Es fácil reportar los éxitos, pero son pocos los que se atreven a hacer una crónica del fracaso, sobre todo cuando se trata de operaciones militares, y esto es lo que logra con valentía Barbara Kopple, dos veces ganadora del Óscar, en Desert One.
Con material nunca expuesto, el documental nos lleva a lo largo del plan de rescate que pretendía liberar los 52 rehenes que fueron secuestrados en Irán en 1980, y que estaban recluidos en la Embajada Americana y en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Partiendo de entrevistas con los que estuvieron directamente implicados, la película nos proporciona un material único, tanto reflexivo como emocional. Porque es distinto leer en los periódicos cómo falló la operación técnicamente, a escuchar a los soldados que estuvieron allí presentes recordando y expresando lo que sintieron minuto a minuto.
La Operación Eagle Claw, primera misión del comando Delta Force, se lanzó bajo el liderazgo del presidente Jimmy Carter. Según las instrucciones el operativo no podría funcionar con menos de 6 helicópteros. Pero de los ocho que mandaron, sólo había cinco que funcionaban cuando aterrizaron en el desierto de Irán, y el presidente tuvo que dar orden de suspender la misión.
Pero éste no fue el único inconveniente; después, en la retirada, uno de los helicópteros se estrelló contra la aeronave que transportaba soldados y gasolina, y en la explosión murieron quemados ocho de los participantes. La situación de emergencia los obligó a dejar los cuerpos, los cuales fueron expuestos al público por el gobierno iraní, un horrendo acto de burla al gobierno americano.
Este hecho de extrema gravedad tuvo consecuencias mucho más allá de una operación militar fallida. A partir de ese momento las relaciones entre Irán y Estados Unidos se suspendieron, y el presidente Carter perdió parte del apoyo necesario para su reelección, dando paso a la subida de Ronald Reagan al poder.
Además de los soldados salen entrevistados rehenes, comandantes y oficiales que participaron en la planeación, y aparece también el mismo presidente Carter. El documental recoge importantes archivos de la época, incluyendo material iraní, lo cual le da mas autenticidad. Los rehenes con sus relatos nos hacen revivir sus experiencias, y como sucede con todo trauma, la sensación es como si hubiese sido ayer.
Las partes de la misión están recreadas con animación a cargo de Zartosht Soltan, lo cual provoca más tensión e intriga en el espectador, al punto que a ratos nos sentimos viendo un thriller y no un documental.
La crisis de los rehenes en Irán duró 444 días que cambiaron la historia, y sentaron las bases para la confrontación entre el mundo islámico y occidental. La absoluta verdad, como sucede en la mayoría de estas situaciones, nunca se sabrá. Es mas, aun se especula si no hubo un arreglo por parte de Reagan para que la liberación de los rehenes se pospusiera hasta después de su elección.
El coraje que muestra el documental se equipara al de los soldados homenajeados, porque a pesar del fracaso, la etapa de preparación y el riesgo que se corre es el mismo – si no más – que el de los casos victoriosos. Y el aspecto humano que presenta nos deja pensando si se justifica que estos jóvenes se expongan a tales experiencias militares cuando la cruda realidad es muy distante de lo que tendemos a enaltecer en abstracto.
Desert One fue producido por History y Cabin Creek Films. Estrena virtualmente el 21 de agosto en varios teatros del país. En Florida se presenta en Cinema Paradiso y en Savor Cinema
Imagen: Zachary Martin (Greenwich)