Arnaud Desplechin, el director de “My Golden Days”, nos trae nuevamente el personaje Paul Dedalus que ya conocimos en su anterior producción “My Sex Life…or How I Got Into an Argument” de 1996, explorando esta vez a partir de recuerdos, tres episodios importantes de su pasado, concentrándose especialmente en uno de ellos, el relacionado con su primer amor.
Como en la anterior película, Paul Dedalus es interpretado por el conocido actor francés Mathew Amalric, pero en esta ocasión su aparición es breve. Paul es un antropólogo de mediana edad que regresa a París después de varios años de trabajo en Tajikistan. En la escena inicial está empacando y hablando con una mujer cuando muy pronto empieza su primer recuerdo, el de su infancia, titulado “Childhood”, que sucede en Roubaix, el mismo pueblo natal de Desplechin. Está dedicado a su traumática relación con su madre, una mujer con trastornos mentales, y un padre depresivo, lo que hace que a muy temprana edad Paul decida trasladarse a vivir donde Rose (François Lebrun), su tía abuela que tiene una amante rusa (Irina Vavilova).
Cuando el Paul adulto llega a París, se presenta un incidente con su pasaporte que lo lleva a relatar a un agente de seguridad francés (André Dussollier) un extraño episodio sucedido en su adolescencia que podría aclarar el posible robo de su identidad. Aquí entra la segunda parte de sus recuerdos denominada “Russia”, donde relata su viaje a la ciudad de Minsk en la Unión Soviética en compañía de un amigo del colegio. Ambos deciden aprovechar el viaje para prestar ayuda a disidentes judíos que desean escapar, y Paul (interpretado por Quentin Dolmaire en un promisorio debut) ofrece su pasaporte a un muchacho que busca escapar a Israel.
El tercer episodio, el mas importante y mas extenso es llamado “Esther”, el nombre de su primer amor, interpretado de manera exquisita por la joven Lou Roy-Lecollinet. El episodio cubre el primer encuentro de la pareja en una fiesta donde nos enteramos que Esther es la mujer fatal de la clase y que no tiene reparo en decirle a Paul “Yo soy excepcional y nunca me olvidarás”. El desarrollo de los caracteres en medio de familiares y compañeros de colegio es original y fluido, cumpliendo a cabalidad el propósito de inmiscuirnos en la maraña de caos e intrigas que se crean en esos dorados años de la juventud.
Paul es en ese momento un estudiante, y se va a vivir a parís para sus estudios universitarios, hecho que cambia la balanza de la relación. Esther no puede manejar la soledad y aparecen otras relaciones. Son muchos los elementos que Desplechin utiliza como música, reuniones de amigos, enfrentamiento con padres, que aunque parecieran no tener relevancia, le dan un tono de honestidad y naturalidad a la historia que sentimos que podría continuar infinitamente.
Es tal vez la ausencia de su madre, la que hace que Paul trate de suplir la falta con muchas mujeres determinantes que vienen a formar parte de su vida. Además de Esther y su tía abuela está su hermana, y cuando llega a Paris se vuelve apoderado de una profesora que lo acoge. Pero las pérdidas de Paul se siguen sucediendo y no sabemos que le puedan deparar esos poemas escritos en hojas que vuelan…
My Golden Days se presentó en el pasado festival de cine de Cannes donde obtuvo el Premio SCAD, y obtuvo el Cesar como Mejor Director y Mejor Cinematografía.
Se muestra en estos momentos en el Bill Cosford Cinema de la Universidad de Miami y en Miami Beach Cinematheque.