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La OECD (Organization for Economic Cooperation and Development), una organización de cooperación internacional que trabaja para mejorar las políticas económicas y sociales reconoce que la igualdad de la mujer, en ambos aspectos, son un prerrequisito para un desarrollo sostenible. Y, considerando que la mitad de la población del planeta somos mujeres es fácil coincidir con esto.
El Banco Mundial, en su séptima, de una serie anual de estudios, “Women, Business and the Law 2021”,* mide las leyes y las regulaciones que afectan las oportunidades económicas de las mujeres en 190 países. Su presidenta interina, Cristiana Georgieva, al inicio de este estudio dijo: “La igualdad de género es un componente crítico para el crecimiento de la economía”.
El estudio se estructuró alrededor de 8 indicadores, movilidad, lugar de trabajo, salario, matrimonio, maternidad, pensión, inversión y emprendimiento, durante 2019 y 2020. Solo 90 economías demandan una remuneración igual para el hombre y la mujer, por un trabajo equivalente. Solo 27 países han implementado reformas que apuntan a la igualdad de oportunidad entre los 8 indicadores mencionados.
Esta información coincide con OECD en que lograr igualdad de género, requiere de un activismo político que provoque cambios legislativos, ya que una correcta legislación puede afectar positivamente la vida de las mujeres.
El Banco Mundial, que viene monitoreando los avances y cambios legales que afectan el trabajo y la igualdad de género en la última década, encuentra que Bélgica, Francia, Dinamarca, Latvia, Luxemburgo y Suecia, son los únicos países donde la mujer tiene igualdad de condiciones para trabajar y vivir. Pero, hasta hace apenas 10 años no había un país que otorgara a la mujer y el hombre los mismos derechos legales.
Otro estudio realizado por la ONU Mujeres, Hechos y cifras: Empoderamiento económico, confirma que cuando el número de mujeres ocupadas aumenta, las economías crecen y, cuando la disparidad entre la participación laboral del hombre y la mujer se reduce, el crecimiento económico es más rápido. Es decir, que el empoderamiento económico de las mujeres es también un buen negocio.
La mayoría de los trabajos a los que la mujer accede, por ejemplo, las empleadas domésticas, los trabajos con actividades de baja productividad y en el sector informal, en su mayoría reciben remuneraciones bajas y sin beneficios.
Debido a la pandemia, se ha expuesto y aumentado globalmente la desigualdad de género.
El Informe Sobre Desarrollo Humano, 2012, detalla que la mujer ocupa, por lo menos, entre una y tres horas al día más que el hombre al cuidado de su hogar y su familia; y de una a cuatro horas menos en actividades de mercado**. Es la mujer la que mayoritariamente lleva la carga de los servicios sociales y de salud. La mujer ocupa muchas más horas que el hombre en realizar tareas domésticas no remuneradas.*** Más de 2 millones de mujeres, en Los Estados Unidos están desempleadas a raíz del COVID19. La población masculina desempleada también aumentó, aunque en menor número que la femenina, y la población de color.
El Banco Mundial, que viene monitoreando los avances y cambios legales que afectan el trabajo y la igualdad de género en la última década, encuentra que Bélgica, Francia, Dinamarca, Latvia, Luxemburgo y Suecia, son los únicos países donde la mujer tiene igualdad de condiciones para trabajar y vivir. Pero, hasta hace apenas 10 años no había un país que otorgara a la mujer y el hombre los mismos derechos legales.
Estados Unidos no está al nivel de igualdad de género como lo están la mayoría de los países europeos, donde los días de maternidad son de 90 días hasta un año, sin riego de perder su trabajo, y las guarderías para niños inician a los 12-24 meses de edad, sin costo y con muchos otros beneficios. En las compañías con menos de 50 empleados, la mujer no tiene derecho a licencia por maternidad. Dos de cinco mujeres no califican para la licencia por maternidad, lo que contribuye a la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres.
La Licencia por paternidad en los Estados Unidos deja mucho que desear también. Un estudio en 2017 conducido por El Bureau de Estadísticas de Trabajo encontró que solo 13% de los empleados de la industria privada tiene acceso a licencia de familia paga (PFL), lo que convierte en el único país desarrollado que no ofrece este beneficio a sus ciudadanos.
En enero de 2021, 50 mujeres y hombres prominentes del país firmaron la propuesta de Marshall Plan For Moms. Este es un plan para que la mujer recobre su trabajo, pero además propone igualdad de salarios, permiso familiar pago, guarderías accesibles y reapertura de colegios cinco días de la semana.
Pero, se necesitan cambios en legislación del país para que también las empresas privadas cambien su cultura por una más empática hacia la mujer.
The Mom Project es una propuesta cuya fundadora, Allison Robinson, señala que si las mujeres trabajan en buenos términos es bueno para las familias, es bueno para los negocios y es bueno para todos. La empresa cuenta con 300,000 miembros en su network y 2,000 compañías afiliadas y está dedicada a ofrecer posiciones a las mujeres que desean regresar a la fuerza laboral luego de la maternidad; y a las compañías les brinda la oportunidad de desarrollar una cultura empresarial que apoye las necesidades de la mujer.
En febrero de este año, The Mom Project auspició el panel Moms Success Factor: How Moms make Workplaces better, en el que participaron mujeres-profesionales-madres. Las ejecutivas Elizabeth Spector Louden, Etsy, D’Yanna Craighead, Disney, Smita Pillai, Zendesk y Rebecca Henderson, Randstad, compartieron sus experiencias acerca de cómo maniobrar con sus carreras y la familia al mismo tiempo. Y expresaron que, definitivamente, en las compañías debe cambiar la cultura por una que defienda, proteja y facilite a la mujer herramientas para que pueda ser eficiente como trabajadora y como mamá.
Comienza a aparecer una nueva tendencia en algunas empresas, la mayoría de tecnología -como Google e IBM-, que entre sus beneficios ofrecen de 14 a 20 semanas de licencia por maternidad a la mujer y un promedio de 7 semanas para el hombre, habitaciones para las empleadas-mamá en las oficinas, ayuda financiera para gastos legales de adopción y tratamientos de fertilidad. ¿Será que estas compañías innovadoras han notado que es lo políticamente correcto, o será que ya pueden reconocer las necesidades singulares que tienen las mujeres para continuar contribuyendo, y aumentar el éxito de las empresas?
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Un comentario
Excelente trabajo me encanto leer y saber que las mujeres también tienen derecho a todos los beneficio Muy buena traducción al español felicitaciones soledad