En septiembre del 2013, Letra Urbana Encuentros con el Arte organizó una visita guiada a la exposición de José Manuel Ballester Espacios Ocultos, presentada en el Frost Art Museum de Florida International University. Posteriormente, la revista Letra Urbana publicó una entrevista con el artista en su edición numero 24.[1]
La experiencia de recorrer la muestra, guiada por el artista, en unos de los museos más lindos de Miami, marcó un momento de gozo y también de cierta perplejidad para todos los que asistimos al Encuentro.
Esta sensación de extrañeza que experimentamos frente a esos monumentales cuadros que mostraban escenarios despoblados, hoy vuelve con fuerza, pero a nuestra vida cotidiana.
A través de la manipulación digital, Ballester borra los seres vivos de las obras originales y recrea diferentes escenarios en los que la naturaleza y la arquitectura se convierten en los temas principales. La espiritualidad de los paisajes y la monumentalidad de las obras reproducidas sobre lienzo o papel al tamaño de la obra original invitan a la contemplación y a la reflexión.
La comunidad de Letra Urbana que estaba presente en la visita guiada, disfrutó de la estética y de la magnitud de los cuadros de Ballester, y a la vez fue inevitable la sorpresa de ver deshabitadas algunas de las más clásicas reconocidas obras de arte. Esta sensación de extrañeza que experimentamos frente a esos monumentales cuadros que mostraban escenarios despoblados, hoy vuelve con fuerza, pero a nuestra vida cotidiana.
A raíz de la pandemia y de las medidas impuestas por los gobiernos a nivel mundial, nos encontramos con que los espacios generalmente habitados o frecuentados por visitantes se encuentran vacíos. Esta realidad, que en otros tiempos hubiera podido parecer surreal o inverosímil, se ha convertido en una escena que se vuelto familiar.
Es por eso por lo que los cuadros de Ballester han adquirido especial relevancia. Mas allá de darle un papel protagónico a la naturaleza y a la arquitectura representadas en las composiciones originales, los cuadros invitan a reflexionar sobre distintas situaciones y sentimientos que nos afectan hoy como el asilamiento, la vulnerabilidad, la impotencia y la soledad.
La obra de José Manuel Ballester, retomada en el contexto del momento histórico que vivimos, vuelve a inspirar un cuestionamiento, solo que esta vez no se trata solo de lo que se aprecia en la tela, sino de como los espacios vacíos se convierten en una realidad vivencial para todos y cada uno de nosotros. Desde esta perspectiva, tal y como el artista sugirió en la entrevista mencionada anteriormente, “el arte no cambia la realidad, pero si la forma de entenderla.”
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