¿De dónde provienen los huevos, la leche y la carne que comemos?
Producida y dirigida por Christopher Quinn (ganador en Sundance en 2006 por God Grew Tired of Us), Eating Animals relata la historia de la crisis de la ganadería industrial, y sus nefastos efectos en el medio ambiente, la salud y en el trato mismo de los animales.
La película es una adaptación de la obra escrita por el conocido autor Jonathan Safran Foer, que lleva el mismo nombre. Foer es también coproductor, al igual que Natalie Portman quien hace la voz que narra la historia.
La película comienza con una pregunta muy simple: “¿De dónde provienen los huevos, la leche y la carne que comemos? “. Y es que en realidad cuando nos sentamos frente a un plato de comida, tal vez pensamos en el sabor, el tipo de salsas que acompañan su contenido o si la temperatura es la adecuada, pero casi nunca averiguamos de dónde provienen.
Esto es lo que nos pone a pensar este documental. Impulsados por la mirada de unos cuantos granjeros, empeñados en llevar la ganadería y la agricultura a sus raíces utilizando las prácticas de tiempo atrás, nos va mostrando con hechos irrefutables cómo las técnicas impuestas en los últimos 40 años nos han hecho cómplices de la polución del ambiente, la introducción de nuevas enfermedades, la resistencia a los antibióticos y el maltrato animal.
Las granjas industriales y su crecimiento acelerado no solo en Norteamérica sino en al resto del mundo abaratan el costo de la comida, haciendo que los animales crezcan mas rápido. Para ello se utilizan hormonas y antibióticos que después repercuten en el ser humano que consume los productos.
El crecimiento acelerado y tamaño tan descomunal que han adquirido las granjas hacen imposible dar un trato decente a los animales, y el hacinamiento favorece el desarrollo de infecciones que luego se van a transmitir a los humanos a través de la leche, la carne o los huevos que de ellos se extrae.
El círculo vicioso que se desencadena a partir de la industrialización de las granjas va aun mas allá. Para alimentar la cantidad abrumadora de animales que crecen a ritmo acelerado se ha impulsado la producción de antibióticos y hormonas por parte de las empresas farmacéuticas, y ha hecho aumentar la producción de monocultivos, principalmente maíz y soja, los cuales a su vez están siendo modificados genéticamente.
Los excrementos de estos animales, fruto de la mala alimentación, están intoxicando a su vez las aguas, lo que contribuye al calentamiento global. Tales hechos no son reconocidos por los encargados de controlar la contaminación, debido a la enorme ganancia que está implicada.
Como lo muestra la película, no hay otra salida sino volver a los métodos tradicionales de ganadería y agricultura para poder detener este proceso de intoxicación masiva, y nos quedamos pensando, mucho después de descubrirlo, qué modificaciones vamos a hacer al respecto, porque lo cierto es que nunca podremos mirar la comida con los mismos ojos.
EATING ANIMALS se presenta el 20 de Julio en el Cosford Cinema en Coral Gables
27 de Julio en Lake Worth Playhouse en Palm Beach County