A ratos divertida, a ratos nostálgica y a ratos dramática, pero sobre todo muy teatral, la nueva cinta del aclamado director francés Laurent Cantet, conocido por The Class (2008), cinta que le mereció la Palma de Oro en Cannes, nos recrea un cuadro realista de lo que puede llamarse el producto humano de la Revolución Cubana.
Después de haber estado en Cuba para filmar uno de los segmentos (La fuente) de “Siete días en la Habana” (2012), el director decidió volver a trabajar en la isla, fascinado por su gente, y por la colaboración con el escritor Leonardo Padura quien en esta ocasión se encarga del guión basado en su libro “La novela de mi vida”.
Contando con cinco personajes representados por Isabel Santos, Jorge Perugorria, Fernando Hechevarria, Néstor Jiménez y Pedro Julio Díaz Ferrán, que se reúnen para festejar un reencuentro en una azotea de un edificio de la Habana, la conversación nos pasea por las historias personales de cada uno de ellos, su pasado y su presente, sus sentimientos y resentimientos, sus ilusiones y desilusiones.
Nos enteramos que uno de ellos llevaba 17 años viviendo en España y decide volver para quedarse, hecho al cual todos se oponen. Alrededor de unos tragos, una comida, cigarrillos y buena música, se va retratando la realidad que vive y vivió la isla, tanto en la memoria del pasado, que ellos conservan muy presente, como también en el momento actual.
La música trae los buenos recuerdos de un concierto de Joan Manuel Serrat al que varios asistieron, pero también trae a colación la época de prohibición de Los Beatles y las repercusiones que cayeron sobre quienes osaron escucharlos, a escondidas o abiertamente, en su momento.
La cámara se pasea por el vecindario, que visto desde el techo de la terraza permite captar mejor la perspectiva de barrio que se trata de dibujar. El paisaje del malecón a la distancia iluminado por las luces de escasos carros produce unas maravillosas tomas fotográficas.
Con toda naturalidad nos enteramos de los conflictos de pareja de un vecino que llega a altas horas de la noche y percibimos los olores de lo que cocina otro, completando un característico cuadro de vida pueblerina que pone la nota cómica a los hechos un tanto contemplativos y dramáticos que va develando la conversación.
El título de la película hace referencia al poema Ítaca del escritor griego Constantino Kavafis inspirado en La Odisea que hace referencia al viaje de la vida, con sus buenos y malos momentos.
La cinta, que resulta ser una fuerte crítica a la sociedad cubana mostrando la desilusión que produjeron los sueños revolucionarios en toda una generación, si bien pudo ser filmada en Cuba, fue excluida de presentarse en el Festival de cine de La Habana. Fue bien recibida en los festivales de Venecia, São Paulo y San Sebastián, y un tiempo después logra hacer su entrada a Cuba como parte del Festival de Cine Francés, hecho que le permitió ser vista por quienes realmente se pueden identificar con su temática.
Coral Gables Art Cinema
260 Aragon Avenue, Coral Gables, FL 33134
Del 13 al 26 de noviembre