ISAAC BASHEVIS SINGER – UN ESCRITOR PERSEGUIDO POR LOS DEMONIOS
ENCUENTROS LETRA URBANA @ BOOKS&BOOKS
AGOSTO 26, 2014
Anoche a las 8 se dio inicio a un encuentro en Books&Books con un nutrido grupo de personas ávidas por una ración de fantasmas, por una identificación de sus demonios, en el mejor sentido del mito judío.
El lugar no podía ser más propicio. Estábamos convocados todos como en algunas de las páginas de Goethe sobre Fausto. La librería, con todos sus textos cerrados como cofres, guardando entre sus páginas, innumerables magos, embrujos y en especial los exquisitos demonios de Bashevis Singer.
Las encargadas de cocinar el embrujo fueron Henie Hajdenberg con su magistral narrativa y Batia Cohen con un rico montaje visual. Gisela Savdie pecó de moderadora abriendo la Caja de Pandora. Bashevis Singer, a través de su prodigiosa memoria, fue sacando de su casa de infancia en Varsovia los personajes que nutren sus narraciones y se fueron decantando anoche. Los contextos de la religión y los múltiples arreglos y soluciones que su padre daba a su comunidad fueron los referentes para que este escritor nutriera su literatura y diera una universalidad al yiddish brindándole la categoría y la vigencia en que hoy permanece y crece.
En la casi simultaneidad en que Henie iba exponiendo la literatura de Bashevis Singer, Batia nos recreaba con los maestros del Renacimiento, el Manierismo y el Barroco buscando en las imágenes de estas obras los múltiples espejos de una intertextualidad para sacar todos los demonios en esta mezcla de vanidades y pasajes de la condición humana. Fue una hora y media amena donde Chagall con todo su Fovismo, su Expresionismo y su Arte Moderno nos mantuvo en crescendo el éxtasis demoniaco, el erotismo, la pasión, y ante todo, el humor y, junto a sus personajes hizo vibrar el realismo mágico de toda esta fabulación demoníaca.
No fue un encuentro siniestro ni trágico; fue una ronda alegre y misteriosa con musas en la noche. Pudimos ver a Lilith de John Collier (1892) Lilith, elemento controversial del mito judío, primera esposa de Adán, cuentan que se marchó sin permiso del paraíso.
Seguimos peregrinando en el claroscuro de algunos amantes de Geronimus Bosch, donde diosas y eros y otros elementos fueron enriqueciendo nuestro apetito, o recordándolo, o con trabajos de Delacroix, mientras nos íbamos adentrando en medio de la exposición y la narrativa en las leyendas y mitos germánicos, haciéndonos evocar otras obras, otras pinturas, como el cuadro de Albert Joseph Penot, «Mujer Saliendo para el Shabbat», o llevarnos mucho más atrás en el tiempo y encontrarme con Las Brujas de Goya y Lucientes.
La humanidad hoy es una procesión de ideologías metidas en las guerras santas, vengan de donde vengan.
El público permaneció totalmente absorto. Fue una presentación para repetir. Finalizada la charla necesariamente invocamos otras ideas. Algunos comentarios sobre la pasión y su desborde que todo lo arrasa cuando se manifiesta. ¿Cómo se manejaría eso de la culpa y el pecado cuando los demonios se desbordan?
También tocamos elementos borgeanos de sus fabulaciones sobre el Rabino de Praga y su Golem, asumimos que Bashevis Singer presentía un desencanto en los elementos de sus dioses y enriqueció el yiddish y la literatura con el humor de sus demonios.
Hasta aquí las muestras de los nutridos espejos que somos y que la doctora Heine, en la lectura del fragmento de «El Espejo», vistió y desvistió anoche.
Retorné a casa casi al filo de la medianoche bajo el influjo de la sonata «El trino del Diablo», de Tartini, la cual afirmó el compositor le fue revelada en un sueño.