La lamentable noticia recorrió el mundo cuando, el último día de marzo del 2016, se hizo pública la temprana y sorpresiva muerte de Zaha Hadid, la dama de la arquitectura. Galardonada en diversos momentos, primera mujer en recibir, en 2004, el Premio Pritzker – el Nobel de su disciplina-, y a quién también reconocieran en febrero pasado, con la medalla de oro por su impactante carrera, desde el Royal Institute of British Architects.
La también conocida como “reina de la curva”, fue admirada y criticada en sus proyectos, indudablemente no pasó desapercibida. Inspiradora, enérgica, controvertida, visionaria, obsesiva y altamente experimental, logró imponer obras que impactan y están signadas por su audaz visión de la arquitectura. Nacida en Irak e instalada luego en Gran Bretaña, donde hizo sus primeros pasos con los más grandes, no fue hasta 1993 cuando logró levantar su primer construcción impactante: la Estación de Bomberos Vitra en Weil am Rhein, Alemania, y de ahí en más, deslumbró con su presencia.
Luego vinieron otras obras, con lo que finalmente entro al panteón de la historia de la arquitectura, entre los más destacados está el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal en Cincinnati, EEUU (2003); MAXXI, el primer Museo de Arte Contemporáneo en Roma (2010); el Palacio de la Opera de Cantón (2010), y el Centro Acuático de Londres, inaugurado para los Juegos Olímpicos de 2012. En todas sus creaciones se puede ver una marca, signada por el atrevimiento y las formas dinámicas que fluyen con total elegancia.

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También deslumbró con su personalidad desplegándose como una multifacética diseñadora capaz de aplicar su talento a joyas, muebles, zapatos, bolsos, barcos e incluso la ropa con la que tantas veces se vestía.
La ciudad de Miami disfrutó de su presencia a lo largo de la última década y lo seguirá haciendo. Estaba enamorada del sol, los colores y cielos abiertos con que la naturaleza bendice estas geografías, y no sólo tenía una casa de esparcimiento en estas playas, sino que estaba empeñada en dejar aquí su huella: ya se está levantando su ambicioso “1000 Museum”, una torre de 60 pisos con un sinuoso exoesqueleto en el Downtown, sobre Biscayne Boulevard, que promete ser otro de los atractivos que eternicen su legado.

Otros dos emprendimientos tienen ya a su estudio arquitectónico involucrado para dejar su impronta en la ciudad: uno en relación con la compañía de ballet de Miami Beach donde destacan los ligeros y curvos diseños de su creadora y otro en que junto con el desarrollador Mario Garnero, buscarán sumar un edificio universitario en el vecindario de North Miami Beach.
Estos días el mundo despide a un ser increíblemente talentoso, quien supo abrir puertas desde la creatividad desafiando los límites de la industria de la construcción, una dama atrevida cuyo legado perdurará en nuestra cultura.