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Edición
40

La Caza del Zorro

Entrevista con Mohammed Al Samawi
Miami
En época de extremas divisiones políticas, sociales y religiosas éstas son las voces necesarias para no caer en la intolerancia y la discriminación.

Durante la reciente Feria Internacional del Libro de Miami, tres reconocidos escritores participaron en el panel La Guerra y sus Consecuencias i: Rania Abouzeid, galardonada periodista de origen libanés, quien habló sobre la tragedia de la guerra en Siria a partir de los relatos y testimonios de cuatro jóvenes en busca de libertad, tema de su libro No Turning Back: Life, Loss and Hope in Wartime Syria; Tom Sleigh quien explora la crisis global de refugiados y la capacidad del artista y los ciudadanos para confrontarla, presentando su libro The Land Between Two Rivers; y Mohammed Al Samawi, quien bien podría ser uno de los sujetos a quien los otros dos intentan representar y narró detalles de su escape de Yemen que hacen parte de su nuevo libro The Fox Hunt: A Refugee’s Memoir of Coming to America, recientemente traducido al español bajo el nombre La Caza del Zorro, editado por Harper Collins.

La singular historia de Mohammed se convierte en uno de esos casos donde la realidad supera a la ficción. La Caza del Zorro, una conmovedora historia personal y un angustiante escape de una absurda situación de guerra, está siendo llevada a la pantalla por el productor de La La Land, Marc Platt, con guion de Josh Singer, conocido por Spotlight.

La historia de Mohammed está marcada por una traumática infancia. Desde niño sufrió una parálisis que le atacó la mitad de su cuerpo, hecho que lo hizo sentir siempre diferente. Pero hoy en día reconoce que la razón por la que él, entre todos los de su familia, su circulo social, su ciudad natal y su país, sea el único que haya podido escapar, radica precisamente en esa misma discapacidad que tanto lo hizo sufrir.

Apartado de las actividades normales que realizaban los otros niños, sus padres se vieron obligados a encontrar una salida que compensara su situación de aislamiento y frustración. No pudiendo correr ni jugar fútbol, ni practicar ningún otro deporte, lo impulsaron a sobresalir por el lado intelectual.

Mohammed encuentra mas similitudes que diferencias entre estas religiones que empieza a explorar, y decide convertirse en un activista por la paz 

Mohammed, educado bajo estrictas normas musulmanas que consideran a cristianos y judíos como el enemigo, decide aprender inglés, y con ello se le abre una ventana al mundo exterior. Cuando su profesor de inglés le entrega una Biblia para leer, a cambio del Korán que Mohammed le proporciona como pasaporte para salvar su alma, se expone a dos mundos que siempre le fueron negados: el cristiano y el judío. Contrario a todo lo aprendido previamente, Mohammed encuentra más similitudes que diferencias entre estas religiones que empieza a explorar, y decide convertirse en un activista por la paz, hecho que no le resulta nada fácil.

Pronto llegan las amenazas de muerte, y se ve forzado a salir de Sanaa hacia Aden en el sur del país. Estando allí estalla la guerra de Yemen, que se ha convirtido en una de las mas crueles de la historia contemporánea. Financiada por Irán y Arabia Saudita, poderes externos con sus propios intereses en la región, implantan divisiones étnicas nunca existentes en el país.

Mohammed, que viene del norte, se encuentra de repente sentenciado a muerte por su origen chiita. Escondido en el baño de su apartamento y esperando lo peor, decide recurrir a las redes sociales para pedir ayuda. Logra conectarse con algunos conocidos y otros desconocidos que sin tener lazos entre sí orquestan un escape que, si lo encontramos en una novela, resultaría difícil de creer.

Una vez logra salir de Yemen, llega a Djibouti en África, y de allí a Estados Unidos, invitado por el American Jewish Comitee (AJC) para hablar sobre la paz, y es durante una de estas charlas que surge la idea de hacer una película y de escribir el libro basado en sus memorias.

 

Cuéntanos un poco sobre el origen del libro.
Recién llegué a los Estados Unidos estaba muy asustado de hablar. Me sentía que aun estaba en el Medio Oriente, con las restricciones y las persecuciones propias de la región. Yo quería trabajar en Starbucks, o algo por el estilo, en vez de estar contando mi historia. Pensaba que si hablaba me iban a matar, hasta que me di cuenta que acá es diferente, y existe libertad para expresar lo que uno piensa. Primero surgió la idea de la película, y mas adelante el libro.

El libro ha sido traducido a siete idiomas hasta el momento. ¿Por qué resulta tan importante?Hay cuatro razones por las que el libro es importante. La primera es que ser diferente puede ser una bendición. No debemos avergonzarnos por tener alguna discapacidad. Cuando yo crecí estaba bravo con Dios por mi condición de discapacitado, pero es precisamente ésta la razón por la que estoy hoy día acá. Quiero que la gente vea que hay oportunidades y que, si no las ven en el presente, pueden estar por venir en el futuro.

No todo lo que aprendemos en el colegio es cierto. No todo lo que oímos en un templo, una mezquita, una sinagoga o una iglesia es necesariamente cierto. No todo lo que leemos en los medios sociales es cierto  

El segundo mensaje es que las cosas pequeñas tienen importancia. Las cuatro personas que me ayudaron no tienen grandes negocios, y no son expertos en operaciones militares, pero por su dedicación y porque creyeron en mi y querían mi libertad, en 15 días fueron capaces de hacer lo que hicieron, moviendo los hilos necesarios para que la operación funcionara. Me sacaron de un lugar que estaba en guerra, con las presiones y amenazas de grupos como los huties y Al-Qaeda. Y estas cuatro personas estaban muy lejos, no solo de mi, sino entre ellos, y todo se dio por contestar un posteo que yo puse en Facebook.

Otro punto que quiero resaltar con el libro es que no todo lo que aprendemos en el colegio es cierto. No todo lo que oímos en un templo, una mezquita, una sinagoga o una iglesia es necesariamente cierto. No todo lo que leemos en las redes sociales es cierto. Si yo hubiera creído todo lo que me enseñaron cuando estaba en el colegio en Yemen, con los mensajes de odio, yo no sería la persona que soy hoy en día. Hay que leer, hay que investigar, hay que buscar la verdad.

Finalmente, y lo más importante, es la libertad de expresión. Cuando llegué a este país la gente me preguntaba que es lo que más me había impresionado, si era la comida, los carros, o los edificios. Pero no, para mi lo más admirable de este país fue descubrir que había libertad de expresión; poder decir lo que uno quiere sin que nadie venga a matarte. Desafortunadamente lo que pasó con el periodista Jamal Khashoggi es una situación crítica, que me produce preocupación como activista por la paz, porque él era un residente americano, como lo somos muchos de nosotros. Yo vengo de Yemen donde hay una guerra en parte financiada por Arabia Saudita. Entonces, como activista por la paz, me siento preocupado si no se toma una posición respecto a este caso.

¿Cómo es la situación actual en Yemen?
En este momento Yemen es como una gran cárcel. Los sauditas no dejan que la gente salga del país. La gente piensa que yo tengo una gran historia, pero yo no considero que la tengo. Pienso que fui afortunado en poder salir y hablar. Pero allá hay miles de personas, cada una con una historia tan o mas importante que la mía. Yo estuve 15 días en la guerra, pero hay gente que la ha vivido por tres años y tienen mensajes mucho mas significativos, pero no pueden hacer oír sus voces porque no tienen los canales y la apertura que tuve yo. Espero que un día no muy lejano la guerra termine, y podremos oír estas increíbles historias.

¿Cómo ves tu historia en relación con lo que se ha descubierto en este momento sobre Facebook?

….si Dios nos dio la mente es porque debemos pensar

Lo que hay que entender es que, en países como Yemen o Arabia Saudita, si no es por plataformas como Facebook, la ciudadanía estaría limitada a una sola fuente de información. Por ejemplo, si uno lee los periódicos en Yemen o si uno ve televisión, siempre es la misma propaganda, la misma versión de los hechos. Estamos limitados a la propaganda del gobierno o de los extremistas. En mi caso, Facebook fue lo que me permitió conectarme con personas judías y cristianas de otros países, y con un simple clic pude hablar con gente de Israel y de Estados Unidos. Fue así como pude contactar otros activistas de otras partes del mundo y me pude dar cuenta que no estaba solo, que había otros en la misma situación que yo, que estaban haciendo lo mismo que yo.

No todo lo que oímos en un templo, una mezquita, una sinagoga o una iglesia es necesariamente cierto. No todo lo que leemos en los medios sociales es cierto. [/destacado]Así que como activista pienso que Facebook es una herramienta importante para comunicarse con el mundo de afuera. También para informar al mundo exterior de lo que pasa durante la guerra, cuántos bombardeos ha habido, y quienes murieron. Pero como todo, FB tiene cosas buenas y malas.

Si la religión es la causa de tantas guerras, y siendo un pacifista, ¿crees todavía en la religión?
Yo soy musulmán, y me siento orgulloso de serlo. Cuando yo estaba en Yemen siempre estaba haciendo preguntas y tratando de resolver dudas acerca del islam. Pero la respuesta de los imames era que no debemos cuestionar a Dios, que solo debemos creer en lo que Dios quiere. Pero mi respuesta siempre ha sido que si Dios nos dio la mente es porque debemos pensar. Entonces soy un musulmán orgulloso, pero a la vez crítico de los pensamientos radicales. Por ejemplo, respecto a la cuestión de la mujer, me pregunto por qué una mujer no puede rezar como un imam. ¿Por qué otras religiones si lo permiten? Mi forma de pensar respecto a esto ha cambiado mucho de hace tres o cuatro años para acá.

Pero pienso que la mayoría de las guerras, por ejemplo, en Yemen o en Siria, son guerras por motivos políticos o económicos. Sin embargo, usan la religión como excusa para separar la gente. En Yemen nunca hubo discriminamos entre chiitas y sunitas. En 2014 entran Irán y Arabia Saudita y crean la división.

La historia de Mohammed merece ser estudiada por el mundo entero. Su mensaje de paz y de reconciliación, tanto con uno mismo como con el prójimo, es esperanzador. En momentos como el actual, cuando las divisiones políticas, sociales y religiosas se hacen cada vez mas extremas, son éstas las voces necesarias para recapacitar y no caer en el peligro de la intolerancia y la discriminación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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