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El Lowbrow es un término utilizado para describir el movimiento underground de arte visual, que surgió en California a inicios de los años 80.
A diferencia del Highbrow que es el arte de elite que se encuentra dentro del circuito del arte, el Lowbrow no va por ese mismo circuito, sino que lo encontramos en galerías de arte especializadas en el tema, en los tatoos, en los murales de las calles, en los Rainbow Gatherings, que son reuniones que se realizan sobre un tema en particular, en determinadas fechas y lugares. Podríamos poner como ejemplo de estos eventos Burning Man o el festival de música Ultra, donde todo está asociado a un estilo y color o adaptaciones del lugar y el clima, donde todos los visitantes van disfrazados o vestidos referentes al tema en cuestión.
Los museos, críticos de arte, galerías del mainstream se han mostrado firmes con respecto al estatus del Lowbrow en el mundo de las bellas artes, y hasta la fecha en su mayoría lo han excluido. Sin embargo, esto no ha impedido que algunos coleccionistas compren obras, o que algunos artistas se hayan cambiado de vereda y expusieran en instituciones de prestigio.
Esta ausencia de reconocimiento podría deberse a que muchos artistas de Lowbrow comenzaron sus carreras en campos que normalmente no se consideran dentro de las bellas artes. Varios de ellos son autodidactas y no pasaron por el circuito de estudio convencional, lo que los aleja más del mundo de los curadores de museos y escuelas de arte.
El Lowbrow, o arte de mal gusto, también se lo conoce como Surrealismo Pop, que toma del surrealismo las imágenes dislocadas de la realidad, la narrativa fragmentada en su composición, es decir que dentro de una obra hay muchas historias contadas en imágenes agrupadas, y toma del pop el gusto de lo popular y los colores planos, sin sombras ni matices.
Las pinturas conllevan una destreza eximia, pero con una temática contemporánea que descoloca al espectador y hacen de estas un arte digno de observar, ya que, dentro de esa idea que a primera vista parece una pintura naive, dulce, aniñada, cuando el espectador comienza a mirar los detalles se encuentra con imágenes abyectas y cargadas de cinismo.
El Lowbrow también se lo conoce como Surrealismo Pop, ya que también usa las imágenes dislocadas de la realidad, la narrativa fragmentada y los colores sin sombras ni matices.
El estilo artístico gira en torno al humor, a veces con un poco de picardía o sarcasmo; y también al gusto kitsch, cuyo recargue es digno de esta cultura de consumo y de exceso en todos sus aspectos.
El termino Lowbrow fue acuñado por Robert Williams, cuya traducción al español seria “de mal gusto”. Williams creo una revista llamada Lowbrow Juxtapoz, y ha ayudado a dirigir y hacer crecer el movimiento reconociendo el estilo distintivo de la costa oeste de Estados Unidos, el cual está profusamente influido por los cómics y la cultura de los autos Hot Rod. También por los juegos de computadora y el Massurrealism de James Seehafer, que sería un arte digital donde se encuentran las mass media sumada al surrealismo y al pop art.
Una de las visualidades importantes que observamos en el Lowbrow Art es la cultura que existe, sobre todo en California, de los automóviles de colección, de carreras, así como también los que son reformados tuneados” hasta formas inimaginables, cambiando las ruedas por esas gigantes, re-tapizando sus interiores con pieles sintéticas de colores chillones y colocando luces en su base, por nombrar algunas cosas. Estilo propio de la cultura callejera y aspiracional de la clase media y baja americana.
Un aspecto que no podemos dejar de mencionar que encontramos en este arte de mal gusto es el estilo de la cultura Tiki, que surgió en los años 30 y se ha desparramado por el mundo con una idea sentimental del Pacifico del sur, particularmente Hawái y la Polinesia. En su momento, estos lugares fueron el centro del cine de oro de Hollywood, donde se enfocaba en la escenografía natural, el amor prohibido, la llegada al paraíso y el peligro potencial que determinaba las aventuras. Cuando los militares americanos volvían a sus casas luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, ayudaron a reforzar la popularidad de lo que Hollywood les había contado. A su vez la América de la post guerra vio el resurgimiento de la clase media como una fuerza económica importante que podía viajar, gracias al retorno de los vuelos a destinos exóticos que se habían suspendido por la guerra. Estos cambios hicieron que los americanos vieran a la cultura Tiki como el triunfo de conquistar el paraíso.
Por todo esto no debemos de dejar de observar el Lowborw Art como un movimiento que se ha impuesto en la cultura de masas, y que en algún momento, sin que nos demos cuenta, lo veremos montado como una de las exposiciones que no hay que dejar de ver en algunos de los museos del mundo contemporáneo.
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Felicidades por tan esplendida propuesta cultural, en el más amplio de los sentidos. Soy periodista especializado en temas de salud, amante de la literatura, de Serrat y de Sabina, liberal y progresista. Mexicano, orgulloso de todo lo bueno que le hemos dado a la humanidad, y apenado por todo lo malo que sucede en mi país.
Quisiera formar parte del equipo de Letra Urbana, y aquí les dejo mi mensaje en una botella arrojada al mar.
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