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Edición
27

De la perfección a la excelencia

Entrevista al Dr. Jim Taylor, especialista en Psicología del deporte
Miami
Cuando la presión por alcanzar la perfección y el éxito se transforma en prioridad, los jóvenes atletas pierden la oportunidad de divertirse y crecer a través del deporte.
Jim Taylor

El Dr. Jim Taylor es reconocido internacionalmente como una autoridad en Psicología del Deporte y en la orientación a padres. Debido a su extensa experiencia en este campo, Letra Urbana conversó con él para conocer sus opiniones sobre la cultura del deporte en la actualidad.

El lugar que tiene hoy el desarrollo deportivo abre importantes posibilidades a diferentes niveles, trayendo consigo fuertes demandas y presiones sobre los jóvenes atletas y los deportistas profesionales. Los efectos de estas exigencias son preocupantes y obligan a tomar consciencia de los ideales sociales que generan aspiraciones de perfeccionismo, que resultan dañinas para nuestros atletas.

Además de ser un experto en su campo, el Dr. Taylor ha participado en competencias internacionales de esquí alpino, es 2º cinturón negro e instructor certificado de karate, maratonista y ironman triathlete (triatlonista de larga distancia), la prueba más exigente del triatlón.

Los atletas jóvenes empiezan compitiendo por amor a su deporte, por diversión, y para alcanzar sus objetivos. Pero, en algún momento, sus motivaciones son secuestradas y es aquí donde entra la presión debilitante.

En su ámbito profesional ha sido consultor de los equipos de esquí de los Estados Unidos y Japón, de la Asociación Americana de Tenis y del USA Triatlón. Trabajó con destacados atletas de diferentes continentes en tenis, esquí, ciclismo, triatlón, natación, futbol, golf, baseboll, entre otros deportes. Fue invitado a dictar conferencias para el Comité Olímpico de España, Francia, Polonia y los Estados Unidos y es permanentemente consultado por los departamentos de deportes de un impresionante número de universidades. Es autor de 14 libros de su especialidad y, actualmente se desempeña como Profesor Adjunto en la Universidad de San Francisco y en el Wright Institute, en Berkeley.

En base a su experiencia con atletas de todos los niveles, incluyendo los olímpicos, ¿cuál es el ideal de perfeccionismo en el mundo del deporte y, cuáles son las exigencias a las que los atletas se someten hoy?

En realidad, no soy un fanático de la búsqueda de la perfección, y la mayoría de los atletas de alto rendimiento con los que trabajo encuentran que, tratar de alcanzar la perfección, en realidad interfiere para lograr su mejor desempeño. Desde afuera podría parecer que estos atletas se acercan a la perfección, pero, en realidad, incluso las actuaciones que les han permitido ganar medallas de oro, están plagadas de errores, algunos pequeños, otros flagrantes.

Esforzarse por la perfección establece un estándar imposible y una presión para alcanzar ese estándar irrealista. Los perfeccionistas llegan a temer los errores y el fracaso, pues les muestran que no son perfectos y que a pesar de los éxitos que pudieran alcanzar, son un fracaso.

Mi objetivo es ayudar a los atletas a cambiar sus metas de la perfección, a la excelencia. La excelencia toma los aspectos positivos de la perfección, es decir, estándares muy altos, pero elimina los negativos, como el miedo al fracaso y a los errores. La búsqueda de la excelencia libera a los atletas del miedo, lo que les permite tener su mejor desempeño cuando más cuenta.

¿Hay alguna diferencia entre la presión interiorizada y la presión externa ejercida sobre atletas jóvenes, que pudieran jugar a nivel profesional en el futuro cercano? Si es así, ¿cuál diría que provoca más angustia?

Los padres y los entrenadores deben centrarse en el proceso, por ejemplo, el desarrollo técnico y físico, y en la diversión.

Desde mi punto de vista, toda la presión interna llega desde afuera, por lo general de los padres, entrenadores y los medios de comunicación. Los atletas jóvenes empiezan compitiendo por amor a su deporte, por diversión, y para alcanzar sus objetivos. Pero, en algún momento, sus motivaciones son secuestradas y es aquí donde entra la presión debilitante. Es entonces que cambian su enfoque de tener un buen desempeño y divertirse, a llenar expectativas y la necesidad de obtener resultados. Este es un «beso de la muerte», tanto para el disfrute y, en última instancia, para el rendimiento, porque esta presión se convierte en un peso metafórico sobre sus hombros que hace que los atletas se desmoronen en las grandes competencias.

 ¿Cuál es el momento óptimo para que un padre o un entrenador comience a plantearles y explorar con ellos la idea de una potencial carrera deportiva profesional, de manera que lo haga sin presionarles para elegir este camino?

¡Nunca! Está bien que los niños tengan y hablen de grandes sueños, por ejemplo, del deporte profesional, las Olimpiadas, pero los padres no deben hablar de ello nunca. En primer lugar, las posibilidades de que un joven atleta alcance tales alturas es infinitesimal. Aproximadamente 6 de cada 1.000.000 de atletas de la escuela secundaria llegan a ese nivel. En segundo lugar, cuando los padres les hablan de esto, los chicos pueden percibirlo como expectativas, lo que crea presión y perjudica el goce y el rendimiento. Los padres y los entrenadores deben centrarse en el proceso, por ejemplo, el desarrollo técnico y físico, y en la diversión.

¿Qué le enseñó la experiencia acerca de los atletas que comienzan su carrera profesional en un deporte individual en lugar de un deporte de equipo? ¿Cómo deben manejarse estas demandas y presiones en forma independiente?

Intentar llegar a la cima en un deporte individual o de equipo es muy difícil. Los deportes individuales me parecen más exigentes en algunos aspectos pero menos en otros. En los deportes individuales, como el tenis, el golf o la natación, los chicos están ahí solos. Los resultados que alcancen, ya sean éxitos o fracasos, son exclusivamente su responsabilidad; todo el crédito de sus victorias les pertenece, y deben asumir totalmente el compromiso por sus derrotas. Sin duda, las exigencias y las presiones son mayores.

Los deportes de equipo, como el fútbol, el béisbol, softbol o voleibol, permiten a los atletas jóvenes compartir parte de la responsabilidad, de manera que las victorias son un esfuerzo colectivo y la responsabilidad de las derrotas debe ser compartida y, como consecuencia, tal vez resulte menos dolorosa. Por lo general hay menos presión en cualquier miembro del equipo. Los deportes de equipo, sin embargo, tienen la complicación adicional de tener que lidiar con los compañeros de equipo. En un deporte de equipo, los atletas jóvenes deben competir por su posición y puede haber conflictos. La conclusión es que ambos tipos de deportes presentan desafíos únicos, y tienen sus ventajas y desventajas.

los juegos que se prolongan demasiado tiempo aumentan el riesgo de lesiones debido a la fatiga. También pueden conducir al desgaste físico y mental, dejando de ser divertidos para los jóvenes, que terminan por abandonar el deporte.

Vimos los desafíos de los deportes de equipo, por ejemplo, en la Copa Mundial de Fútbol (soccer, ​​para los estadounidenses) que se acaba de realizar en Brasil. Jugar para tu país puede ser una fuente de gran orgullo e inspiración al cargar el peso de las expectativas de toda una nación. Para los brasileños, la presión de competir en su propia casa debió ser inmensa.

¿Cuál es su opinión con respecto a la duración del juego en ciertos deportes que pueden extenderse por largas horas? ¿El tiempo de juego influye exigiendo al cuerpo más allá de los límites naturales y llevando al agotamiento mental? Si dependiera de usted, ¿hay algo que considere que podría cambiarse para beneficiar la salud de los atletas a largo plazo?

 

Hay muchos deportes que siguen las reglas de los adultos, como la duración del juego, que deberían adaptarse para atletas más jóvenes. No hay duda de que los juegos que se prolongan demasiado tiempo aumentan el riesgo de lesiones debido a la fatiga. También pueden conducir al desgaste físico y mental, dejando de ser divertidos para los jóvenes, que terminan por abandonar el deporte.

Creo que cada deporte debe considerar hacer los ajustes necesarios en el mejor interés de los jóvenes atletas, por ejemplo: porterías de fútbol más pequeñas, partidos de fútbol y hockey más cortos, mejores equipos de seguridad, y menos contacto. El objetivo debe ser proteger la salud de los atletas jóvenes para asegurar que puedan disfrutar del deporte durante muchos años por venir.

Las lesiones cerebrales traumáticas y neuroencefalopatías en la NFL (National Football League – en español: Liga Nacional de Fútbol Americano) se han vuelto un tema de actualidad. ¿Qué opina sobre ello?

Los atletas jóvenes, que luchen por alcanzar sus sueños, pero que sean realistas; una carrera deportiva no es muy factible y no dura mucho

Hay evidencias claras de que las lesiones en la cabeza en los deportes profesionales son un verdadero problema que debe ser abordado. El problema también es evidente a temprana edad, ya que las conmociones cerebrales en los niños pueden tener efectos dramáticos en el futuro. El fútbol americano, ​​fútbol, ​​boxeo, artes marciales y lacrosse, son algunos de los deportes de mayor riesgo. 

Para los atletas jóvenes, la protección temprana es un imperativo moral. En los deportes profesionales, donde hay dinero de por medio, es probable que las personas que manejan estos deportes tomen decisiones que favorezcan a las ligas, no a los jugadores, así que son los mismos jugadores y sus sindicatos quienes deben manifestarse para asegurar que la seguridad sea una prioridad.

¿Qué consejo le daría a un atleta joven, entre los 10 y 17 años, con respecto a una carrera deportiva, y cuál a un atleta universitario que entra al nivel profesional?

A los atletas jóvenes, que luchen por alcanzar sus sueños, pero que sean realistas; una carrera deportiva no es muy factible y no dura mucho, una carrera típica en la NFL, NHL, NBA, MLB dura sólo unos 3 o 4 años. Que se enfoquen en la diversión y, si vienen los resultados, que sean el broche de oro. 

la psicología del deporte se está volviendo más popular a medida que atletas, entrenadores, padres y equipos reconocen que la parte mental del deporte es una pieza esencial del rompecabezas del éxito.

A los atletas universitarios, que completen su educación, porque las carreras profesionales son cortas y las lesiones pueden volverlas todavía más cortas.

 

¿Diría usted que la psicología del deporte se está imponiendo? ¿A través de qué medios ha ocurrido esto, y qué más queda por hacer para que los entrenadores, equipos y atletas recurran a la psicología del deporte o a los servicios de orientación deportiva?

No hay duda de que la psicología del deporte se está volviendo más popular a medida que atletas, entrenadores, padres y equipos reconocen que la parte mental del deporte es una pieza esencial del rompecabezas del éxito. La psicología del deporte puede crecer si todos los involucrados en el deporte pueden aprender más acerca de su valor, si pueden tener experiencias positivas con  esta disciplina y si se vuelve más disponible y económicamente accesible a más personas. Además, si la psicología del deporte puede demostrar que no está dirigida sólo al éxito deportivo, sino que también puede enseñar habilidades básicas de vida que pueden beneficiar a los niños en la escuela y su futuro profesional, más gente va a ver lo importante que puede ser.

Traducción del inglés: Clarita Spitz

Un comentario

  1. Es de mucha importancia los comentarios acerca de la excelencia, en la entrevista realizada al Dr. Taylor, que coinciden con la preocupación de padres y orientadores deportivos por evitar la deserción prematura de prospectos de talentos, comentarios que también, resultan apropiados para muchas otras áreas del desarrollo humano. Uno de los principales problemas, es el afán por llevar a los chicos a la competencia con sueños prestados y reglas de adultos, generando en ellos, confrontaciones prematuras que no pueden resolver al no ofrecersele acompañamientos apropiados. Gracias al blog y sus colaboradores por propiciar la cultura, ciencia y pensamiento.

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