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En una lluviosa mañana de viernes, en el lobby del Colony Theater de South Beach, tuvimos ocasión de conversar con el Maestro Raffaele Cardone, fundador y director artístico de la Miami Lyric Ópera.
Foto: Almicar De Vercelli
Raffaele Cardone inició su carrera musical y sus estudios vocales muy tempranamente en su ciudad natal de Bari, Italia. Se presentó desde muy joven en los escenarios de distintas ciudades de Europa y América, y dedicó toda su vida al canto lírico y a la transmisión de sus conocimientos.
¿De dónde surge su relación a la música?
La música en casa era lo normal, mi padre era músico, flautista, y yo he escuchado ópera desde que nací. Desde muy chico he cantado en la iglesia de la zona y también en la Catedral de San Nicolás de Bari. Así nació todo hasta llegar a estos días ya de otoño.
He hecho una carrera importante, canté en muchos lugares en Europa, América del Sur, especialmente en México, en USA.
Actualmente estoy dedicado a la enseñanza, comparto mi tiempo entre los alumnos que tengo, las clases magistrales que doy en varios lugares- cuando el tiempo me lo permite y puedo viajar-, y en la creación de esta compañía, la Miami Lyric Ópera, que fue un poco experimental al comienzo pero que por la dinámica misma va tomando una forma que yo mismo no esperaba.
Hoy se encuentra totalmente dedicado a este proyecto de montar y hacer crecer a la Miami Lyric Ópera. ¿Cómo se va llevando a cabo?
…cuando me di cuenta de que estos chicos ya sabían hacer las cosas y que querían crecer más. Entonces la pregunta era ¿y ahora a dónde van a cantar?
Implica cada vez mayor organización, más recursos y más trabajo. Hay que hacer grandes esfuerzos porque la ópera requiere mucho, tanto en lo artístico como en lo económico, y esa es la parte difícil nuestra. Por un lado no tenemos acceso a las grandes subvenciones porque no tenemos tradición operística establecida, no somos todavía una compañía de ópera de nivel estatal. Por otro lado los pocos Grants que hay, los que llegan a la cultura de nuestro nivel, son limitados y además somos muchas las organizaciones que estamos para un mismo presupuesto. Sin embargo, siempre digo orgullosamente que esto hay que mirarlo como un proceso, que quizás con el tiempo este proceso se verá como algo chiquito y el milagro ya se habrá dado. Mientras vamos avanzando, haciendo cosas buenas, muy buenas. Hemos hecho Rigoletto, El Barbero, La Boheme, que ha sido un éxito increíble. Para mi fue un shock cuando la Ciudad de Miami Beach pidió hacer una función de la Boheme al aire libre, siendo la MLO una compañía con ciertas limitaciones técnicas. Cuando presentamos esa obra en un parque en Miami Beach, en la avenida Collins, fue una sorpresa porque había más de 1000 personas, muchos sentados en el suelo, con niños, con sus picnics. Sin embargo a la hora de la función fue un silencio absoluto, una atención total. Fue una cosa mágica. Esas son las motivaciones que a uno lo alimentan. Hasta el creador nos ayudo con una tarde magnifica al lado del mar, con brisa, y terminamos en una noche con una luna extraordinaria. Un complemento interesante.
¿Por qué para usted ha sido necesario conformar la Miami Lyric Opera?
…formar una compañía de opera que atraiga público nuevo, que difunda la opera con modestia pero con mucha dignidad, que de oportunidad a jóvenes talentos, y luego también que se utilice a los experimentados junto con los nuevos para que vaya habiendo un balance y regeneración de nuevos cantantes. Dicho y hecho, sucedió esto.
Cuando llegue acá a Miami, llegué por una razón ajena al arte, fue por una razón de salud que gracias a dios esta superada. Empecé a hablar con gente y a relacionarme con universidades porque cuando decidí quedarme quise comenzar a dar clases. Muchos me conocían de nombre, otros por mi Web, de modo que empecé y fui creando un grupo de jóvenes cantantes. La gran cuestión surgió cuando me di cuenta de que estos chicos ya sabían hacer las cosas y que querían crecer más. Entonces la pregunta era ¿y ahora a dónde van a cantar? Llegar a la Florida Gran Opera, muy respetable desde luego, para ellos es mucho más difícil. La Gran Opera puede traer un cantante ya hecho, lo ponen en el escenario, le pagan y a otra cosa, no existe esa idea ¨ pionerística ¨ de formar al cantante (aunque tienen una escuela). Fue entonces cuando dije “voy a comenzar a hacer algo para mis alumnos”. Empecé con unos conciertos y vi que la necesidad era mayor, entonces fundé esta compañía donde fijé objetivos y una misión clara: En primer lugar, formar una compañía de opera que atraiga público nuevo, que difunda la opera con modestia pero con mucha dignidad, que de oportunidad a jóvenes talentos, y luego también que se utilice a los experimentados junto con los nuevos para que vaya habiendo un balance y regeneración de nuevos cantantes. Dicho y hecho, sucedió esto. Lo decía la otra noche en una evaluación rápida que hice durante la función de Gala en la que celebramos nuestro cuarto aniversario, ¡Es increíble todo lo que se ha hecho, 15 distintas performances de ópera más cuatro conciertos de gala! Hicimos debutar a 12 nuevos cantantes en primeros papeles. Hoy día cuatro de ellos ya están cantando en Nueva York, y alguno en Europa.
¿Cuál es la particular formación que requiere el cantante lírico?
El canto lírico, la ópera es algo muy complejo y reúne la verdadera interpretación, el gusto de ver la plástica, el color, el sonido.
La ópera no es solamente cantar o tener la voz, la voz la tiene también el burro y no por eso puede expresar ciertas cosas. El canto lírico, la ópera es algo muy complejo y reúne la verdadera interpretación, el gusto de ver la plástica, el color, el sonido. Es por eso que la verdadera interpretación de una ópera, de una aria o un recitativo bien hecho, bien cantado, se reduce solamente a un núcleo de gente, porque se requiere conocer algo más que el aspecto exterior. Y ese algo más es desde luego interpretación, es la correcta emisión, las clases, los colores vocales, todo esto que significa un trabajo muy grande. Claro uno ve el producto terminado desde la platea, que finalmente es teatro, una puesta en escena, pero hay que entender mucho a los cantantes, naturalmente por serlo entiendo lo difícil que es a veces unificar todos esos detalles en una escena.
Con estas ideas se llevó adelante la Miami Lyric Opera, y hoy día tenemos una compañía de ópera modestamente respetable que ya presentó una serie de obras complejas como La Traviatta, Rigoletto, La Óveme, Caballeria Rusticana, Don Pascuale, Il Barbieri mismo. Todas estas obras se han puesto y han ido consolidando esta idea de tal manera que ya estamos planeando cosas bastante interesantes para la temporada próxima. Es un poquito ambicioso admitirlo, pero finalmente es necesario ser ambicioso para lograr estas cosas.
¿Cuáles son los proyectos para la próxima temporada?
La electrónica, por ejemplo, está jugando un papel tremendo. Ella está afectando a los oídos masivos positivamente porque genera sonidos muy refinados que se salen un poco de la voz real en una sala. La voz humana tiene un fenómeno que es muy importante: poder llegar al entorno del auditor. No a todos los que escuchan les llega igual, son vibraciones, son emociones.
Abriremos con La Traviatta, para lo que contaremos con una soprano deliciosa. Es hermosa como persona y canta precioso. Luego va la Lucia, después Madame Burterfly que lleva una compleja escenografía y vestuario, y cerramos con Puritani. Con esta última tengo novedades muy lindas, porque pienso traer a unos jóvenes cantantes que han triunfado en el Teatro Colón hace poco. Creo que estamos a punto de traerlos porque ellos tienen verdaderas ganas de hacer esta ópera. Hay otros cantantes excepcionales, muy buenos, que también podrían tener la oportunidad de poner por primera vez esa obra. Este es un campo de poner por primera vez algo, esto es posible primero porque le dedicamos tiempo, les enseñamos, y después sirve para ellos, les queda en su cartera una ópera como Puritano hecha en una compañía, para presentarle a sus agentes. La Miami Lyric Ópera ya tiene una imagen nacional, nosotros ya estamos en todos los medios especializados. Hoy en día hablar de Miami Lyric ópera es ya hablar de una compañía de ópera, esté en Washington, en Chicago o donde sea, cualquiera que conozca el medio sabe que está consolidada. También veremos si podemos hacer uno o dos de nuestros habituales conciertos de gala que tienen una doble función, para nosotros es un agradecimiento al público que nos sigue y a la vez es la ocasión donde presentamos nuevos elementos, los medimos, vemos cómo el público reacciona. En ese sentido se mantiene lo experimental de esta compañía. Y de esta misma forma recaudamos también algunos fondos para seguir adelante en esta tarea difícil. Muchas veces antes de abrir el telón me pregunto “What am I doing here?” (¿Qué estoy haciendo acá?). Lo hago porque yo amo profundamente la ópera.
Por amor…
Sé lo que atraviesan los cantantes para llegar a cantar una sola aria; mucho estudio, mucho trabajo, mucha tensión. Manejar el instrumento vocal es sumamente complejo por lo sensible que resulta a cualquier alteración psicológica, física o del entorno. Ésto se nota muy bien cuando una persona está triste ya que la voz sale distinta, y cuando se alegra la voz sale clarita. Para un cantante que va a cantar por primera vez o después de muchas veces, el enfrentarse a un público que lo está mirando y escuchando, aunque generalmente el público es muy generoso, lo pone al cantante en una situación psicológica muy especial. Se requiere tener mucha madurez, muy buenos medios técnicos para desenvolverse en circunstancias difíciles, y el poder de relacionar esta expresión vocal con los sentimientos que tiene que interpretar.
Foto: Almicar De Vercelli
El arte de cantar, tal como usted nos deja ver, es un proceso, requiere de una madurez que se logra con tiempo. Pensaba que en la cultura contemporánea que nos toca vivir hay una industria que es la de producir emociones fuertes y rápidas, lo hace el espectáculo y el deporte, por ejemplo. Hoy además el éxito se espera rápidamente. En ese marco, ¿cómo es posible sostener un trabajo tan dedicado como lo requiere la formación del cantante lírico?
Definitivamente. ¡Hay que ser loco para ser cantante! El mundo moderno se mueve a una gran velocidad con todas estas emociones fabricadas, de estos productos que salen y que de alguna forma están también golpeando a las puertas de la ópera. Vemos que hay cosas que ya están sucediendo, la mercadotecnia en la ópera se expandió mucho, especialmente en este país, pero lo que se hace aquí en los Estados Unidos se traslada a todo el mundo. La mercadotecnia es vender un producto del cantante o de la ópera saliéndose de lo genuino, lo real, y entrando más bien en un campo de carácter comercial. No lo critico, no es bueno ni es malo, es simplemente una realidad que estamos viviendo. La electrónica, por ejemplo, está jugando un papel tremendo. Ella está afectando a los oídos masivos positivamente porque genera sonidos muy refinados que se salen un poco de la voz real en una sala. La voz humana tiene un fenómeno que es muy importante: poder llegar al entorno del auditor. No a todos los que escuchan les llega igual, son vibraciones, son emociones. La tecnología, con todos estos recursos electrónicos, puede tomar a un cantante mediocre y hacerlo famoso, celestial. Y como hay una industria, una economía detrás de esto, hacen cientos de cantantes famosos – celestiales, para vender un producto.
Esto ocurre en las grabaciones, en CD’s. Pero… ¿Es posible pensar que esto ocurra en la presentación en vivo del cantante lírico…?
La gente comienza a perder el oído, la realidad es ésa. Los nuevos ruidos comienzan a parecer normales y apartan de una realidad fundamental que es la voz humana.
En realidad no, aunque no seria muy correcto decir que no sucede. Está empezando a ocurrir, están comenzando a alterarse las presentaciones. Especialmente con los nuevos, quizás atraídos por los fenómenos que estos ruidos generan. La gente comienza a perder el oído, la realidad es esa. Los nuevos ruidos comienzan a parecer normales y apartan de una realidad fundamental que es la voz humana. La electrónica esta entrando a los teatros por el fenómeno ¨Hollywoodiense¨ digámoslo así, respetabilísimo, aceptado, pero que está afectando el modo tradicional de la lírica.
Esto trasciende a los enseñantes, es una contaminación tremenda que yo veo. Es algo que siempre digo cuando doy charlas ya que también los enseñantes, al no tener una verdadera herencia de conocimientos del canto lírico, transmiten lo que hay en el ambiente, especialmente las universidades, sin criticarlas, pero se sufre la carencia de los maestros. ¿Por qué carencia? Porque el mundo ha cambiado. Anteriormente un cantante que desarrollaba una gran carrera, aunque cantara en los grandes teatros, ganaba sólo para vivir. Entonces, terminaba de cantar y empezaba a dar clases de canto para poder seguir viviendo, pero traía una tradición de conocimientos tremenda y los retransmitían. Hoy en día un cantante hecho así al vapor como los hay tantos, perdone si hablo de esta manera, cantan cinco años, después los tiran y ponen a otro. Estos cantantes ganan millones y tienen asegurada toda su vida, entonces no se van a dedicar a enseñar canto. Es un fenómeno actual. Con los objetivos de la Miami Lyric Ópera tratamos de no alejarnos de la fuente, de lo genuino, de lo original, entender al compositor tal como él concibió las cosas, y estoy seguro de que no hay demasiado que cambiarle. Los compositores sabían lo que hacían y lo hicieron muy bien.
¿Qué lugar entonces para lo nuevo en la lírica?
Hay muchos movimientos nuevos. Desde los años ´50 hasta acá ha habido compositores que introdujeron obras pero que han quedado efímeras. Volvemos a lo mismo, hay poco que agregar a lo tradicional que está tan bien hecho y que hace que uno quiera volver a escuchar una y otra vez la misma obra. Pero sí hay trabajos de muchos compositores que introducen elementos quizás más allá de lo contemporáneo- y que acaso la gente no entiende, al menos a mí a veces me cuesta mucho trabajo entenderlos- para crear algo nuevo y distinto. Eso nuevo y distinto no sabemos qué es, entonces no se absorbe. En cambio si se escucha una composición wagneriana, que quizás resulta pesada, pero que si se analiza es un trabajo extraordinario desde el punto de vista musical, ¿qué se le puede agregar? No queda más que hacer cosas medio raras, que llamen la atención. Pero hoy día para llamar la atención sólo se genera un suceso de muy corto plazo.
El éxito se condiciona a las leyes del mercado que empuja a que rápidamente venga otra cosa nueva, entonces no va a perdurar…
Eso nuevo y distinto no sabemos qué es, entonces no se absorbe. En cambio si se escucha una composición wagneriana, que quizás resulta pesada, pero que si se analiza es un trabajo extraordinario desde el punto de vista musical, ¿qué se le puede agregar? No queda más que hacer cosas medio raras, que llamen la atención. Pero hoy día para llamar la atención sólo se genera un suceso de muy corto plazo.
No va a durar. Esto es lo que va sucediendo y debo admitir que gracias a los artistas, a los cantantes y al interés de este gran país que es USA, que ha desarrollado y divulgado tanto la ópera a nivel estudiantil en la universidad, con sus características, pero ha hecho que se expanda y se consolide más. Hoy en día en este país en particular se habla más de ópera que hace 50 años atrás, cuando sacando San Francisco, Chicago y el Metropolitan, ya no había nada. Hoy todas las universidades tienen sus compañías de ópera.
¿Cuál es la proyección que usted alcanza a vislumbrar para la ópera?
Es cierto que la ópera va a perdurar, quizás con estas innovaciones tecnológicas, pero va a mantener un cuerpo base que va a asegurar que no la infecten más.
¿De qué esta hecho ese cuerpo de la ópera?
Esta hecho de la esencia misma de la ópera, que tiene de por sí una gran fuerza, está hecha de la gente que cree en la ópera que son los verdaderos cantantes, los verdaderos escenográfos, los verdaderos directores. El director de ópera tiene un papel importantísimo. El director de ópera es un mundo aparte, es un señor que además de sus conocimientos musicales, concertaciones y todas esas cosas que debe saber, es alguien que vive la ópera completa. Hay nuevos grandes directores que están en el mundo, tanto en Europa como aquí también; en el este europeo es increíble lo que pasa en Rumania, Bulgaria, allí están haciendo una opera muy buena. También los cantantes allá son muy valiosos y tienen una tradición de mucho conocimiento. El cantante tiene que ser culto, dotado de una buena voz, tiene que ser músico, con la capacidad de entender los sentimientos y con una gran inteligencia. Como dije antes, no se puede cantar sólo por tener la voz, se necesita de todo un núcleo de riqueza y conocimiento para justamente crear aquello.
¿Qué piensa usted respecto a la posibilidad de traducir la lengua original de las óperas?
Puccini tenía una forma de cantar expresando, y esa expresión la indica musicalmente con los pequeños silencios. Muchos maestros o muchos cantantes creen que ese silencio Puccini lo puso para que respiren, pero no. El silencio dice algo, hay que analizar lo que se quiso decir con eso.
Es una moda en los Estados Unidos traducir las óperas. Es mas fácil aprenderlas así, pero se aprende mal porque no es lo que se dijo originariamente en esa frase. El autor usa la palabra en función del sonido que tiene. La palabra tiene la importancia de interpretar el drama musical en esa frase, esa palabra hace que la música sea hecha en función de esa expresión vocal. Si se cambia por un sinónimo en otro idioma o un verbo aplicado de otra manera, porque las lenguas tienen diferentes modos de ordenarse gramaticalmente, todo eso varia lo que el autor quiso decir. Hay cosas tan clásicas como frasear Puccini, quien es un autor al que creo que la historia todavía no puso en su lugar, a pesar de su grandeza. Era un compositor genial cuando se lo analiza. Puccini tenía una forma de cantar expresando, y esa expresión la indica musicalmente con los pequeños silencios. Muchos maestros o muchos cantantes creen que ese silencio Puccini lo puso para que respiren, pero no. El silencio dice algo, hay que analizar lo que se quiso decir con eso.
Estas cosas que usted comenta me hacen pensar en que en el movimiento en que hoy vivimos, las pausas están un poco barridas también. Hoy todo se comunica…
La gente olvida la importancia de la pausa. El silencio es parte de la conversación, de la palabra. Uno vive quizás bombardeado de cosas y no se expresa, no se dice, no se piensa. No creo que se vaya a salvar el mundo con lo que yo diga pero creo que hace falta una reflexión en ese sentido.
¿Cuál es la perspectiva de la lírica en Miami?
Estoy notando- y no sé si es casualidad o es que algo ha influenciado- que hay más movimiento lírico del que había cuando yo llegué aquí hace cinco años. Hay más jóvenes que dan conciertos, hay más universidades interesadas, hay también más preguntas. La ópera aquí está manejada por la Florida Gran Ópera, que es una gran compañía indudablemente. Pero a mí gusto hay lugar para mucho mas…para muchas más alternativas que pudieran alcanzar un buen nivel, porque público hay y se viene creando nueva audiencia, no sólo de entendidos. De hecho este teatro en el que estamos conversando se viene llenando con la ópera. Pienso que el futuro en Miami es bueno. Con el nuevo Carnival Center especialmente- aunque el edificio en si no es la solución a las cosas- se ha generado un espacio importante donde hacer más, donde se generan nuevas ideas, nuevos desarrollos, nuevo público. En general en todos los Estados Unidos ha crecido mucho la ópera; ellos tienen además el arte de difundir las cosas y lo hacen muy bien.
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Estrasburgo, situada entre Francia y Alemania, fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Nos sorprende con su luz y sus reflejos, el reloj astronómico en la Catedral de Notre Dame y la Iglesia de Santo Tomás, donde Mozart tocó el órgano.
La misofonía es un trastorno neurológico que provoca una sensibilidad extrema a ciertos sonidos. Los afectados reaccionan con irritación, desconciertan a su entorno y se genera un clima de tensión que afecta la convivencia y relaciones sociales.
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