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Hace 32 años asistíamos a un escenario mundial muy distinto al de nuestros días. El proceso por el cual la comunicación e interdependencia entre los países del mundo aun no había unificado los mercados y las culturas y, las transformaciones sociales, económicas y políticas que llegaron con la globalización, aun no habían tenido lugar.
Sin embargo, muchas de las ciudades de los Estados Unidos, ya estaban alcanzadas por un fuerte rasgo cosmopolita. Por aquella época, hubo una situación anecdótica que aconteció en la ciudad de Fort Lauderdale, Florida, que cristaliza la fuerza con la que ya pujaba esa apertura cultural y que además, fue el origen del Broward Internacional Women´s Club.
En 1975 el honorable Cónsul de Ecuador, la señora Olga Guilman, tuvo un encuentro con quien en ese momento era el Major the Fort Lauderdale, el señor Clay Shaw. En aquel momento Clay Shaw se encontraba en una reunión con representantes de diversos países y necesitó ser asistido por traductores para llevar a cabo su tarea. Fue en esa ocasión que el señor Shaw le sugiere a la señora Guilman que se creara un Club Internacional para promover la ciudad de Fort Lauderdale y para facilitar las relaciones entre los diplomáticos extranjeros y la gente de negocios.
De ese modo comenzó el Broward International Women’s Club (BIWC). La señora Guilman ha sido su primer Presidente entre 1975 y 1978. El club se emprendió con 10 miembros pertenecientes a 6 diferentes países.
…la misión que se ha propuesto el BIWC, mucho antes de que se produzcan estos efectos amenazantes de la globalización, ya trabajaba en post de la oportunidad de diversificar y relacionar las costumbres, de enlazar lo diferente de cada cultura para tejer la trama de la diversidad…
BIWC es una organización sin fines de lucro y quienes lo integran son mujeres nacidas en el exterior de los Estados Unidos así como también las de este país. El propósito de esta institución es promover un mejor entendimiento entre los diferentes países del mundo y compartir entre sus miembros los conocimientos heredados, las diversas lenguas, las costumbres y distintas expresiones de cada cultura.
Los miembros de BIWC se reúnen desde septiembre a mayo tanto para trabajar así como también, en la variedad de eventos sociales que organizan.
De este modo, BIWC cumple su segundo objetivo que es recaudar fondos para proveer becas a los estudiantes extranjeros que quieran formarse en los Estados Unidos. La mayoría de los recursos colectados se destinan a los estudiantes internacionales de Nova Southeastern University (NSU).
Cada año el Board de BIWC hace una selección rigurosa de un número de estudiantes merecedores de esas becas así como también se eligen, a 5 mujeres cuyo trabajo represente un aporte significativo a la comunidad de la Florida.
En 2006, el International Women Merit Award fue otorgado a la señora Columba Bush, Past First Lady of Florida, a la señora Diana Wasserman-Rubin, Broward Commisioner, a la señora Kamala Anadam, Ed.D, Committee Chair for the International Affairs for the State of Florida,a la señora Guithele Ruiz-Nicolas, Broward Country Commission on the Status of Women y a la señora Nuccia McCormic, Chair emeritus of Greater Fort Lauderdale Sister Cities Inernational.
El pasado 9 de Noviembre, en el Signature Grand, tuvo lugar la Noche de todas las Naciones. En esta gala anual el BIWC conjuntamente con el Presidente de Nova Southeastern University, Ray Ferrero,Jr., el Board of Trustees, Faculty and Staff Members de NSU, han hecho entrega de los premios 2007. En esta ocasión se ha destacado el mérito de la labor de Josie Bacallao (Cuba), President and CEO de Hispanic Unity, de Maria Antonietta Diaz (Venezuela), Founder and CEO de GBS Group, de Mercedes Henriksson, Weston City Commissioner, de Linda Danoff (Canada), Chair of the Nova Southeastern University, Center for Psychological Studies y de Mónica Prandi (Argentina), Founder and Editor in Chief de la revista Letra Urbana.
32 años después, en una época de discriminaciones, prejuicios, aislamiento y violencia hacia la heterogeneidad, hacerle un buen lugar a lo extraño y diferente para construir algo en común, se ha convertido en algo necesario.
Cuando la globalización avanza homogeneizando las diferencias se corre el riesgo de que la integridad de las culturas se pierda. Sin embargo la misión que se ha propuesto el BIWC, mucho antes de que se produzcan estos efectos amenazantes de la globalización, ya trabajaba en post de la oportunidad de diversificar y relacionar las costumbres, de enlazar lo diferente de cada cultura para tejer la trama de la diversidad, sin importar cuan influyente es cada una sino que todos los hilos culturales tejen la trama.
La creación del BIWC, quizás pueda leerse retrospectivamente como un paso temprano orientado por el espíritu del Multiculturalismo, porque no le ha faltado la visión acerca de la importancia de hacer lugar a las diferencias culturales para lograr una coexistencia y no un fenómeno de rechazo.
El BIWC es también una estrategia de intervención sobre las creencias etnocéntricas de superioridad, tan propias del hombre, ya que su labor se concentra en fertilizar un terreno confiable, que aliente el intercambio y el buen contacto con lo desconocido.
32 años después, en una época de discriminaciones, prejuicios, aislamiento y violencia hacia la heterogeneidad, hacerle un buen lugar a lo extraño y diferente para construir algo en común, se ha convertido en algo necesario.
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