, me gusta ver todo como trazo, como impronta de un alguien.

L.U: Ese cuadro me ha impresionado…
A.L: ¿El de los pájaros?

«La precariedad de nuestras construcciones reales, las pasadas y las actuales, huellas, signos y vestigios como parte del relato que nos habla de sistemas simbólicos culturales en virtud de los cuales cada pueblo intenta sustentar su existencia. La precariedad también de nuestras construcciones de significado en el campo simbólico y en el imaginario, individual y colectivo, que nos aportan un posible marco de contención y respuestas donde asirnos a alguna pequeña y temporaria certeza. La precariedad de nuestras construcciones afectivas». (de La Precariedad de Nuestras Construcciones)

LU: El de los pájaros, y el de las reglas.
A.L: Bueno, el de los pájaros habla más de las heridas sociales, culturales, y los acechos. Las marcas sociales alrededor de la herida, nuevamente, y un supuesto estático orden, pero también habla de una relación muy cercana con la tierra y un sentir de devenir con ella.

LU: En tu exposición de Coral Gables, salvo dos obras que tienen títulos poéticos, las demás parecen nominadas con números romanos, y letras que identifican el lugar en la serie.
A.L: Por lo general trato de que el título no influya en el acercamiento a la obra. Son más para mí.

LU: Así no le das significacion y el que mira puede entrar de alguna manera. Eso dimensiona tu obra.
A.L: Es la intención, porque muchas veces, el observador apurado busca rápidamente un supuesto sentido ya dado, sin entrar realmente en la sensación que debiera producirle conectarse con la obra según su propia manera de abordar la existencia.

LU: Claro, lo sacas de los presupuestos…promueves un contacto con la obra.
A.L: Es que como la obra tiene una imagen específica y reconocible, es fácil caer en una primera lectura en presupuestos y ver sin ver.

LU: Y lo corres de ese lugar…
A..L: Aunque sé que seduzco a su vez con texturas y colores, me interesa más que conmueva desde algún lugar a que les parezca «bella».

LU: Un abrazo a la tierra
A.L: Otro.

Un comentario

  1. Tuve la suerte, hace un tiempo, de ver la obra de Andrés en praxis, pinturas y una intalación, pude por suerte comprar un original con la ayuda de la galería, no sé cuánto tiempo pasó desde ese acontecimiento pero muchos años después, en determinadas ocasiones, siento la tierra herida, el ocre que grita, y las «canoas» como sutura, y como mensaje de esperanza.es una alegría tener una obra de el en casa.

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