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Santa y Andrés

SANTA Y ANDRÉS

Cuando la libertad reclama presencia frente a un sistema que censura y divide  

Una de las mejores películas que pude ver durante el pasado Festival de Cine de Miami tendrá su estreno mundial este mes en el Tower Theater. Lleva por título el nombre de los dos protagonistas, Santa y Andrés, interpretados por Lola Amores y Eduardo Martínez, ambos ganadores del premio Knight Foundation por mejor actuación durante el mencionado festival.

Santa y Andrés es el segundo largometraje del escritor y director Carlos Lechuga (Melaza), quien estudió en el Instituto Superior de Arte y en la Escuela San Antonio de los Baños en Cuba. En este film, contradictoriamente prohibido en su país, se refleja el triste extremo al que debe llegar un sistema de gobierno para controlar a sus ciudadanos cuando no puede sostenerse por si mismo.

La película abre con Santa caminando con una silla por un terreno desolado. No sabemos a dónde se dirige ni cuál es el propósito de la silla que carga bajo el brazo, que parece un cuadro surrealista cargado de ironía. Poco a poco nos vamos enterando del por qué de la situación, y lo surrealista se torna realista, deprimente y absurdo.

La historia tiene lugar en 1983. Andrés es un escritor de unos 50 años que por sus “conflictos ideológicos” y de género ha sido apartado de la sociedad por un sistema que evidentemente le teme a la diversidad en todo sentido. En vista de la presencia de la prensa y entidades extranjeras por un evento político que ha de tener lugar en los días próximos, Andrés es considerado una posible amenaza, y hay que cuidar que no salga de su recinto y que no tenga ninguna comunicación con los agentes extranjeros. Santa, una campesina de unos 30 años que trabaja en una granja es la encargada de velar por el encierro domiciliario.

Durante los días de reclusión guardián y guardiana llegan a conocerse mas a fondo y a discutir la situación en que ambos se encuentran. Irónicamente se dan cuenta de la poca diferencia que existe entre los dos, llegando a cuestionar sus roles sociales en una especie de metáfora aplicable a una condición mas general que divide y ha dividido al pueblo cubano desde los comienzos de la revolución.

A pesar de haber sido prohibida en su país de origen Santa y Andrés se ha presentado en varios festivales como Toronto, Chicago y San Sebastián, obteniendo merecidos premios que demuestran que no se requieren excesivos recursos para crear cine de buena calidad.

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