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02

PABLO CANO: El Principio Lo nuevo se produce por un acto de creación

Miami
La colección de marionetas construidas con objetos desechados, que Pablo Cano está exhibiendo en el MOCA de Miami, permite apreciar una destacada producción artística que se incorpora a la performance de un ballet. Pero además, El Principio quiebra algo que la cultura impone en nuestros días: el interés permanente por los objetos nuevos, que desplaza a los objetos viejos. El principio puede encontrarse a partir de lo que ya está dado. Lo nuevo entonces, no depende sino del valor de uso que es posible encontrarle cada vez, a lo que ya disponemos.

PABLO CANO

Pablo Cano [1] está llevando a cabo su octava exhibición anual en el Museo de Arte Contemporáneo de Miami, El Principio (The Beginning).

Una colección de cien marionetas genialmente construidas a partir de objetos desechados, también cobran vida en un espectáculo de ballet que forma parte de la muestra. La audiencia es transportada desde la era Jurasica hacia el futuro en el intento de encontrar respuesta a la ancestral pregunta acerca del origen del hombre.

El encuentro con Pablo Cano fue la ocasión de conversar no solo sobre las cuestiones esenciales del ser humano, sino también sobre la vida contemporánea, a partir de su producción artística.

LU: ¿Cómo describiría Ud. mismo la muestra actual que se esta exhibiendo en el Moca, El Principio (The Beginning)?
Esta obra fue inspirada por mi hermana, ella tuvo un accidente muy trágico hace dos años y tuvo que recomenzar su vida completamente de nuevo. Se ha recuperado al cien por ciento y eso fue lo que me inspiro para la obra. Es un cuento de nuevo comienzo, el origen del universo y también acerca del futuro.

LU: Esto que Ud. dice me evoca la cuestión de que cuando hubo que traducir, el titulo de su exhibición para la cartelera de Letra Urbana, dudamos en llamarlo el Principio o la Creación…
También sería apropiado. De hecho hay una obra de los años 20, «La creación del mundo», de Fernand Leger, que ha sido una fuerte inspiración para mi. Yo hice una versión de lo que él creó.

LU: Podríamos decir que El Diluvio es una de las ideas principales de la obra. ¿Por qué se centró en ello?
Hay varios cuentos de la Biblia que quería reconstruir. Había cien marionetas que crear y yo quería hacer todos los animales.

A veces surgen personajes como la princesa de La Habana que está toda creada con letreros encontrados en Miami. Me encanta hacer un cross cultural a través de esos elementos.

LU: ¿Cómo define Ud. su arte? ¿Qué influencias reconoce que ha tenido?
Sin duda es performing art, constructivismo, con mucha influencia del movimiento Surrealista y el Dadaista. El Dadismo me encanta porque ellos se inspiraron mucho con la obra de los niños y la inocencia de sus dibujos. Todo eso me interesaba muchísimo.

LU: Sus marionetas, además, son encarnadas por un actor en un espectáculo. ¿Es esa una manera de privilegiar el movimiento sobre el color, la forma, espacio, la luz…?
Eso es muy importante. Estoy trabajando para ello con una coreógrafa excelente, Katherine Kramer, toda la coreografía fue de ella. Ha sido una colaboración magnifica su coordinación de los bailarines y músicos. Esta es la tercera obra que realizo con ella.

Esa es la parte mágica. Para que ello ocurra se le agregan las luces, la música todo eso que crea un mundo nuevo, el teatro. Allí uno entra y se transporta a otro lugar, es una magia que pasa cuando esas obras empiezan a moverse y tener personalidad. Es una cosa magnifica que la audiencia vea eso.

LU: ¿Cómo considera que se inserta su arte en la cultura americana?
Es una pregunta muy interesante porque yo uso muchos letreros y objetos de Miami y eso crea un espejo de la sociedad en que vivimos. Los objetos que yo uso juntan lo cubano y lo americano, hacen que se encuentren elementos culturales.

Por ejemplo, encontré letreros que se volaron en los ciclones y esos pedazos de plásticos los recreo en obras figurativas. A veces surgen personajes como la princesa de La Habana que esta toda creada con letreros encontrados en Miami. Me encanta hacer un cross cultural a través de esos elementos.

PABLO CANO

LU: En una cultura como la americana, donde los objetos se desechan constantemente dando paso siempre a lo nuevo, cree que su arte podría ser una interpretación para lo que ocurre en la sociedad?

Pues si, podría ser un mensaje positivo de reciclar y usar objetos en otra forma, transformarlos. Lo que me interesa son los objetos creados por las manos humanas, letreros pintados, diseñados por alguien, pero que se transforman en otra cosa.

LU: ¿Por qué se interesó en dirigirse al público infantil?
Yo creo que es la única esperanza que tenemos para que el mundo se mejore. Que crezca la imaginación, que, quizás, quieran ser artistas.

LU: Sus marionetas muchas veces aluden a juguetes antiguos. Qué piensa de la relación que tienen los niños con el juego, en la era posmoderna en que vivimos?
Es triste porque los juegos que hay hoy les quitan mucho la imaginación a los niños. Los videos y ese tipo de cosas alguien los creó pero solo inspira el ganar o mejorar esas técnicas que hay que saber en la computadora, pero nada más. No sirve para ayudarlos visualmente a figurarse un mundo nuevo. Creo que hay que ir hacia el pasado y ver como la sociedad comenzó a imaginar y crear los juguetes para que los niños crezcan intelectualmente.

LU: ¿Cómo cree que ese público infantil recibe su propuesta?
Los colegios vienen a ver las obras y los maestros piden a los niños que dibujen lo que ven. Cuando recibo esas colecciones de dibujos creo que entonces logré lo que quería, estimular la imaginación a los niños, que les quede algo.

LU: ¿Cuáles son sus proyectos para después de El Principio?
Ahora tengo un proyecto muy interesante con la firma Hermes de Nueva York. Voy hacer las ventanas de la tienda con mis marionetas, también en Palm Beach y Bal Harbour. Es una comisión de lo más divertida porque lo que ellos tienen para vender vale miles de dólares, y lo que yo hago es a base de cosas botadas.

…los juegos que hay hoy les quitan mucho la imaginación a los niños. Los videos y ese tipo de cosas alguien los creó pero solo inspira el ganar o mejorar esas técnicas que hay que saber en la computadora, pero nada más. No sirve para ayudarlos visualmente a figurarse un mundo nuevo. Creo que hay que ir hacia el pasado y ver como la sociedad comenzó a imaginar y crear los juguetes para que los niños crezcan intelectualmente.

LU: Vamos a apreciar ese contraste! Hoy por hoy parece necesario que lo viejo tenga que introducirse a la fuerza en la cultura. Hoy domina la naturaleza de lo nuevo, hay que renovar los objetos con frecuencia, entonces lo viejo se vuelve a introducir forzadamente en el mercado. Hoy se vende ropa carísima, gastada y rota…
En las ventanas de los lugares que le mencione recién, aparecerá de pronto un hipopótamo hecho con una guitarra vieja, unas maderas que encontré tiradas y unas latas de galletas que van a estar al lado de bolsos carísimos!

LU: ¿Hay algo más que quisiera decir?
Quiero darle gracias al museo del MOCA, muy especialmente a su directora Bonnie Clearwater . También quisiera comenzar a darle crédito a la nueva presentación que estoy preparando para el año que viene. Para ello ya estamos trabajando con Carmen Peláez, una escritora muy reconocida en Nueva York.

LU: Bueno Pablo, no nos queda más que recomendar calurosamente que la gente se acerque a disfrutar de la exhibición que estará en el MOCA hasta el 18 de Diciembre. Gracias.

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