Nuevos Métodos Museo de Arte Contemporáneo (MOCA)

Con el fin de brindarles un espacio para la discusión y el intercambio de experiencias a las organizaciones independientes que promueven el arte contemporáneo en América Latina, el Museo de Arte Contemporáneo (MOCA) de North Miami organizó del 4 al 6 de mayo el simposio Nuevos Métodos, liderado por su curadora asociada, Ruba Katrib.

La idea surgió a partir de la necesidad de reconocer un fenómeno que se ha difundido por el continente en los últimos años. Desde México hasta Argentina, han surgido en Latinoamérica un número importante de entidades autónomas, dirigidas por artistas, profesionales del mundo del arte y/o intelectuales, que promueven el arte contemporáneo.

Para esta primera edición de Nuevos Métodos, fueron invitadas las siguientes organizaciones: Beta-Local, San Juan, Puerto Rico; Capacete, Río de Janeiro, Brasil; Casa Tres Patios, Medellín, Colombia; Centro de Investigaciones Artísticas, Buenos Aires, Argentina; Kiosko Galería, Santa Cruz, Bolivia; Lugar a Dudas, Cali, Colombia; Proyectos Ultravioleta, Ciudad de Guatemala, Guatemala; y SOMA, Ciudad de México, México.

Cada una de estas organizaciones responde a inquietudes y necesidades que surgen en los contextos políticos, económicos, sociales y culturales específicos de su ciudad o país; funciona como alternativa a las propuestas institucionales de los museos; y brinda, a través de programas, exposiciones, clases, talleres y/o conferencias, no sólo la posibilidad de promover la plástica contemporánea sino también de generar nuevas comunidades artísticas. Todas tienen además un importante componente educativo, promueven la actividad artística internacional a través de programas de conferencias y/o residencias y tienen un carácter no lucrativo.

Los panelistas invitados, liderados por los moderadores Rina Carvajal, Pablo Helguera, Ruba Katrib, Gean Moreno y Anders Smebye, conversaron acerca de los temas propuestos en el programa y reflexionaron sobre las condiciones y necesidades reales que existen para la creación y divulgación del arte contemporáneo en sus respectivas ciudades.

Se habló no solo de quienes están interesados en sacar adelante estos proyectos, pese a los obstáculos que se presentan principalmente a nivel económico y político, sino también de las características del público que responde a este tipo de propuestas. Se discutió además la necesidad de reforzar las relaciones que existen entre los distintos grupos, no sólo virtualmente sino a través de encuentros como simposios o de bienales. En la sesión sobre sostenibilidad, se hizo énfasis en el carácter individual de cada una de las organizaciones y en la importancia de tener objetivos definidos que respondan a necesidades reales, tanto de quienes dirigen los proyectos como de la comunidad.

Un elemento común a es el aspecto educativo, tema recurrente en las distintas sesiones y objetivo fundamental de SOMA, el único de los  espacios dedicado exclusivamente a ese aspecto y que funciona como alternativa a la cátedra tradicional que impera en las escuelas de arte de Ciudad de México. También se discutió el beneficio de compartir información y de producir y/o acumular material documental, particularmente en el caso de Lugar a Dudas, espacio que además de producir impresos cuenta con un importante centro de documentación.

Todos los participantes coincidieron en afirmar que más que modelos, sus propuestas son proyectos flexibles que se ajustan a necesidades y objetivos específicos. Algunos tienen espacios físicos, otros no. Por su carácter experimental, no todos están concebidos para funcionar a largo plazo por lo que cada uno maneja una temporalidad diferente. Para la mayoría de los panelistas, el aspecto económico es quizás una de las principales preocupaciones. Aunque en algunos casos las organizaciones obtienen becas de fundaciones extranjeras, la mayoría recurre a individuos, a la empresa privada o realiza fiestas en las que se vende licor para subsistir.

Entre sus objetivos destacaron la necesidad de estimular el diálogo y la colaboración a nivel local e internacional; promover la interdisciplinariedad (no todos los que dirigen las organizaciones son artistas plásticos); servir como espacios críticos en los que se desarrollan plataformas de pensamiento, educación y trabajo; brindar contenidos que generen diálogo y permitan el desarrollo de una audiencia participativa; y crear una red que facilite la comunicación entre las distintas organizaciones.

Al final, el simposio no sólo cumplió sus objetivos sino que rebasó todas las expectativas. Promovió el intercambio de ideas entre los participantes, incrementó la visibilidad de las organizaciones; informó al público que llenó las salas diariamente y le brindó la oportunidad de compartir experiencias y reflexionar conjuntamente sobre los retos a los que se enfrentan los espacios que promueven el arte contemporáneo en América Latina. Quedaron sembradas las semillas para la creación y divulgación de nuevos espacios y de una red que facilite la comunicación y la interacción entre ellos.