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Edición
27

El cine de culto

Miami
Revive el interés por el cine de culto, ese género poco convencional, a veces atrevido, transgresor y grotesco, capaz de generar controversias, trascender y marcar generaciones de seguidores.
Imagen capturada de video Youtube

Con ocasión de la presentación de la nueva película de Alejandro Jodorowski, La Danza de la Realidad, que participó en el Festival de Cannes de 2013 y que se exhibe hoy día en varias salas internacionales, se ha revivido la temática del cine de culto.  Jodorowski, que pasó más de 20 años sin hacer cine, se considera uno de los exponentes máximos de esta categoría y es posible que esta nueva producción, al igual que sus anteriores, entre a hacer parte de los rangos del cine de culto.

Su primera incursión en el cine data del año 1967 cuando hizo una adaptación de la obra de Fernando Arrabal en México, Fando y Lis, y posteriormente sorprendió al mundo entero con El Topo (1970), con la cual se consagró como uno de los directores de culto. En 1973 salió La Montaña Sagrada, con el mismo tono surrealista que tanto lo caracteriza. Estas películas fueron restauradas y transformadas a formato digital en 2006, lo cual las convirtió ya no sólo en cine de culto, sino también en clásicos.

No es el género lo que define el que una película se convierta en culto, sino más bien es un hecho circunstancial centrado básicamente en la reacción del público

Cuando oímos mencionar esta clase de cine, por lo general asumimos que son películas de terror o de ciencia-ficción o un cine con trama y personajes extraños que se presentan a la media noche, atrayendo una audiencia aun mas  extraña que los mismos personajes. Pero si nos ponemos a analizar las listas de lo que los críticos catalogan como cine de culto, encontraremos que existe una gran variedad de géneros.

Y es que por lo general, no es el género lo que define el que una película se convierta en culto, sino más bien es un hecho circunstancial centrado básicamente en la reacción del público. El cine de culto, como lo afirma Danny Peary en su libro Cult Movies (1981) nace de la controversia, de la provocación y de la pasión. Cuando la respuesta apasionada de los espectadores perdura por largo tiempo, mas allá del momento en que se estrenó la película, ésta se convierte en cine de culto. Por lo general no son películas comerciales y no adquieren éxito taquillero en el momento del estreno sino, a veces, hasta mucho tiempo después.

Otra característica es que, por lo general, los seguidores de este cine lo constituyen círculos pequeños de aficionados, más que todo intelectuales, que aprecian precisamente esos elementos diferentes que lo apartan de lo tradicional, ya sea por el formato narrativo, el estilo visual y auditivo, o los efectos especiales. Es un cine muchas veces atrevido, transgresor y  grotesco, casi siempre alejado de la norma tanto en contenido como en forma. Muchas veces hasta se considera cine de baja calidad, en el sentido en que los artistas pueden no ser experimentados y reconocidos o la tecnología no cumple con los parámetros esperados. Este cine “de segunda” muchas veces se vuelve culto bajo una premisa irónica: la película es tan mala que se vuelve buena o es tan cursi o tan violenta que resulta una burla, como sucedió con The Room  (2003) de Tommy Wiseau, años después de su estreno.

Se puede afirmar entonces que esta clasificación de cine de culto es bastante subjetiva, y que cada crítico puede tener su propia versión. De hecho, cada uno parece tener su propia lista de lo que, a su modo de ver, considera film de culto.

Cuando la respuesta apasionada de los espectadores perdura por largo tiempo, mas allá del momento en que se estrenó la película, ésta se convierte en cine de culto

Algunos piensan que la primera película que inició el término fue El Topo de Jodorowski cuando se exhibió en New York en 1970. Para otros, la representación de culto por excelencia la constituye Rocky Horror Picture Show (1975) de Jim Sharman, un musical que combina temas muy fuertes y controversiales para la época como la homosexualidad,  el travestismo y ciencia ficción. La gente salía escandalizada en el momento de su estreno, pero hoy en día se exhibe en salas de cine a media noche y los fanáticos asistentes se visten con los atuendos de la película, cantan, bailan y ejecutan muchos de los rituales que muestra la cinta.

Otra película que aparece en la mayoría de las listas de cine de culto es El Club de la Lucha (Fight Club) de David Fincher (1999), una película que provocó tremenda ira en su momento por ser considerada incitadora hacia la violencia y de tinte fascista,  pero que hoy en día se ha convertido en una especie de obsesión para sus seguidores.

Algunos piensan que la primera película que inició el término fue El Topo de Jodorowski

Tanto el cine expresionista alemán como el cine surrealista de los años 20 cumplen con muchas de las características del cine de culto.  Das Cabinet des Dr. Caligari (El Gabinete del Doctor Caligari – 1920) de Robert Wiene, y Metropolis (1927) de Fritz Lang son ejemplos, lo mismo que el cine surrealista de Luis Buñuel y Jean Cocteau, y el de algunos directores de Hollywood de la misma época que utilizaron elementos poco tradicionales como Alfred Hitchcock y D. W. Griffith .

De la época del cine clásico se encuentran John Ford con The Grapes of Wrath(Las Uvas de la Ira – 1940) adaptada de la novela homónima de John Steinbeck, Orson Welles con Citizen Kane (Ciudadano Kane – 1941), considerada una de las obras maestras de la cinematografía, Howard Hawks, Billy Wilder y Gene Kelly entre otros.

Posteriormente aparecen otras películas como A Clockwork Orange (La Naranja Mecánica -1971) de Stanley Kubrick,  Blood Simple (Sangre fácil  – 1984) de Joel y Ethan Coen, Taxi Driver (1976) de Martin Scorsese, The Shining (El Resplandor – 1980) de Stanley Kubrick, Scarface (Cara Cortada – 1983) de Brian De Palma, y Brazil (1985) de Terry Gilliam.

El controvertido Quentin Tarantino con Reservoir Dogs (Los Perros de la Calle – 1992) y Pulp Fiction (Tiempos Violentos – 1994) también se ha convertido en cine de culto. Exotica (1994) de Atom Egoyan, Underground (Érase una Vez un País -1995) de Emir Kusturica, Trainspotting (1996) de Danny Boyle, Blue Velvet (Terciopelo Azul – 1986) de David Lynch y Memento (Amnesia – 2000) de Christopher Nolan, son otras favoritas.

Para otros, la representación de culto por excelencia la constituye Rocky Horror Picture Show de Jim Sharman

Un aspecto que caracteriza al cine de culto es que provoca una especie de camaradería o de solidaridad entre sus adeptos, y en cierta medida se produce una sensación de nostalgia por la época o por la historia que el filme reproduce.  Lo que sí es seguro es que no existen patrones establecidos para decidir cual película cabe en la categoría de culto y reiteramos el aspecto subjetivo y circunstancial que hace que, en un momento dado, una cinta que no tuvo audiencia, éxito o promoción, resulte repentinamente sujeta a un culto de fieles seguidores.

Un comentario

  1. Leido el tecto , puedo deducir que el cine tiene muchas variantes y es rica en arte y en subjetividad, por el hecho de que cada pelicula tiene un valor, pero el verdadero valor es el publico , y esto hace que se vuelva algo relativo ,

    Aunque no vi esta pelicula, puedo ver por el traile, algo de nostalgia, y me hace pensar en mi abuelo y una relfexion de mi vida

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