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Buscando los eventos que se destacan en la escena cultural de Miami encontramos Bookleggers Library, título que bien podría traducirse como Biblioteca de Contrabandistas o Traficantes de Libros. Se trata de una biblioteca móvil, comunitaria, independiente, que se aparece en la ciudad una vez al mes y regala libros al público. El nombre, un tanto críptico y misterioso, atrapó mi imaginación de inmediato y me impulsó a investigar la actividad más a fondo, de modo que contacté a Nathaniel Sandler, creador y generador de esta idea.
Bookleggers no se trata sólo libros y literatura. Es la gente que se reúne para celebrar los libros y la literatura en Miami. Nate está comprometido con el desarrollo literario de Miami y busca poner la literatura al alcance de más miamenses, recolectando y redistribuyendo libros usados, dándoles una segunda oportunidad de vida para que otros puedan leerlos. Los eventos mensuales que organizan son en los lugares más inusuales, como parques, galerías de arte, museos, bares y escuelas, donde regalan libros a los asistentes. Además, instalan cajas de libros y bibliotecas en diversos puntos del sur de la Florida, tanto en las calles como en hospitales y refugios para indigentes o víctimas de abuso o maltrato.
Estrictamente hablando, Bookleggers es una especie de fusión entre biblioteca y librería de segunda mano. Durante los eventos, regalan libros pero también hacen trueques de libros o los venden a un precio muy accesible. Al estilo de un auténtico bibliotecario, Nathaniel disfruta recomendando y comentando con los asistentes, y estampa cada libro que sale con el sello EX LIBRIS BOOKLEGGERS LIBRARY, como en una biblioteca real.
Bookleggers fue ganador del Knight Arts Challenge y de FEAST Miami en el 2015. Tanto Bookleggers como Nathaniel Sandler son patrocinados en la actualidad por la Knight Foundation.
Háblanos un poco de ti y de tu trabajo…
Soy escritor y, además de dirigir la Biblioteca Bookleggers, trabajo con colecciones de museos. Escribo para el Museo Vizcaya, la sección de Colecciones Especiales de la Universidad de Miami y el Museo de Ciencias Frost. Hago lo que he llamado escritos sobre colecciones (collections writing), sobre el arte que está al otro extremo de las colecciones. Aproximadamente el 95% de las obras de arte del mundo que se encuentran en los museos no está exhibida. En un momento dado, únicamente alrededor del 5% del arte del mundo está expuesto y visible para los visitantes, así que lo que hago es visitar lo que podríamos llamar la trastienda de los museos para encontrar estas obras de arte y contar historias sobre ellas. Recientemente recibí una beca de la Fundación Knight que me permitirá continuar y ampliar el alcance a más museos. Eso en cuanto a la parte profesional.
En lo personal, nací, crecí y he pasado la mayor parte de mi vida aquí en Miami, aunque no hablo español. Terminando el bachillerato estudié en Vassar College, una pequeña escuela de humanidades en Upstate New York, unas dos horas al norte de la ciudad de Nueva York, y luego viajé a Hakui, Japón con el Programa JET (Japan Exchange and Teaching Program) para enseñar inglés en una escuela secundaria . Pasé dos años allí y luego unos seis meses más o menos viajando por el mundo, antes de regresar a Miami.
Bookleggers es una biblioteca en el sentido que puedes venir y llevarte un libro sin pagar nada y también es una librería de segunda en el sentido que, si quieres llevar varios libros, te los vendemos a un precio muy razonable.
Así que, en una ciudad donde una parte tan grande de la población habla español, tú en cambio, ¡hablas japonés!
Obtuve el grado de Estudios de Asia Oriental, estudié el idioma y el arte de la región de Asia Pacífico. Realmente no puedo explicar por qué estudié eso, artes liberales. Quería viajar, aprender un idioma diferente, una cultura diferente; eso fue lo que hice, y así fue como terminé viviendo en Japón. Estudié japonés en la universidad durante cuatro años y con los dos que viví allá, estudié este idioma durante 6 años; cuando me fui podía mantener una conversación en japonés. En este momento no tanto, ha pasado mucho tiempo y no seguí estudiando, por lo que me imagino que se evaporó de mi cerebro, desafortunadamente.
Cuando volví a Miami después de recorrer el mundo me dediqué un tiempo a la manufactura, después me dediqué al comercio, visitando fábricas en China y trayendo mercancía para vender en los Estados Unidos. Pero simplemente no era lo mío, así que hace cinco años decidí dedicarme seriamente a la escritura y fue ahí cuando comencé también Bookleggers Library, paralelamente a mi carrera de escritor. Siempre he escrito, pero ganar dinero haciéndolo es algo muy reciente, de unos años para acá.
¿Qué hay detrás de la creación de Bookleggers Library?
Siempre he sido un lector y me han gustado los libros. De joven, pasé mucho tiempo en librerías y bibliotecas. Hace un tiempo ya que las librerías, particularmente en Miami pero de hecho en todo el país, han ido desapareciendo y es cada vez más difícil que los libreros sobrevivan. A la gente le gusta culpar al Internet, pero eso no es del todo cierto. Lo que sucede principalmente es que el modelo de negocio ya no funciona, es difícil vender libros y, como además los bienes raíces se han vuelto tan caros a los vendedores de libros les resulta difícil pagar el alquiler. Por otro lado, las bibliotecas están cada vez más amenazadas. Me gusta usar la expresión guerra contra las bibliotecas, que es quizás demasiado dramática, pero es cierta. Debido a los recortes presupuestarios y por los políticos que buscan cualquier excusa para deshacerse de los fondos, las bibliotecas están siendo amenazadas constantemente por los gobiernos fiscales conservadores. Así que, con las librerías cerrando y las bibliotecas bajo amenaza, traté de crear una especie de modelo que funcionara como una biblioteca y como una librería de segunda. Bookleggers es una biblioteca en el sentido que puedes venir y llevarte un libro sin pagar nada y también es una librería de segunda en el sentido que, si quieres llevar varios libros, te los vendemos a un precio muy razonable.
El nombre Bookleggers evoca algo clandestino, ilegal que me remonta a la era del bootlegging, la producción y contrabando de alcohol en los Estados Unidos en los 1920s. ¿De dónde vino?
El nombre fue idea mía, pero el concepto de booklegging es un concepto histórico que se refiere a algo que se hace ilegalmente. El término se usa principalmente para referirse a lo obsceno, lo erótico, la pornografía, o a los libros ilegales o prohibidos. Tiene sus raíces en los años ´20s en el tráfico o distribución de material impreso prohibido o ilegal hacia o dentro de un país, actividad que fue muy común especialmente desde Cuba,
Podemos “aparecer” en cualquier lugar, desde un parque, un museo, un bar, un café, hemos hecho eventos en muchos lugares inesperados e insólitos.
¿Crees que los libros y la lectura son una especie en peligro de extinción?
No, no creo que la lectura va para ninguna parte. En realidad la gente está leyendo más que nunca debido al Internet, ¿cierto? Esa es la manera en que consumimos información hoy en día. Pero la forma en que compramos, vendemos y consumimos libros está cambiando y aunque se debe en parte al Internet, hay otras razones. Tomemos un libro como Harry Potter, o El Código DaVinci o Cincuenta Sombras de Grey, de los que se imprimen unos 15 millones de copias. No necesitamos 15 millones de copias de esos libros porque uno puede leerlos y dárselos a otra persona, algo que estamos haciendo en Bookleggers. Además, francamente, imprimir tantos libros es un desperdicio, no es sostenible, estamos desperdiciando mucho papel. Por lo tanto, reducir el volumen de libros que se producen en masa es algo bueno. Y hay algo más. Cuando Thomas Edison inventó la bombilla, no dejamos de usar velas, ¿de acuerdo? Creo que algunas personas siempre necesitarán de los libros pero cuando veo tantos y tantos libros, me doy cuenta que hay muchos que simplemente no necesitamos.
¿Qué te gustaría que nuestros lectores supieran sobre Bookleggers Library?
Arrancamos en 2012 en un sitio llamado Lester´s, una cafetería en Wynwood que jugó un papel muy importante en la escena literaria de Miami pero que ya no existe. Nuestro primer evento fue lo que llamamos en inglés DIY, do it yourself, o hágalo usted mismo y, en un principio, todos los libros estaban en mi apartamento..
La organización funciona de dos maneras. Hacemos eventos una vez al mes, como una fiesta con libre acceso a los libros. Podemos “aparecer” en cualquier lugar, desde un parque, un museo, un bar, un café, hemos hecho eventos en el Planetario del Museo de Ciencias, en los Everglades, en Key Biscayne, y en muchos lugares inesperados e insólitos. El evento tiene que ser divertido e interesante, siempre tenemos los libros y tiene que haber algo más que atraiga y mantenga a las personas ahí, ¿verdad ?, y por eso con frecuencia hacemos eventos en un bar, donde hay comida y bebida, o puede ser música, una banda, un concierto. Siempre tenemos libros y algo más. No se trata sólo de los libros, se trata de la comunidad.El mes pasado, por ejemplo, estuvimos en el Museo de Ciencias Frost durante 5 horas y regalamos únicamente libros de ciencias a los visitantes del museo. El 10 de noviembre por la noche, “apareceremos” en el Vizcaya Museum and Gardens donde estaremos regalando libros. Habrá bebidas y algo de música, y se podrá visitar Vizcaya de noche, es hermoso, y logramos que nos obsequiaran 150 entradas para visitar el museo y los jardines. Tratamos siempre que el acceso a la biblioteca sea gratuito, los eventos generalmente son gratis y si cobramos, es únicamente para recaudar fondos para la organización o para alguna otra causa. En estos eventos todos reciben un libro gratis; si alguien quiere hacer un canje, aceptamos trueques directos, un libro por un libro y, si alguien desea más, le vendemos otros libros por US $2.00.
Por otro lado, construimos bibliotecas para empresas, instituciones y organizaciones sin ánimo de lucro. Tenemos varios proyectos de trabajo social donde ayudamos a las comunidades más necesitadas, como las bibliotecas en Lotus House (un centro para mujeres sin hogar), y en el Holtz Children’s Hospital del Jackson Memorial. También instalamos bibliotecas en la calle, que llamamos bookboxes, o cajas de libros, que están disponibles las 24 horas del día para retirar libros gratis, y que relleno bastante a menudo, dependiendo en donde estén ubicadas. La más popular está en NW 2nd Ave al lado de Gallery Diet, de la que sale aproximadamente un metro lineal de libros cada dos días. Tenemos el Reading Room en ArtCenter South
El evento tiene que ser divertido e interesante, siempre tenemos los libros y tiene que haber algo más que atraiga y mantenga a las personas ahí, ¿verdad ?, y por eso con frecuencia hacemos eventos en un bar, donde hay comida y bebida, o puede ser música, una banda, un concierto. Siempre tenemos libros y algo más. No se trata sólo de los libros, se trata de la comunidad.
¿Qué quiere decir que son bibliotecas semi permanentes?
Las llamamos así porque no existe, en realidad, ninguna biblioteca permanente. La biblioteca más grande que ha existido es la de Alejandría y ya no está con nosotros. Ha sido reconstruida, de acuerdo, pero no es la misma biblioteca. No recuerdo quién lo dijo, pero hay una cita a la que siempre me refiero, «las bibliotecas tienen la curiosa costumbre de ser destruidas». El ejemplo reciente más famoso es cuando, en el 2003, las fuerzas invasoras estadounidenses destruyeron por completo la Biblioteca de Bagdad, que tenía miles de años y, simplemente ¡¡pfff! Se esfumó. Decir que una biblioteca es permanente, sería como decir que el Titanic era insumergible.
¿Tienes idea de cuántos libros tienen?, ¿Tienen ejemplares en otros idiomas, además del español?
Realmente no contamos los libros por la misma eazón. La colección rota tanto y tan rápidamente que no hay manera de hacerlo. Tampoco los catalogamos, apenas los recibimos los guardamos en canastos de plástico y los etiquetamos para mantenerlos organizados de acuerdo a una lista de temas. Tenemos arte, libros en español, poesía, niños…, así también organizamos los eventos de acuerdo a estos temas. Todos los libros infantiles que recibimos van para el Holtz Children’s Hospital, donde tenemos una flota de carritos. También hacemos trabajo social y tenemos varios proyectos donde ayudamos a las comunidades más necesitadas; tenemos una biblioteca en el refugio para personas sin hogar de Lotus House y tenemos el programa de libros en el Children’s Hospital.
Tratamos de crear una colección en creole haitiano, pero en realidad no nos fue muy bien. Recibimos libros en varios idiomas, pero simplemente no se justifica, es demasiado. Miami tiene una población de habla hispana tan grande y tiene sentido para mí mantener libros en español para un evento, pero por ejemplo pensar en eventos en francés o algo así no tiene ningún sentido.
Entre los libros que reciben como donaciones, ¿alguna vez han recibido algún libro muy valioso, de ésos que uno dice, wow, no lo puedo creer?
Sí, algunos de los libros que recibimos son bastante valiosos y, de hecho, éticamente, sería un poco extraño regalar un libro muy valioso, porque puedes acabar dándoselo a alguien que no lo aprecie o no entienda su valor. Por eso también hacemos eventos donde vendemos estos libros más valiosos o raros. Hemos recibido un par de obras extraordinarias. Tuvimos una primera edición de Borges impresa en Argentina, una primera edición de El principito, tuvimos una verdadera primera edición de El viejo y el mar de Ernest Hemingway, cosas realmente maravillosas. Para serte sincero, probablemente también se me han escapado algunos de estos tesoros por la misma cuestión de tiempo más que nada — la rotación de los libros es exageradamente rápida, entran y salen tantísimos libros. Cuando ves un libro, no sabes qué tan valioso es a menos que lo abras y lo revises, y cuando estás recibiendo miles y miles de libros todo el tiempo, es difícil examinar uno por uno.
¿Por qué haces lo que haces?
Supongo que la respuesta corta es que quería construir una biblioteca, la respuesta larga es porque… no sé cómo decir esto sin sonar terrible… soy una persona literaria, ésta es una vida literaria. Esa es la verdad.
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