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Observando lo vivido este año teñido globalmente por el coronavirus, podemos analizar desde distintos escenarios una misma realidad, y por supuesto con distintos caminos, partícipes y condiciones sociales, pero con un común sentimiento: La Soledad.
Escenario Laboral: Los gobiernos y ministerios de salud piden que la gente se exponga lo menos posible a situaciones de contacto social. Como conducta preventiva mucha gente cambió a home-office. Para ser efectivo hay que lograr disponer un lugar silencioso, sin interrupciones, solo con mi PC, notebook, Tablet, móvil,no importa con qué, sino que esté solo.
Escenario Educativo: Se han implementado clases por medio de la web. Ha cambiado el histórico de “todos en un aula sentados mirando al frente como grupo” a todos mirando la pantalla en red. Ha cambiado un método milenario de aprendizaje en comunidad a un aprendizaje en soledad.
Escenario Social: Se decidió por precaución que la mayor parte de la población se quede en su casa. Podríamos interpretarlo como un “arresto domiciliario” voluntario, pero decidido por el gobierno. Mientras esto pasa, el ciudadano arrestado puede dedicarse a ver TV y dejar de hablar; solo puede hacer aquello que le informan los medios de comunicación. A falta de una guerra donde dos se pelean y hay que tomar parte, el mensaje es “Un malo contra todo este mundo bueno”. El enemigo es uno solo y la lucha es cuerpo a cuerpo. Uno contra uno. Solos el virus y yo. La estrategia es “quedarse en casa”; muchos bien acompañados, algunos mal acompañados y otros solos; el fruto de los meses en esta condición en muchos casos es la depresión. Vivir atemorizados porque el otro pueda contagiarme aísla socialmente.
Los países cierran sus fronteras cuando otra opción podría ser colaborar regionalmente. Nuevamente aparece la soledad como respuesta.
Un testimonio de lo que está pasando con la virtualización de las sesiones de terapia y psicoanálisis. Los nuevos paradigmas que definen el presente y transofrman el porvenir.
Con la inauguración de la Nueva Biblioteca, Alejandría busca recuperar su lugar como capital cultural y faro del conocimiento del mundo.
Los antropólogos Cymene Howe y Dominic Boyer, trabajan sobre cómo se está creando la transición a las energías renovables. La energía limpia trae un beneficio indiscutible. Pero, ¿podrán crearse las políticas adecuadas para acompañar a las nuevas formas de energía?
Cómo resistir en el reino de la pandemia, cuando el poder de la corona lo tiene un virus y todos los mortales somos igualados bajo una misma amenaza.
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