Edición
08

Una pintura hecha de olvido

Entrevista a Ana Candioti
Sacramento, USA
Ana Candioti es una artista plástica al servicio de la Recuperación y Preservación del Patrimonio y Raíces Culturales de la Humanidad. Su obra también aporta un valor social y testimonial ya que se plasma en su taller de California, después de compartir la vida cotidiana, las tradiciones y los quehaceres con diferentes grupos étnicos.

Ana Candioti[[1], pone en juego la sensibilidad del artista de un modo singular. La imagen que alcanza a pintarse, no es producto de la imaginación, ni un simple reflejo de algo visto. En cada una de las obras de esta artista se juega lo vivo y lo vivido, ya que su pintura es el resultado de una investigación realizada en el lugar donde habitan las distintas etnias o culturas indígenas de Europa y América. Sus producciones forman parte de colecciones públicas y privadas, Museos, Instituciones y Colecciones de Latinoamérica, Europa y EEUU.

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¿Cuáles son las realidades que te interesan?
Cuando hablo de realidad hablo de la verdadera historia de los pueblos originarios. Me interesa conocer y dar a conocer su pasado y presente, esa historia que en medios de masivos de difusión, se distorsiona. Esa es la realidad que me interesa ver y dar a ver, reconocer la existencia de las comunidades de campesinos, indígenas, o etnias, como quiera que se las llame.

¿Cómo se fue trazando tu trayectoria para que se defina este estilo que se puede registrar en tu obra?
A veces pienso que es un destino, o una misión. Todo comienza con la elección de ser artista, de estudiar para ello en las escuelas de Bellas Artes de la ciudad de Buenos Aires. Luego, encontré a mi maestro dentro de la línea del realismo, Hector Giuffre, de quien fui asistente de su estudio por algunos años. Allí elegí a mi maestro Antonio Berni, por quien, intencionalmente, me deje influenciar ya que me identifique con su obra en cuanto tuve la suerte de conocerla y de conocerlo a él personalmente. Después fui más atrás, hacia los muralistas mexicanos, es por eso que el critico de arte Rafael Squirru, me ubica como una artista contemporánea de la línea que comienza con estos muralistas, que continúa en Argentina con Antonio Berni y luego, guardando las distancias, quise retomar yo. Es a través de un movimiento de recuperación y desarrollo de la cultura nacional que tiene lugar en los ’80, en resistencia a la opresión cultural que provocó la dictadura militar en Argentina, que conozco toda esa realidad de la que me enamoro y no me aparto ya de esa línea.

…trabajé con las comunidades Mayas en México, y las reservas indígenas de los Estado Unidos, las comunidades haitiana de Miami y también en Haití, también con los afro americanos. En el 2003, tuve ocasión de comenzar en Noruega con las comunidades Sami, al norte de Escandinavia. Todas esas experiencias permitieron plasmar las distintas Series de mis trabajos.

Nombras a tus series Arte y Testimonio. Ser testigo es algo que se diferencia de una posición denunciante. ¿Cómo entender entonces esa función de atestiguar?
Lo considero un testimonio de una realidad que se oculta. Cuando algunas voces afirman que «están en extinción», quizás podemos pensar que más bien se quiere eliminar a estas etnias. Hay distintas políticas que conducen a ello, ya sea la de eliminación propiamente dicha o bien por algún proceso de asimilación de los nativos. La historia muestra que siempre existió una intención de apropiación de las tierras, las cuales no solo pertenecen genuinamente a las comunidades indígenas sino, que son ellos quienes las trabajan y saben como manejarlas para mantener el equilibrio ecológico. Desgraciadamente se ha avanzado mucho en estas expropiaciones, no solo del patrimonio indígena sino también lo que esas tierras les permiten heredar, como por ejemplo el petróleo o los restos arqueológicos que pertenecer a esas comunidades y que allí se encuentran. Por eso podría decir que la denuncia no deja de estar implícita en mi testimonio. A la vez tomo mi política de acción al conectarme directamente con esas colectividades, investigar, tomar testimonio a través de fotografías y también de manera oral.

Háblanos de las series que has hecho
Mi trabajo se enfoca a investigar las culturas y las condiciones en que se mantienen las diferentes etnias. Investigue en África, América y Europa. Empecé en los ’80 con los indios del Noroeste argentino y durante más de diez años di testimonio de los Copleros de Purmamarca. Continué con la serie Hombres de Puerto, con los estibadores de Buenos Aires, por otros cinco años. Una vez radicada en Miami trabaje con las comunidades Mayas en Méjico, y las reservas indígenas de los Estado Unidos, las comunidades haitiana de Miami y también en Haití, también con los afro americanos. En el 2003, tuve ocasión de comenzar en Noruega con las comunidades Sami, al norte de Escandinavia. Todas esas experiencias permitieron plasmar las distintas Series de mis trabajos.

Los Nativos norteamericanos dicen «..Para nosotros las grandes tierras abiertas, las bellas montañas y los ríos no son salvajes, solo para el hombre blanco esto es naturaleza salvaje, para nosotros todo es bueno y manejable, la tierra es bella y generosa, nunca fue salvaje hasta que vino el hombre velludo…»

¿Podrías ofrecernos una pincelada de los testimonios que te ha dejado cada una de esas Series?
Los Sami me decían «muchos dicen que estamos por desaparecer, ¿pero por quienes? Nosotros estamos en extinción para aquellos que quieren explotar nuestra tierra, alrededor del mundo pueblos indígenas han sido exterminados. Nosotros no creamos armas ni cortes reales, solamente pedimos por nuestras tierras, sin ella nosotros no somos nada, somos la tierra, nunca vendimos nuestra tierra…..»

Los aborígenes y provincianos del puerto de Buenos Aires me decían: «Mira Anita….no estás dentro de una película, es nuestra realidad, es la historia del trabajador portuario, ¿me entiendes?, esto no es lindo, nadie sabe la miseria que estamos viviendo, esto no es conocido, actualmente vivimos en otro mundo , lo que puedes ver tu, los periódicos lo ignoran, sobre todo nuestro trabajo insalubre y los accidentes de trabajo, nunca publican eso…..no tenemos ninguna solución más que la lucha.»

Ana Candioti 02

Los Nativos norteamericanos dicen «..Para nosotros las grandes tierras abiertas, las bellas montañas y los ríos no son salvajes, solo para el hombre blanco esto es naturaleza salvaje, para nosotros todo es bueno y manejable, la tierra es bella y generosa, nunca fue salvaje hasta que vino el hombre velludo. Desde el este vino a instalar la injusticia para con nosotros y nuestras familias. Cuando los animales comenzaron a retirarse, ante la presencia del hombre blanco, en ese momento comenzó para nosotros el salvaje oeste…»

¿Por qué se te hace necesario dejar tus series siempre abiertas?
Porque mi compromiso es volver. No me es nunca posible terminar la tarea en una sola vez, ni siquiera alcanzan dos o tres entrevistas. Siempre hay más material para recoger ya que la manera en que ellos van soltando la información es muy de a poco. Eligen a algún iniciado, o pueden ser varios jóvenes, para ir pasándoles la verdadera historia de manera oral. Es algo que generalmente se hace cada dos años. Esa ancestral costumbre hace que no se acceda a la información de una sola vez ya que es milenaria.

Se trata de una cultura en la que hay mucho para identificarse, al menos en mi posición personal me identifico como seguidora, reconozco una pertenencia a esas raíces y en consecuencia formo parte del intento de recuperación de esos derechos y de ese patrimonio que han legado.

Creo que es a partir de convivir con la gente a quienes pintaste, que podes afirmar que ellos son productores y productos de su cultura. ¿Cómo entender esa doble manera de pertenecer?
Son productores de un patrimonio cultural que les pertenece absolutamente, a pesar de haber sido saqueados por nuestra civilización. Aunque la civilización los muestre de otro modo estas etnias son producto de su cultura, son nuestras raíces. Se trata de una cultura en la que hay mucho para identificarse, al menos en mi posición personal me identifico como seguidora, reconozco una pertenencia a esas raíces y en consecuencia formo parte del intento de recuperación de esos derechos y de ese patrimonio que han legado.

Hay algo que me han dicho los Afro y que da cuenta de ello. Una vez babalao africano, que vivía en Argentina y cada dos años viajaba a su ciudad de Nigeria a recoger información de sus ancianos, dijo: «Somos la cultura tradición por que nuestra raza es la madre de las razas, y quizás el principio del mundo fue en nuestra ciudad llamada IleIfe, donde las actividades de resistencia duraron todo el periodo de la esclavitud, pocos conocen esa parte de la historia: nuestra resistencia a la invasión del hombre blanco en nuestra existencia, …cada dos años, yo necesito regresar a mi ciudad para un retiro espiritual donde obtengo más información que luego se transforma en sabiduría».

Ana Candioti 03Ana Candioti – Foto: Analia Piris

Desde tus propias impresiones, ¿podrías decir algo sobre la causa que los hace producir?
Desde que el mundo es mundo, la causa de la producción es la supervivencia, la necesidad de sobrevivir. Actualmente se suma a ello la de recuperar sus tierras y el patrimonio artístico cultural. O sea, se plantea una batalla cuya causa es la necesidad de obtener el reconocimiento. Trabajo con una comunidad de bordadoras de la Península de Yucatán, Méjico, y las mujeres que trabajan hacen bordados maravillosos, dignos de admiración por la belleza de sus diseños y colores y no son ni siquiera considerados dentro de la condición de oficio. Ese producto lo confeccionan solo para sobrevivir dignamente, lo realizan desde sus propias pautas culturales y tratan de venderlo al turismo, que muchas veces tampoco esta dispuesto a pagar por ello un precio que los reconozca. Se debería hacer saber mejor a los turistas el valor artesanal de esas piezas por las que después, muchas veces pagan a precios altos en alguna tienda de la gran ciudad, sin darse cuenta de cómo ese mecanismo favorece al intermediario y no a estas culturas productoras.

En el mundo hay alrededor de 300 comunidades diferentes pero todas comparten una misma lucha. Dentro de los testimonios que recogí, la cultura maya lo dice a su modo: “Nosotros queremos seguir adelante, queremos mejorar nuestras condiciones de vida continuándola con nuestra verdadera historia, nuestras verdaderas tradiciones. Esas son también nuestras esperanzas ya que estas etnias son consideradas nuestra reserva ecológica humana.

En tus experiencias con esas comunidades, ¿podrías afirmar que hay diferentes modos de resistir a esas realidades? Seria interesante si pudieras situar cómo siguieron adelante, distintas maneras de construir una esperanza…
En el mundo hay alrededor de 300 comunidades diferentes pero todas comparten una misma lucha. Dentro de los testimonios que recogí, la cultura maya lo dice a su modo: «Nosotros queremos seguir adelante, queremos mejorar nuestras condiciones de vida continuándola con nuestra verdadera historia, nuestras verdaderas tradiciones. Esas son también nuestras esperanzas ya que estas etnias son consideradas nuestra reserva ecológica humana.»

Tu obra refleja un resto que permanece a pesar del corte de raíces. Es interesante ver que este fenómeno de desarraigo, tan propio de la posmodernidad, donde la gente se muda de ciudad, de país y de continente, corresponde también a la historia de los hombres…
Las raíces nunca se cortan, solo se pretenden suprimirlas. El desarraigo no existe, personalmente se de eso porque hace años que vivo fuera de mi país. Sin embargo, cada vez se afirma más mi línea artística, nada la pudo desviar. Creo que siempre se vuelve a las raíces porque el corte no produce nada firme, un árbol sin raíces se seca rápido. Si no nos sostenemos en las tradiciones, todo se desvanece y no se entrama el patrimonio cultural en la historia.

¿Hay algún rasgo con el que pudieras definir a las mujeres y hombres de la tierra?
El color de la piel, los surcos producidos porque están expuestos al sol, las manos fuertes que trabajan la tierra, el color del cabello que hace que se los llame, peyorativamente, cabecitas negras, sus ropas tradicionales. Pero lo que habla de la verdadera identidad de estas culturas es la sencillez y sabiduría que los caracteriza, dos cosas que vienen de la relación que ellos tienen a la tierra.

…lo que habla de la verdadera identidad de estas culturas es la sencillez y sabiduría que los caracteriza, dos cosas que vienen de la relación que ellos tienen a la tierra.

A partir de lo visto y lo pintado, ¿de qué modo se modifica tu modo de estar en el mundo?
Mi manera de vivir en el mundo es ésa, esta tarea se transformó en un estilo de vida para mí. Soy feliz cuando puedo volver a las comunidades donde encuentro los valores que me sostienen como persona y como artista. Mi casa siempre es mi estudio de arte, en el lugar del mundo en que me encuentre, y emigro cada vez que puedo mejorar mis condiciones de vida y de trabajo. En eso me parezco a los pueblos originarios. Mi vida esta dedicada a esta tarea. Desde hace muchos años vengo acumulando tanta información sobre estos temas que me siento en deuda con las comunidades que me las proporcionaron, quedan muchas cosas aun por pintar. Esa es mi forma de vida y la que deseo continuar.

Estas experiencias que vos haces no te ahorran vivir la sufriente realidad de esas comunidades que pintas. Hay mucha injusticia y dolor, ¿por qué volves a ello cada vez?
Es una tarea que empecé hace muchos años, es irreversible. Ya me hice de esta manera. La injusticia y el dolor les toca a los pobres y cuando conoces realmente esa realidad claudicar es traicionar. La lucha de los pueblos es nuestra lucha. Una vez un indígena le dijo a una investigadora que no soy yo, «si venís a ayudarnos andate, si venís a ponerte al lado y a luchar con nosotros, adelante». Esto se convierte también en mi lucha, estoy en carne viva, esa es la vida que elegí y por la que soy feliz.

La lucha de los pueblos es nuestra lucha. Una vez un indígena le dijo a una investigadora que no soy yo, «si venís a ayudarnos andate, si venís a ponerte al lado y a luchar con nosotros, adelante». Esto se convierte también en mi lucha, estoy en carne viva, esa es la vida que elegí y por la que soy feliz.

¿Cual es la proyección que crees que tienen esas culturas? ¿Habrá cambios? ¿Hacia dónde?
Las culturas no cambian, se desarrollan. Cuando se gane la batalla, que es de a poco, día a día, el desarrollo será a partir de las propias pautas culturales. Aime Paime decía que «respetar nuestra cultura es crecer con dignidad hacia todos los pueblos del mundo…»

Y vos, ¿hacia dónde te encaminas? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Mi meta de ahora en más es crearme las condiciones para ponerme a pintar hasta terminar con toda la información que acumulé en estos años hasta dejarla ya plasmada en la obra. Próximamente estaré en el Museo de la Diáspora Africana de Fort Lauderdale, en Florida, USA. Allí se exhibirán trabajos sobre la esclavitud, resistencia, luchas y liberación afro latinoamericana, con lo cual estoy investigando sobre las culturas afro de los países latinoamericanos. Tengo que ir a Chiapas y quizás a África y también esta el proyecto de pintar un mural en el Museo Peruano que se esta construyendo en Miami. Y, en el mes de marzo próximo estaré en Buenos Aires exponiendo La Serie de Mujeres de la Tierra, en el Museo de la Mujer.

Notas:
[1] Ana Candioti, Sacramento, USA. www.anacandioti.com

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