Una vez más, Guadalajara se vistió de literatura.
Con América Latina como Invitada de Honor, el encuentro literario más importante del mundo en habla hispana cumple 30 años. Más de 750 escritores de 41 países, representando 29 lenguas, hicieron de la FIL una verdadera fiesta de nuestra región y una celebración de la diversidad que une a nuestros países.
Hubo momentos estelares, como la presencia de dos premios Nobel, ambos latinoamericanos, el escritor Mario Vargas Llosa y la defensora de los derechos humanos, Rigoberta Menchú; la visita de George R. R. Martin, autor de Juego de Tronos, y el lanzamiento del más reciente libro de James Dashner, autor de la saga The Maze Runner.
Los asistentes tuvieron la posibilidad del encuentro con grandes y reconocidas voces de la literatura latinoamericana, como el ya mencionado Mario Vargas Llosa, Laura Esquivel, Elena Poniatowska, Laura Restrepo, Gioconda Belli, Miguel León-Portilla, Héctor Abad Faciolince, Mayra Santos-Febres y Antonio Orlando Rodríguez, entre muchos otros. Estuvieron presentes también las plumas que comienzan a destacar, como la boliviana Magela Baudoin, ganadora del Premio Gabriel García Márquez, y los Ochenteros, una veintena de jóvenes escritores latinoamericanos que nacieron en la misma década que la FIL, que están marcados por el mismo contexto histórico, del cual forman parte la violencia y el narcotráfico.
En el Pabellón de Honor, un enorme prisma multicolor, el espacio central, en forma de árbol de algarrobo representaba a América Latina, una exposición dedicada a las lenguas originarias del español: guaraní, quechua, aimará, náhuatl y maya. La presencia de América Latina fue también una invitación a debatir el lugar de esta región en la literatura después del boom de finales del Siglo XX, qué ha sido de las generaciones posteriores a este movimiento y los caminos que ha tomado la narrativa de América Latina en este siglo.
Asistieron además, por mencionar a unos cuantos, el escritor e ilustrador francés Benjamin Lacombe quien presentó su libro sobre Frida Kahlo, los españoles Julia Navarro, Rosa Montero, Antonio Gamoneda y Marina Perezagua, el italiano Roberto Calasso, el gallego Manuel Rivas con su más reciente libro Escribir sin permiso, y la israelí Zeruya Shalev, considerada la voz femenina más importante de la literatura israelí contemporánea.
Se otorgaron importantes reconocimientos, entre ellos, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances al escritor rumano Norman Manea, cuya obra está repleta de cicatrices de sus años en el campo de concentración, su vida bajo la dictadura comunista y el exilio, pero también de agudeza, ironía y un sentido del humor muchas veces negro. Manea ha sido traducido a más de treinta idiomas.
El Premio al Mérito Editorial se otorgó al reconocido historiador, ensayista y editor mexicano Enrique Krauze, quien colaboró durante más de veinte años con Octavio Paz en la revista Vuelta, es fundador y director de la editorial Clío, y de la revista cultural Letras Libres.
El escritor mexicano en lengua maya Jorge Miguel Cocom Pech, recibió el Premio de Literaturas Indígenas de América. En la ceremonia de entrega, denunció la discriminación y el racismo hacia las lenguas y culturas indígena y dedicó la distinción a quienes los han despreciado por hablar la lengua de sus abuelos. Intercalando maya y español, afirmó: “Tu idioma es la casa de tu alma. […] Este premio no va para una sola persona, sino a mi pueblo”.
En el Encuentro ArpaFIL de arquitectura, patrimonio y arte, se reconoció la trayectoria del joven arquitecto colombiano Juan Pablo Ortiz, destacando su búsqueda continua de ideas operativas e innovadoras, respetando las tradiciones locales y el paisaje natural, y la construcción del Centro Memoria Paz y Reconciliación, en el Bicentenario de la Independencia en Colombia, para rescatar la memoria de las víctimas de la violencia en Colombia del olvido.
Lo único que hace falta para disfrutar de la FIL es tiempo. La multitud de eventos que se llevan a cabo, muchos de ello de manera simultánea, incluyen presentaciones de libros, firma de autores, lecturas dramatizadas, foros, encuentros científicos actividades académicas y culturales. Además de las actividades en torno a la lectura se presentaron actividades culturales, exposiciones, espectáculos de música danza y teatro, entre ellos La chunga de Vargas Llosa, la ópera Otello, y el Ballet Folclórico de Panamá.
El Bosque de la Poesía, ubicado en el área internacional, es una invitación a visitar el árbol de tu poeta favorito con hojas que llevan fragmentos de su obra.
En FILNiños, presente en el imaginario de varias generaciones de tapatíos, los más pequeños disfrutan con los talleres de animación, creación, cine, cortometrajes y payasos. Este año se destacó la presencia de los chilenos Gabriel Osorio y Antonia Herrera con la presentación del libro Historia de un oso, de Editorial Zig-Zag, basado en su maravilloso cortometraje que sorprendió a todos al ganar el Premio Oscar este año.
Como en años anteriores, encontramos secciones dedicadas al cómic y a los libros electrónicos, cada vez más populares.
Durante la ceremonia de clausura se anunció a Madrid como ciudad invitada de honor en el 2017 y que, de acuerdo a Luis Cueto, delegado del ayuntamiento madrileño, buscará privilegiar la presencia de autores jóvenes.
Seguramente nos aguardan muchas sorpresas en la próxima versión de la FIL, el encuentro literario más importante del mundo en habla hispana.
Guadalajara, Jalisco, diciembre 2016