La situación de la mujer en las reservas indígenas de Norteamérica
“Nada es mas difícil de rastrear que la verdad”
Wind River es un thriller donde se investiga el asesinato de una joven en una Reserva Indígena en una zona remota de Wyoming, cuyo nombre da el título a la cinta.
Escrita y dirigida por Taylor Sheridan, conocido por Hell or High Water (2016), también con un importante contenido social, el drama se concentra en una joven y poco experimentada agente del FBI, Jane Banner, interpretada por Elizabeth Olsen, quien es enviada para investigar el caso.
Su parca experiencia y su juventud son motivo de burla entre los residentes, por lo que de manera inteligente decide unirse al único personaje que la puede ayudar, que no es precisamente Ben (Graham Greene), el jefe de la policía local, sino alguien mas involucrado personalmente, un cazador de la vecindad, Cory Lambert (Jeremy Renner) que busca animales de rapiña, y es amigo de Martin (Gil Birmingham) el padre de la víctima.
Cory es un personaje conocido en la comunidad, y pronto nos enteramos que está separado de esposa Wilma (Julia Jones), que es nativa y con quien tiene un hijo. Se encuentra buscando un tigre que ha estado atacando al ganado, cuando descubre el cuerpo de la mujer en la nieve, con señales de que ha sido violada y golpeada. El caso lo afecta de manera especial, y mas adelante nos enteramos el por qué, así que decide colaborar con la novata agente para encontrar al culpable.
A medida que se desarrollan los acontecimientos y se investiga a los posibles implicados en el crimen, nos vamos enterando de la manera como vive esta aislada comunidad, donde el alcohol y la violencia hacen parte de la cotidianeidad.
La historia está inspirada en hechos reales, y la película da cuenta al finalizar de la cantidad de injusticias que se cometen contra las mujeres de estas comunidades, hechos que por lo general quedan impunes. La sensación de impotencia y la rabia que produce saber que no estamos viendo una exagerada obra de ficción sino algo inspirado en una monstruosa realidad, nos deja sin palabras.
Este director, responsable también del guión de Sicario (2015) tiene un manejo particular de sus personajes femeninos a quienes los muestra como seres responsables e involucrados en su labor, mas que como objetos sexuales. A pesar de que nuestro condicionamiento nos lleva a esperar el típico romance que se crea entre los protagonistas de sexo opuesto, esto no se da en ninguna de sus producciones.