Resulta curioso que una película irlandesa tenga lugar en Cuba y sea hablada en español; más curioso aún, que su director,Paddy Breathnach, sea capaz de reflejar un perfecto cuadro realista sobre la situación que vive la isla en este momento, tanto desde el punto de vista geográfico como social.
Viva cuenta la conmovedora historia de Jesús (Héctor Medina), un joven cubano de 18 años en plena etapa de identificación personal, que sufre el agravante de no tener las opciones que otros muchachos de su edad, con mejor posición económica y padres presentes, podrían encontrar.
Jesús es huérfano de madre y nunca conoció a su padre. Sobrevive como peluquero de las señoras de su vecindario y arreglando las pelucas de un cabaret de transformistas en La Habana, cuya matrona apodada Mama (Luis Alberto García), cumple la función de la figura paterna que nunca tuvo.
La aparición repentina de su padre, Ángel (Jorge Perugorría), un ex boxeador famoso que todos creían muerto y a quien Jesús llama por su nombre propio, trunca sus sueños de convertirse en un artista en el cabaret donde trabaja, y lo fuerza al submundo de la venta de sexo para sobrevivir.
Padre e hijo de repente se ven obligados a convivir y deben confrontar no sólo la pobreza económica, sino la forzada relación que ahora se impone entre los dos. Lo que Jesús sabía de su padre estaba limitado a los relatos de una madre abandonada, golpeada y ya desaparecida, y lo que experimenta con su presencia no favorece mucho a un cambio de opinión.
Las vivencias del pasado se inmiscuyen en el presente azotando a padre e hijo por igual, hasta el punto de transformar lo que cada uno piensa y espera del otro. La evolución de los caracteres se experimenta no sólo a través del dialogo entre los personajes sino por una asombrosa expresión corporal y facial que los revela tanto como la propia narrativa.
La tomas de la ciudad son tan lúgubres como los espacios íntimos donde se viven los dramas personales. Este juego escalonado de imágenes conforma un conmovedor decorado donde las vidas de los protagonistas se descubren tal como son, libres de juicio y sin caer en el melodrama.
Si el libreto, a cargo de Mark O’Halloran resulta excelente, la dirección y la actuación del elenco que la compone no se queda atrás, dejando una sensación de satisfacción plena en el espectador. Pero tal vez lo que mas nos queda sonando de esta absorbente cinta es la música con canciones tan rudas y conmovedoras como la misma historia.
Paddy Breathnack logra un equilibrio perfecto entre la parte de entretenimiento y denuncia social, hecho que le permitió varias nominaciones en distintos festivales y fue la película que representó a Irlanda en las nominaciones a los Oscar de la Academia.
Viva se presenta esta semana en el Tower Theater, O Cinema y en AMC Aventura.