El nuevo filme de Crystal Moselle conocida por The Wolfpack (2015), hizo parte de la selección oficial del Festival de Cine de Sundance de 2018 y cuenta la historia de Camile (Rachelle Vinberg), una adolescente de Long Island de origen latino, muy introvertida y apasionada por el skateboarding.
Cuando Camile conoce un grupo de jóvenes de su edad en New York dedicadas de lleno a este deporte, siente que encuentra el nicho al que realmente pertenece; se siente aceptada, y a medida que los encuentros se repiten, cada vez mas comprometida.
Sin embargo, esto va en contra de las exigencias de su protectora madre (Elizabeth Rodriguez), quien después de una fuerte caída le hace prometer que nunca volverá a patinar.
Pero los motivos de la madre son otros, y para Camille no tienen relevancia en esta etapa de la vida cuando algo como el patinaje representa esa sensación de absoluta libertad y autonomía. Por eso ignora los constantes llamados de su madre al celular, y se las ingenia para esconder la patineta. Pero cuando llega el momento de hastío, decide alejarse del nicho familiar, encontrar un trabajo e irse a vivir con una de sus amigas.
En el trabajo conoce a un extraño joven, Devon (Jaden Smith), también dedicado al patinaje, del cual se enamora por primera vez. Pero esto le empieza a representar problemas con su grupo de amigas, habiendo tenido él una previa relación con Janay (Dede Lovelace), una de las integrantes.
Según cuenta la directora, el filme se originó un día en que vio el grupo de skaters en un subway en NY, y las escuchó hablar y compartir esa camaradería tan característica de las bandas como esta. Así, decide acercarse, hablar con ellas y conocer su historia, invitándolas después a compartir y hacer un proyecto que resultó en un exitoso cortometraje.
Posteriormente el plan consistía en un documental, pero con la colaboración de Jen Silverman y Aslihan Unaldi que intervinieron en el guion, se convirtió en narrativa y así se produjo la película.
El grupo es autentico, y los escenarios también lo que hace que la historia se sienta muy realista, casi documental. Sin embargo, la hace muy particular el hecho de tratarse de una actividad asociada por lo general con el sexo masculino. De hecho, cuando se confrontan con los grupos de hombres que practican la misma afición, éstos tratan de intimidaras, ante lo cual Kurt (Nina Moran), la dirigente, sienta presencia defendiendo el espacio que les pertenece.
Aunque la película no se centra en ningún evento en particular, y el problema con la madre y con el novio crean algo de tensión, lo que se logra mostrar con destreza es ese momento tan especial y tan efímero de los últimos años de la adolescencia, cuando aun podemos sentirnos libres y nadie nos logra convencer que las prioridades de la vida pueden ser otras.
Magnolia Pictures Release