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Edición
09

Acerca del Bilingüismo

Miami
El fenómeno del bilingüismo ha sido investigado por distintos campos del conocimiento, como la lingüística, neurología, sociología, antropología y psicología. En una entrevista, la Dra. Edith Shiro nos invita a explorar importantes cuestiones relativas a las maneras que la persona bilingüe se comunica y procesa las informaciones tanto racionalmente, como afectivamente.

¿Cómo pensar el lenguaje? ¿Es un código que permite acceder y transformar el conocimiento o se lo considera en el origen mismo de la estructura del pensamiento?

Hay autores que sugieren que los individuos bilingües poseen más de un modelo o patrón a través del cual organizan e interpretan lingüísticamente su mundo. Yo apoyo la hipótesis de que, dependiendo de la edad de desarrollo y contexto sociocultural de adquisición de la lengua, ésta puede estar asociada a aspectos emocionales específicos, y puede detonar experiencias afectivas que difieren de la lengua adquirida secundariamente, que a su vez tiene sus propios aspectos emocionales asociados a ella

Dentro de la literatura especializada, esta pregunta no sólo ha sido muy difícil de responder, sino que ha sido motivo de discusiones y posiciones encontradas entre los científicos. El tema se complica aún más cuando lo aplicamos al fenómeno del bilingüismo, ya que contamos con dos sistemas de lenguaje y de pensamiento diferentes que interjuegan. Otro modo de formular la pregunta sería: ¿hay una única «mente» que codifica todas las experiencias, para la cual las lenguas son sólo instrumentos de codificación y decodificación, o es la lengua a través de la cual se adquiere la información una parte de la representación de la misma en la mente, modificándola dependiendo de cuál sea la lengua utilizada?

Hay trabajos que han demostrado que el lenguaje tiene un rol fundamental en la organización cognitivo-afectiva de la experiencia. De acuerdo a la visión tradicional del determinismo lingüístico como la que da Sapir en 1929, Vigotsky en 1988 o Whorf en 1940, el lenguaje no es meramente una colección de símbolos verbales para comunicar ideas, sino que representa un modelo o un patrón a través del cual las personas organizan sus mundos. Por lo tanto, nosotros como individuos vemos, oímos y experimentamos de determinado modo porque la lengua correspondiente a nuestro contexto sociocultural nos predispone a ciertas elecciones de interpretación y significados.

De acuerdo con su experiencia clínica, ¿es posible establecer alguna característica especial en el modo en que se comunica una persona que habla dos lenguas?
Hay autores que sugieren que los individuos bilingües poseen más de un modelo o patrón a través del cual organizan e interpretan lingüísticamente su mundo. Yo apoyo la hipótesis de que, dependiendo de la edad de desarrollo y contexto sociocultural de adquisición de la lengua, ésta puede estar asociada a aspectos emocionales específicos, y puede detonar experiencias afectivas que difieren de la lengua adquirida secundariamente, que a su vez tiene sus propios aspectos emocionales asociados a ella. En palabras de Perez Foster [2] podemos decir que el lenguaje se adquiere ante un cierto contexto socio-cultural, objeto relacional, elementos intrapsíquicos y psicolingüísticos que, dan como resultado significantes únicos de representaciones que puede hacer el yo. Estas representaciones yoicas son internalizadas en el momento respectivo de adquisición y uso del lenguaje.

¿Toma alguna importancia el momento en que se adquiere una segunda lengua?
Hamers y Blanc han definido al bilingüismo en términos de la edad de adquisición y organización cognitiva, dado que estas dimensiones son operacionales y pueden ser utilizadas para la investigación empírica. Una individuo bilingüe que adquiere ambas lenguas al mismo tiempo, antes de la edad de 11 años, es llamado bilingüe simultáneo, mientras que aquel que adquiere la segunda lengua luego de la adquisición de la lengua materna es llamado bilingüe consecutivo.

Cuando una persona habla más de una lengua, ¿de qué modo incide esto en la formación de la representación y el armado de una significación de las palabras?
En relación a la representación y significado cognitivos, los bilingües son considerados capaces de organizar la información en dos niveles distintos, pueden tener un sistema de lenguaje compuesto o un sistema de lenguaje coordinado. Para el bilingüe compuesto, el significado de una palabra tiene una representación común en ambas lenguas, hay una interdependencia semántica entre dos códigos bilingües. Para el bilingüe coordinado, una palabra tiene dos representaciones diferentes, un significado en cada lengua.

…el significado que el niño atribuye a las palabras está íntimamente relacionado a la situación creada entre el adulto y el niño, en el contexto de sus experiencias compartidas. La adquisición del lenguaje/significado de las palabras parece ser una función del yo y del otro experimentando el mundo, juntos. El significado del lenguaje se organiza entonces en base a la situación y a la persona con la cual y de la cual se aprendió el significado de la palabra.

Perez Foster reconoce el hecho de que los bilingües coordinados puedan tener la capacidad cognitiva para desarrollar dos sistemas lingüísticos distintos, como el fenómeno de interdependencia del lenguaje. Este fenómeno se refiere a la capacidad de algunos individuos bilingües de mantener y operar dos sistemas de lenguaje separados. En el tratamiento de bilingües coordinados, el fenómeno de interdependencia del lenguaje puede resultar en la falta de disponibilidad de material importante en una lengua determinada. [3]

En el campo de la neurología y la neuropsicología, algunos estudios como los de Albert and Obler, Hakuta y Vaid, han observado la topología general de la mente bilingüe, y los descubrimientos sugieren que la persona bilingüe almacena porciones de ambas lenguas en sistemas organizacionales separados en el cerebro. Estos descubrimientos están directamente relacionados con la noción de independencia del lenguaje y el fenómeno del sistema bilingüe coordinado. La «hipótesis del sistema dual» de Paradis (1977) describe las variaciones en el mapeo del cerebro, en la que las dos lenguas del bilingüe son representadas en áreas del cerebro yuxtapuestas pero separadas. Además, ha sido posible diferenciar áreas corticales del cerebro que son específicas para cada lengua, así como otras áreas en las que ambas se encuentran representadas. Entonces, podemos inferir diferencias en la organización cognitiva del lenguaje que depende de diferencias en representaciones neurales en el cerebro.

¿Cuáles son las implicaciones del bilingüismo que usted considera en la construcción del mundo sensible y afectivo de quien habla?
El campo psicolingüístico ha echado luz en el proceso de cómo se adquiere una lengua, tanto la materna como la segunda. Esta perspectiva muestra cómo la adquisición del lenguaje en el niño es, desde una edad temprana, una experiencia de continuo desarrollo, con eventos interpersonales donde el lenguaje tiene un rol en la simbolización de experiencias externas y estados internos del yo. En otras palabras, el significado que el niño atribuye a las palabras está íntimamente relacionado a la situación creada entre el adulto y el niño, en el contexto de sus experiencias compartidas. La adquisición del lenguaje/significado de las palabras parece ser una función del yo y del otro experimentando el mundo, juntos. El significado del lenguaje se organiza entonces en base a la situación y a la persona con la cual y de la cual se aprendió el significado de la palabra.

En el caso de los bilingües, cada lengua está asociada a relaciones con otros significativos, integrándose entonces relaciones objetales tempranas a la lengua específica en que fueron codificadas. Cada lengua remite a la relación con aquellos otros significativos que ofrecieron determinados símbolos verbales para dar forma a las experiencias internas y externas del yo. La literatura sugiere que las diferentes lenguas son poderosos organizadores de la experiencia cognitiva y afectiva, que permiten la expresión, represión, aislamiento y disociación de material de carga afectiva.

Perez Foster propone que el hablante bilingüe posee diferentes representaciones de su yo que estarían organizadas alrededor de la lengua a la que corresponden. Esta idea parece derivar de la noción de que los bilingües que poseen un sistema de lenguaje coordinado cuentan con representaciones distintas para cada lengua, a diferencia de los bilingües compuestos que tendrían una representación común a ambas lenguas.

Esta es una tesis que introduce la idea de que cada lengua es única al evocar la experiencia relacional y el contexto sociocultural existentes en el momento de su adquisición y uso tempranos. Podemos también decir que la adquisición de una lengua implica aprender tanto los símbolos verbales como la experiencia afectiva con el otro que presenta estos símbolos. En el caso de los bilingües, cada lengua está asociada a relaciones con otros significativos, integrándose entonces relaciones objetales tempranas a la lengua específica en que fueron codificadas. Cada lengua remite a la relación con aquellos otros significativos que ofrecieron determinados símbolos verbales para dar forma a las experiencias internas y externas del yo.

La literatura sugiere que las diferentes lenguas son poderosos organizadores de la experiencia cognitiva y afectiva, que permiten la expresión, represión, aislamiento y disociación de material de carga afectiva. [4]

Cuando se aprende una segunda lengua, ¿ésta llega realmente a alcanzar el mismo valor a nivel de lo sensible que el de la lengua madre?
Algunas teorías sugieren que la segunda lengua es utilizada frecuentemente para intelectualizar material emocional, aislar el afecto y disociar la angustia. Esto se explica si la adquisición de la segunda lengua es vista como un proceso racional de aprendizaje, libre de experiencias tempranas sensoriales y afectivas. Javier y Marcos han propuesto que la elección de una lengua en quien es bilingüe, puede funcionar como un mecanismo adaptativo para lidiar con experiencias traumáticas o emocionalmente intensas.

Otro tema en referencia a los bilingües es el efecto de aislamiento afectivo. Uno de los mencionados autores que ya han pensado la cuestión, afirma que la falta de destreza en la segunda lengua adquirida puede causar aislamiento afectivo, ya que requiere una traducción constante o un proceso de doble codificación. Los pacientes bilingües parecen incapaces de integrar afecto y experiencias que han sido codificados en la lengua madre cuando estos eventos son narrados en la segunda lengua (Salgado). Por consiguiente, los sentimientos tal como fueron experienciados en la lengua madre del paciente no están disponibles para la examinación cuando la psicoterapia es conducida en la segunda lengua. Sin embargo, este aislamiento emocional puede facilitar el acceso a material que sería insoportable recordar en la primera lengua, facilitando entonces el proceso terapéutico.

…diferentes códigos lingüísticos pueden estar asociados a diferentes experiencias del yo. Este fenómeno está relacionado con los pacientes bilingües y parece tener implicancias importantes para la psicoterapia.

Otra razón para la no disponibilidad de un contenido específico durante la sesión terapéutica podría ubicarse en la disociación del contenido emocional de un pensamiento o experiencia verbalizados. Vemos entonces al paciente relatar material de fuerte carga emocional pero sin expresión de la verdadera emoción que le corresponde.

Esto nos conduce a pensar que diferentes códigos lingüísticos pueden estar asociados a diferentes experiencias del yo. Este fenómeno está relacionado con los pacientes bilingües y parece tener implicancias importantes para la psicoterapia.

Los pacientes bilingües generalmente buscan ayuda psicoterapéutica por razones que nada tienen que ver con conflictos de identidad asociados al lenguaje, y generalmente la dualidad yoica relacionada con el lenguaje es traída por el paciente como material analítico sólo en etapas avanzadas del tratamiento.

Según su prática como terapeuta, ¿que relación encuentra entre esta doble ligazón a la lengua y lo cultural?
En un intento de equiparar la lengua al comportamiento cultural, algunos autores han argumentado que la «personalidad dual» simplemente refleja un caso de biculturalismo, ya que un contexto social y linguístico específico provoca un cambio en el comportamiento social esperado. Sin embargo, se ha sugerido que la lengua otorga una función más mutante que organiza y almacena experiencias cognitivas y afectivas de un modo más dominante que simples diferencias de comportamiento según la situación social.

Para concluir, ¿qué podríamos agregar acerca de la función que tiene el hecho de hablar dos lenguas en la configuración psíquica del hablante?

El bilingüismo es una experiencia compleja que toca núcleos centrales de la integridad del paciente y de su sentido del yo.

En resumen, la lengua parece tener una función organizacional y mutante en el proceso cognitivo y psicodinámico del paciente bilingüe. El campo del uso de la lengua de un hablante bilingüe tiene una función psíquica dinámica y activa, ya que la lengua puede regular la disponibilidad consciente de material interno y conflictivo, así como también la disociación y aislamiento de material cargado afectivamente. Además, un hablante de dos o más lenguas experimenta distintas representaciones internas del yo que están conectadas a cada una de sus lenguas adquiridas.

El bilingüismo es una experiencia compleja que toca núcleos centrales de la integridad del paciente y de su sentido del yo.

Notas:
[2] Perez Foster, 1996.
[3] Marcos, Eisma, and Guimon, 1977.
[4] Peres Foster 1996.

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