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Edición
24

Garciliano Ramos. Política y escritura

San Pablo
La literatura y el pensamiento crítico de Garciliano Ramos en la 11ª Fiesta Literaria Internacional de Paraty (FLIP), Rio de Janeiro

Letra Urbana estuvo en la FLIP de Paraty. En el encuentro entre Wander Melo Miranda, Lourival Holanda y Erwin Torralbo Gimenez, con la excelente mediación de José Luiz Passos, capturamos las reflexiones de estos especialistas en la mesa homenaje a Garciliano Ramos1, “Política da Escrita”.

Garciliano nos ofrece una lectura del mundo y por medio de sus textos comparte su gran interés por el lenguaje, la compasión por el hombre, los excluidos y los oprimidos. Miranda asegura que es la mezcla de emoción y contención lo que da belleza a su literatura, por ello no es un autor para leer tranquilamente “es un golpe en el estómago”.

“Los infelices habían caminado todo el día, estaban cansados y hambrientos. (…) Hacía horas que buscaban una sombra. (…) El viaje siguió, más lento, más arrasado, en un enorme silencio. Sin su compañero, la cachorra Baleia tomó el frente del grupo. Arqueada, con las costillas a la vista, corría jadeando, con la lengua fuera de la boca. Y de tanto en tanto se detenía, esperando a las personas, que se retrasaban. Aún en la víspera eran seis vivientes, contando con el papagallo. Pobrecito, murió en la arena del río, donde habían descansado, en borde de un charco: el hambre apretaba demás…”

Fragmento de “Vidas Secas”

Es un escritor que consigue juntar y ordenar las líneas de fuerza que estaban dispersas, un clásico por el rigor de la construcción del lenguaje y un modernista por el sentimiento de negatividad. Poseedor de un carácter crítico y comprometido con el arte de escribir, con la literatura en su función ética, con un sujeto vuelto hacia sí mismo. Su obra también demanda al lector el compromiso con la literatura, y se ha mantenido después de 80 años.

Para Holambra: revive el sentimiento de un mundo marcado por la violencia, por la rigidez, pero también ahí se encuentra la génesis de su sensibilidad. Un autor que con sus lecturas corre una cortina que devela la magia del mundo e invita a la apertura de espacios para que el silencio del otro se perciba, siendo esa la marca de su política. Su legado es despertar el espíritu crítico en la sociedad. Él no trae el modelo de sociedad, pero sí, deja abierta la posibilidad de renovación de lo real.

El poder de la palabra creativa se diferencia del discurso, que es encierro y adoctrina, es preciso conocer la gramática, pero sin creación no hay arte. El laboratorio del científico se parece al del poeta quien robando el leguaje a la calle y lo somete a una reorganización del mundo. Esto es lo que hacía Garciliano con su escritura. La política impone sus sueños mientras que la literatura los propone para una incursión de lo real.

Su legado es despertar el espíritu crítico en la sociedad. Él no trae el modelo de sociedad, pero sí, deja abierta la posibilidad de renovación de lo real.

Garciliano Ramos, nacido en Alagoas, Brasil en 1892. Primogénito de dieciséis hermanos, llevados a Buíque, Pernambuco, por su padre a vivir en una hacienda donde la sequía mató todo el ganado. Con 18 años se va a vivir a Palmeira dos Indios, para trabajar en la casa comercial de su padre, pero la vida de comerciante no le agrada. En la búsqueda consigue un puesto como periodista en Rio de Janeiro. Por una tragedia familiar debe dejar por cinco años de colaborar en los periódicos.

Se casa en 1915 con María Augusta de Berros, quien muere en 1920 debido a complicaciones de parto.Para finales de 1920 se casa con Heloísa Leite de Medeiros, con la que tendrá otros cuatro hijos. Para 1925 concluirá su romance “Caetés”. Será intendente de Palmeira dos Indios, redactor y periodista. Preso publicará otro romance “Angustia”. Publicará también algunos de sus cuentos en el diario argentino La Prensa, entre los que figura “Baleia”, que formará parte de la edición de “Vidas Secas” uno de los títulos más importantes del autor.Publicará también “Infancia” y “Insônia”.

Muere el 20 de marzo de 1952, en Rio de Janeiro.

Después de su desaparición se publicaron dos obras póstumas: “Memorias do Cárcere” (1953) y “Viagem” (1954).

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