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En una entrevista realizada a Carmen González, School Counselor del Charles D. Wyche Elementary School, nos brindó sus opiniones.
LU: ¿Qué es lo que la escuela hoy aspira ofrecerle al niño?
Una buena experiencia, porque si el niño tiene una buena experiencia eso sirve para toda la vida.
Tal vez si las maestras no tuvieran tanto trabajo de oficina tendrían más tiempo para concentrarse en la educación y en los niños. Las maestras, muchas veces están sobrecargadas de trabajo.
LU: ¿Qué sería para Ud. una buena experiencia?
Ofrecer un lugar seguro donde van a aprender y a recibir amor. En la escuela sería necesario demostrar más calor humano.
LU: ¿Le parece que los objetivos de la escuela son compartidos por la mayoría de los padres o la comunidad?
Yo creo que sí, en especial lo de un buen lugar y ambiente para sus hijos.
LU: ¿Qué piensa Ud. que los padres quieren o esperan de la Institución?
Creo que esperan que la escuela provea de un buen ambiente. También me parece que ellos esperan más atención de nosotros pero que no se lo podemos dar porque, por ejemplo, las clases son muy numerosas. Tal vez si las maestras no tuvieran tanto trabajo de oficina tendrían más tiempo para concentrarse en la educación y en los niños. Las maestras, muchas veces están sobrecargadas de trabajo.
Nosotros estamos aquí para atender a los niños como casos individuales, pero es difícil. El tema de las clases tan grandes es un problema.
LU: ¿Cuáles le parece son las más comunes causas de desacuerdo entre los padres y la escuela?
Nosotros estamos aquí para atender a los niños como casos individuales, pero es difícil. El tema de las clases tan grandes es un problema. Además, no recibimos tanto de los padres. Por como es la situación, que la mayoría de los padres tiene que trabajar mucho, no ayudan a los niños con las tareas y esperan que la escuela le enseñé más. Pero tienen que saber que si ellos los ayudan y están al tanto en la casa de lo que hacen en la escuela los ayudan muchísimo. También, hay queja respecto de la falta de escuela de verano, antes había y ahora no. Y muchos padres la necesitan porque trabajan.
LU: ¿Cuáles cree Ud. son las dificultades en trabajar con niños, y cuáles las recompensas?
Creo que una dificultad muy importante es el miedo con que se trabaja, que si el niño se golpea o si lo abrazas… todo el tema de la demostración de afecto y las complicaciones que puede traer por una demanda judicial, por ejemplo. Creo que ese miedo uno se lo transmite a los niños y no es bueno. La recompensa más grande es ver que uno les puede transmitir seguridad y que con eso, más si tú lo quieres y él lo intenta, él lo puede lograr.
LU: ¿Cuáles le parecen son los errores más comunes de las maestras?
No tener más tiempo para escuchar al niño, para comunicarse con ellos. Yo creo que al tener tanto trabajo no le pueden dar ese tiempo. A muchas, les resulta difícil ser una maestra cariñosa y a la vez firme, y para mí eso es necesario. Así es más fácil dirigirlo y educarlo.
Creo que una dificultad muy importante es el miedo con que se trabaja, que si el niño se golpea o si lo abrazas… todo el tema de la demostración de afecto y las complicaciones que puede traer por una demanda judicial, por ejemplo. Creo que ese miedo uno se lo transmite a los niños y no es bueno.
LU: Acerca del juego, ¿qué lugar cree Ud. que tiene asignado en el programa educativo de la escuela?
Este año nos han permitido los recesos, ahora en la Florida están permitidos y cada escuela los implementa o no. Aquí, son 15 minutos que las maestras salen con los niños al parquecito y los vigilan. Creo que esto es muy importante y es un cambio, pero, en mi opinión, me gustaría que fueran organizados, no por aula y clase, sino toda la escuela en general. En Cuba, los recesos (recreos) eran de todos los grados juntos, así, tú podías hablar con el de segundo grado o el de quinto y conocerte con los demás niños. Pero obviamente es un problema de ‘safety’, de seguridad. Yo creo que deberían tener más tiempo de receso en lugar de tantas asignaturas. No sé si es tan bueno que tengan arte y música desde tan pequeños como materias, en lugar de más espacio libre y mejor base en matemática y lectura, bueno, es mi opinión.
LU: ¿Cuáles le parecen son las significaciones implícitas de etiquetas como las de «niño bueno» y «niño malo»?
En lo personal, creo que somos nosotros, los adultos, los que creamos esas etiquetas y no es que ellos sean malos o buenos. A veces, los malos son los buenos, son los que más nos necesitan. Pero, desde la escuela, los malos son aquellos vistos como activos o disruptivos en la clase, que no dejan dar clase a la maestra, que no hacen sus tareas, los que pelean con otros niños o son agresivos. Y como bueno es visto aquel que no tiene bajas notas, es puntual y no falta a clases.
En lo personal, creo que somos nosotros, los adultos, los que creamos esas etiquetas y no es que ellos sean malos o buenos. A veces, los malos son los buenos, son los que más nos necesitan.
En lo personal, creo que somos nosotros, los adultos, los que creamos esas etiquetas y no es que ellos sean malos o buenos. A veces, los malos son los buenos, son los que más nos necesitan.
LU: ¿Cómo le parece que exteriorizan los niños la agresión en la escuela?
Ellos lo hacen no completando las tareas, buscando problemas con otros niños… O callando, en la escuela hubo un caso, que aún recordamos, de un niño que encontró esa manera de manifestar su agresión y enojo, callándose y encerrándose en sí mismo.
LU: ¿Cuándo considera Ud. que los niños son más felices en la escuela?
Cuando ven un ambiente cálido, cuando se trata de instrucción con comprensión. Que sepan que uno entiende por qué hacen las cosas, pero que todo tiene una consecuencia.
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