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“En una democracia, lo más importante es tener muchos medios, muchas fuentes de información, muchas opiniones ¡Esa es la democracia!”, afirmó Roberto Cox, ex – Director del Buenos Aires Herald, uno de los primeros medios en denunciar las atrocidades de la dictadura militar en Argentina.
En una entrevista exclusiva para Letra Urbana el periodista comparte sus puntos de vista sobre el fenómeno de las falsas noticias, su historia, sus características actuales y cómo navegar mejor en la ficción de las redes sociales.
¿Cuál es su opinión acerca de la abundancia de noticias falsas en los medios de hoy?
El problema es la rapidez con que se divulgan, pero otra dificultad es decidir qué es verdad y qué es falso. Por la rapidez del proceso es imposible enfocar uno por uno cada incidente.
Es imposible verificar todo como al público le gustaría. De todos modos, la gente en general, cree lo que quiere creer y escucha lo que quiere oir.
Hoy escuché que Goggle esta tratando de inventar algo para filtrar las noticias falsas. El problema no es nuevo. Por ejemplo, el National Enquirer, que apoyó a Trump, se publica desde hace años y aunque personalmente nunca vi a nadie comprarlo en el supermercado, tiene una circulación enorme. Basicamente todo es invento, aunque ocasionalmente publica algo verídico, y han estado haciéndolo durante unos 30 años por lo menos. Tengo información fidedigna al respecto por que tenía un amigo que trabajaba para ellos hace un tiempo. En los diarios locales buscaban noticias sensacionalistas sobre crímenes atroces y las exageraban para que sonaran un poco más terribles. Asi se enrriqueció y cuando ya había amasado una pequeña fortuna, se volvió a su casa en Inglaterra.
He trabajado en periodismo toda mi vida y muchísimas veces he tenido que refutar noticias que me llegaban, indicando a la fuente en que forma se podía comprobar que eran falsas. Es imposible verificar todo como al público le gustaría. De todos modos, la gente en general, cree lo que quiere creer y escucha lo que quiere oir.
Twitter no difunde noticias, difunde opiniones… hay muy poco espacio disponible y se busca producir un impacto instantáneo.
Hablemos de un caso puntual…
Bueno, siempre termino hablando de mi experiencia en la Argentina. Argentina como caso de estudio tiene la ventaja de que allí todo tiende a ser extremo. Es un país muy inteligente, pero al mismo tiempo todo se da en forma exagerada. Confirmado fue una revista que surgió con el único propósito de derrocar al presidente Illia, trabajaba en conjunto con las fuerzas armadas para preparar el terreno. Reportaba sobre el estado deplorable de la economía que en realidad era perfectamente satisfactorio en ese momento y que terminó siendo uno de los mejores períodos de su historia. Llegó a predecir el día de la caída del presidente. Despues del golpe, desapareció por completo. Argentina es un buen caso de estudio porque muchas cosas pasan allí antes que aquí.
¿Cuáles son las características de la desinformación actual?
Hoy se difunde a través de los trolls, esos personajes siniestros de los cuentos de hadas que hacen asustar a los niños, pero en la actualidad el término tiene un significado nuevo. Son los encargados de difundir mentiras en los medios. Los Kirchner en Argentina, por ejemplo, propagaban noticias falsas a través de personas específicas. Muchas veces usaban Twitter.
la idea de que hay que conseguir seguidores inevitablemente lleva al sensacionalismo.
En ciertos casos, esa herramienta resulta beneficiosa por su difusión instantánea. Por ejemplo, cuando en 2008 se hizo popular el ataque terrorista en Mumbai, cuando un individuo que mandó twitts desde el hall del hotel salvó muchas vidas.
Twitter no difunde noticias, difunde opiniones. Personalmente no lo uso. La forma en que opera no es eficaz, hay muy poco espacio disponible y se busca producir un impacto instantáneo. Esto impide que el material sea bien elaborado, carece de análisis.
Algunos están obligados a usarlo por motivos de trabajo, los que están en los medios de comunicación necesitan habilitar una cuenta. Hay que tener seguidores y según su numero se juzga el éxito. Twitter fomenta la prensa amarilla porque se difunde en forma masiva y sin contol alguno. A veces aparecen noticias que más tarde se repiten en periódicos respetables pero la idea de que hay que conseguir seguidores inevitablemente lleva al sensacionalismo.
También los gobiernos pueden usar este método para controlar, cuando quieren convertirse en dictadura. Usan el miedo.
¿En Internet, dónde se puedan chequear las noticias?
En Snopes. Es estupendo, tiene su base en los Estados Unidos y es conocido desde hace mucho tiempo. También está el Washington Post con su servicio de verificación de información. En la Argentina tienen Chequeado. En estos sitios también se puede chequear la veracidad de los Urban Myths (mitos urbanos), los rumores que corren. Allí se puede constatar lo que dice Trump sobre su inauguración y lo que es incorrecto al respecto.
¿Trump ha acelerado el problema de las noticias falsas?
Si, absolutamente, él dio comienzo a la tendencia de difundir noticias falsas cuando propagó la idea de que Obama no había nacido en los Estados Unidos. Creó una impresión falsa deliberadamente. Después dijo que los mejicanos eran violadores. Es espantoso.
Si un periodista es muy popular, lo mas probable es que no sea un buen periodista.
Facebook y El País anunciaron un proyecto de publicar noticias verificadas como fidedignas…
Creo que es buena idea, pero mejor aun es tener la mayor cantidad de fuentes de infomación posibles. Por supuesto que me refiero a fuentes responsables. El problema es que los medios están abrumados con la información que no lo es. Por ejemplo, cuando se dice que algo es viral en Internet, esto tiende a ser algo sensacionalista que pronto desaparece.
Es extremadamente alarmante. También los gobiernos pueden usar este método para controlar, cuando quieren convertirse en dictadura. Usan el miedo. Cuando se publican noticias sobre por ejemplo un ataque terrorista inminente, si bien puede ser útil si viene de fuentes fidedignas, con frecuencia son inventos.
En los Estados Unidos el 9/11 produjo un efecto terrible porque la gente se volvió muy pero muy temerosa. Estados Unidos nunca había sufrido un ataque en su continente, algo tan inesperado y creo que desde entonces, el país vive atemorizado.
El orden mundial está alterado en este momento. ¿Es posible discernir la causa?
Si, estamos frente al populismo otra vez. Es ese tipo de cosa que se reconoce inmediatamente ante su presencia. El pueblo es un término que tiene connotación de masa amorfa, que no existe realmente. Se puede hablar de “la gente” en lugar de “el pueblo”. “El pueblo” apela a las emociones más elementales que abrigamos, al nacionalismo, al racismo, incita a defender a “nosotros” contra “ellos”, apela a las multitudes que a mi me dan escalofríos. Las multitudes pueden reaccionar en cualquier forma inesperada. Cualquiera que ha hablado en público sabe que se puede mover a la gente. Es fácil agitar a la gente y se puede ver que a Trump se le ha ido la mano en este sentido. Esto me preocupa enormemente. De nuevo, eso es el uso de los medios de comunicacion de masa. He visto lo mismo que se veía en Argentina durante la dictadura con intención de desacreditar a la prensa. Los encargados de difundir las noticias se asustaron y se volvieron títeres de la dictadura. Estoy empezando a ver lo mismo aquí ya que Trump acaba de decir que los periodistas son los seres mas deshonestos del planeta. Si un periodista es muy popular, lo mas probable es que no sea un buen periodista. A algunos les vas a caer bien y a otros no, pero lo necesario es que la gente respete lo que haces, lo que escribes porque reconoce tu integridad en tu esfuerzo de trasmitir la realidad.
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