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Cuando nos preguntamos por la violencia en nuestros días, no podemos dejar de lado la pregunta acerca del que lugar ocupa la autoridad. En la cultura contemporánea, ambas cuestiones se relacionan.
Algo está pasando con lo que debería representar la autoridad que no lo representa. Los maestros, los padres, la misma palabra está perdiendo consistencia y se recurre a la ley para que regule el no en la relación de los seres humanos.
Cuando hay conflictos entre dos niños y se pelean, es el adulto quien pone orden, quien establece ciertas leyes. Esa rivalidad que surge entre dos personas es algo propio y esperable del ser humano, sin embargo también es esperable que las leyes funcionen.
Entre dos adultos hay el recurso de la palabra para solucionar un problema, en este caso la palabra es lo que permite que no nos peleemos, lo que «idealmente» nos ayudará para solucionar un conflicto. Si esto no funciona, están las leyes, la policía, el juez. A esto lo llamamos recursos simbólicos que harán que un conflicto pueda solucionarse de un modo civilizado. Sin embargo, lamentablemente cuando hay violencia, nada de esto funciona o bien, no ha sido lo suficientemente eficaz. Entonces decimos que hay un debilitamiento del recurso simbólico cuando hay violencia, una falta de eficacia de la palabra que hace que un conflicto no se pueda solucionar, un decaimiento de las autoridades.
Algo está pasando con lo que debería representar la autoridad que no lo representa. Los maestros, los padres, la misma palabra está perdiendo consistencia y se recurre a la ley para que regule el no en la relación de los seres humanos. Hace tiempo, mucho tiempo, no se necesitaban contratos y mucho menos abogados, uno daba su palabra y era suficiente para saber que se cumpliría con lo acordado.
Veamos el lugar de los padres como representantes de la autoridad en el núcleo familiar.
Los padres están sometidos a leyes que los controlan y regulan. Ellos mismos están subordinados a otra autoridad que los rige y los debilita en sus funciones. Por ejemplo, la palabra del padre, antes, era muy respetada, en cambio hoy un niño puede amenazar a sus padres que los va a denunciar, también llamar a la policía si ellos se sobrepasan en algo. Esta es una situación muy propia de la sociedad norteamericana. Por supuesto que el abuso de los padres hacia sus hijos cada vez se cree que es menor, gracias a ciertos recursos que le ponen freno, pero las consecuencias de esto mismo que se implementa para hacerle frente a un mal no es sin efectos.
Cuando un niño puede amenazar a su padre con la policía, esto habla de que se está casi a un nivel de igualdad, diríamos que ya los padres están limitados en la autoridad que representan para ese niño. Lo que antes se solucionaba fácilmente con un grito hoy tiene que pasar a manos de la ley y esto también tiene sus consecuencias. Existe un problema de declinación de la función del padre quien ya no está ubicado como representante de la ley, su función ha sido reemplazada y él mismo se encuentra sometido a la ley, él ya no la representa. Hay una carencia del padre cuya imagen está humillada.
Los asuntos caseros no son tan caseros. Los asuntos de las escuelas traspasan las escuelas.
Cuando hay que poner leyes que castigan lo que no se puede hacer, estamos hablando de que hay algo de la ley interna que no funciona y hay que empezar a regularlo externamente.
Cada vez hay que implementar más leyes para regular estos asuntos y otros.
¿Quién hubiese pensado hace cincuenta años que las escuelas tenían que tener detectores de armas o que había que poner securities para controlar a los estudiantes?
Pero, si se necesitan tantas leyes externas es porque algo de la ley interna no funciona, parecería que hay que acudir a mas leyes para regular las cuestiones de los seres humanos.
La ley se internaliza, se incorpora. A los niños pequeños hay que decirles que no toquen el enchufe, cuando son mas grandes aprenden que eso es peligroso es decir, ya no necesitan del padre que les diga que es lo que se puede y que no. Cuando hay que poner leyes que castigan lo que no se puede hacer, estamos hablando de que hay algo de la ley interna que no funciona y hay que empezar a regularlo externamente.
La culpa interna que un individuo puede sentir por hacer algo incorrecto se traslada a la culpabilidad externa de otro que castiga cuando se realiza algo indebido socialmente.
Existe la pena de muerte tanto en los Estados Unidos como en otros países y no por eso hay menos delincuencia. «Las ejecuciones alcanzan su marca histórica, cerca de cuatro mil personas fueron ejecutadas en todo el mundo en el 2004, la cifra más alta registrada en la última década, según informó Amnistia Internacional *[2]
¿Cuáles son los métodos que se utilizan para la violencia que surge en el niño? El castigo es uno de ellos.
Existe una Comisión Científica de salud mental que dio un informe diciendo que 909,000 niños y adolescentes están bajo antidepresivos. Otra forma de atender el problema de la violencia. La medicación es un recurso que funciona a la orden del día cuando de tapar el problema se trata.
No decimos que los castigos, la medicación sean la causa de la violencia pero sí decimos que esa no es la solución. Las leyes que cada vez mas se tienen que implementar para regular lo que los seres humanos no podemos tampoco son la causa. Pero lo que sí podemos observar es que tanto la leyes externas, la medicación, los castigos son la resultante de situaciones que van en aumento y que no se sabe como abordar.
Ahora bien, qué lugar ocupa el amor dentro de esta realidad.
Por amor a los padres se renuncia a muchos impulsos primitivos, es una señal de amor el abandonar las tendencias egoístas y agresivas, es porque quiero ser querido y aceptado que no le pego a mi hermano, le presto los juguetes y hasta lo cuido, luego genero un lazo de amor con él. Si estoy en la escuela me interesa ser como mi maestro, me identifico a él, lo tomo como guía y también lo idealizo, no me peleo con mis compañeros porque no quiero ser rechazado por aquel que quiero. Es decir que por la vía del amor comenzando el amor al padre, al maestro, a Dios, al saber, a la patria por necesidad de ser querido y por identificarme a ciertos valores, ideales, emblemas es que hay lugar para conservar alguna autoridad.
El amor es el recurso que los seres humanos tenemos para hacer lazo con los otros, para establecer vínculos y ser solidarios.
Es decir que por la vía del amor comenzando el amor al padre, al maestro, a Dios, al saber, a la patria por necesidad de ser querido y por identificarme a ciertos valores, ideales, emblemas es que hay lugar para conservar alguna autoridad.
Cuando hay violencia no hay amor al otro, por el contrario prevalece el odio. Los padres, maestros, las figuras a idealizar están sufriendo una decadencia y su lugar esta siendo reemplazado por otros valores en donde no se necesita renunciar a esas tendencias primitivas, impulsivas ya que no hay otro al cual sostener, rendirle honor, admirar, idolatrar.
La ley interna de la que hablamos se funda en las renuncias por amor. Cuando no hay amor y aparece la violencia también surge una ley pero externa, una ley de hierro, inamovible y donde prevalece el castigo, pero eso no está sostenido por el amor sino por la agresión, con lo cual no podemos pretender que genere, desarrolle o propicie la ley interna. Se tendrán que seguir sumando nuevas leyes externas para que se sostenga el orden, la autoridad, pero es por la vía la del amor que la violencia irá dejando lugar y desvaneciéndose, en el afán de ser amados por los otros.
Una crónica sobre la pintura de Oskar Kokoschka, exhibida en el Kuntsmuseum, que refleja su apasionada relación con Alma Mahler. Una mujer marcada por su matrimonio con Mahler y los romances con Klimt, Kokoschka y Gropius, fundador de la Bauhaus.
“Abstenerse de sexo no es suicida, como lo sería abstenerse del agua o la comida; renunciar a la reproducción y a buscar pareja…con la decisión firme de perseverar en este propósito, produce una serenidad que los lascivos no conocen, o conocen tan solo en la vejez avanzada, cuando hablan aliviados de la paz de los sentidos”.
La misofonía es un trastorno neurológico que provoca una sensibilidad extrema a ciertos sonidos. Los afectados reaccionan con irritación, desconciertan a su entorno y se genera un clima de tensión que afecta la convivencia y relaciones sociales.
Para los wayuu el mundo está lleno de seres atentos al universo, algunos son humanos y otros no. La noción de personas en el cristianismo, el judaísmo y otras religiones de occidente ubican a los humanos como los seres centrales del universo. ¿Cuál es la riqueza de una cultura sin esa jerarquía?
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Un comentario
La violencia contra la mujer se originó junto con la Revolución Francesa, porque desde entonces no hubo disección en llamar los derechos humanos del hombre y los derechos humanos de la mujer, sino que cuando hablaba de los derechos humanos indistintamente se hablaba de hombre y mujer más bien se generalizó cuando se hablaba o escribía en plural, indistintamente se hacía referencia a ambos sin distinguir uno de otro. Por la otra parte el eurocentrismo profundizó esa concepción sexista o no diferenció entre uno y otro genero.