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Evolution
©2021 Match Factory Productions, Proton Cinema

Evolution – Los traumas del Holocausto en tres generaciones

Las heridas de un trauma como el del Holocausto no cicatrizan, y sus repercusiones pueden trascender a la descendencia de los sobrevivientes por generaciones. Por mucho que se traten de minimizar o esconder los hechos, los efectos psicológicos son inevitables.

Kornel Mundruczo y Kata Weber, pareja que conocemos por su reciente drama realista Pieces of a Woman, manejan este tema en su nueva película Evolution, que se desarrolla en tres actos y cubre tres generaciones descendientes de una niña rescatada de las cloacas en Polonia, al final de la Segunda Guerra Mundial.

El primer acto de esta producción, Eva, es de extremo realismo y no ahorra tiempo para exponernos e inmiscuirnos en la situación. Se trata de un grupo de oficiales que limpian un cuarto que supone ser un campo de exterminio.

Con la apariencia macabra que merece, no sabemos si buscan borrar evidencias de lo sucedido o confirmarlo, dependiendo a qué lado pertenezcan. De repente el llanto de una niña interrumpe la labor y se inicia la historia de esta sobreviviente.

Las escenas resultan muy teatrales, y, de hecho, al igual que Pieces of a Woman, la cinta esta basada en una obra de teatro de tres actos del Proton Theater, con el cual el director ha venido trabajando.

Esta niña que resiste el horror es probablemente la misma que se menciona en Pieces of a Woman en un monólogo que podría parecer fuera de lugar, si no entendemos el contexto de la obra de estos directores.

En el segundo acto, varías décadas después, aparece Eva (Lili Monori) en su apartamento en Alemania, y recibe la visita de su hija Lena (Annamária Láng) quien busca los certificados de nacimiento que prueban su origen judío. Con dicha prueba se le permitirá mandar su hijo a una escuela mejor.

Pero para Eva esto puede ser simplemente otro truco, para volver a caer en alguna lista que llegará a manos de oficiales nazis. La discusión entre madre e hija se torna cada vez más absurda, terminando es una escena surrealista que simboliza la brecha generacional, sin minimizar la situación.

¿Y qué depara el futuro para la nueva generación? ¿Hay acaso alguna esperanza para el hijo de Lena? Pues la respuesta parece no ser clara ni fácil. El problema de la discriminación continúa, y sólo ha tomado matices diferentes, más complicados y complejos de explicar.

En el tercer capítulo vemos a Jonas (Goya Rego) en el colegio, víctima de discriminación y ‘bullying’ por parte de sus compañeros. Se presenta una situación de emergencia por un fuego iniciado por un proyecto asignado a los estudiantes, y vemos que no ha sido un accidente sino un acto intencionado de odio hacia Jonás. Los intentos de Lena para que se haga justicia no son muy escuchados, y una sutil aceptación por parte de la administración del colegio nos deja pensando que el problema sigue vigente.

El único apoyo que encuentra Jonas es una niña árabe, Yasmin (Padmé Hamdemir) también discriminada como él, con quien entabla amistad, dejando un signo de esperanza dentro de esta compleja problemática que cada vez cae en una encrucijada mayor.

Weber y Mundruczo, pareja de escritora y director, son nombres ya reconocidos en el Festival de Cannes, donde participaron inicialmente con la impactante cinta White God (2014) y luego con Jupiter’s Moon(2017). Este es su tercera participación que se incluyó en la nueva sección denominada “Cannes Premiere”.

 

Foto cortesía Festival de Cannes

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