La actuación es una mentira, y la vida es pura actuación
Nominado al Gran Premio del Jurado en Sundance, el documental del director británico, educado en la Universidad de Oxford, Stevan Riley, hace un recuento histórico de la vida del actor Marlon Brando, tomando una perspectiva diferente de lo que comúnmente se hace con una biografía. No es casual que la formación académica de Riley sea en Historia Moderna, lo cual se hace palpable en la manera poco convencional como desarrolla los eventos, y el encadenamiento que logra con la edición.
Elaborado en conjunto con Showtime y Universal Pictures, el documental recolecta material inédito, sacado de un archivo, donde el mismo actor cuenta su historia a partir de sus experiencias del momento, por lo que la revista Rolling Stone la llamó Marlon Brando en sus propias palabras. El resultado es algo similar a lo que Asif Kapadia logró con Amy, su documental sobre Amy Winehouse.
Combinando el material obtenido en estos archivos con clips de sus películas y reportajes de los noticieros, obtenemos un cuadro revelador de lo que fue la vida intima de este personaje, con sus demonios y bondades. Recuerdos de su infancia, como el olor a licor en el aliento de su madre, la traumática relación con su padre, la llegada de la fama con A streetcar named Desire , el Oscar por On the waterfront , el descubrimiento de Tahiti, su caída en los años 60 y el resurgimiento con The Godfather y Last Tango in Paris, la lucha por los derechos humanos y por los indígenas, y las tragedias personales con sus hijos, hacen un cuadro revelador y auténtico que nos hace entender mejor los eventos registrados en nuestra memoria a partir de anuncios en la prensa.
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Cuando actores de la categoría de Brando se convierten en mito, la tendencia es que pierden su rostro humano, resultando casi imposible modificar la imagen que el público se ha hecho de ellos. La única manera que este director encontró para lograr restablecer el retrato del ser humano detrás de la leyenda, fue dejándolo hablar por si mismo en vez de hacerlo en tercera persona, entrevistando a otros, como es lo común.
Según Riley confirmó, lo que pretendía proveer con el material reunido era una especie de psicoanálisis del personaje y exponer la tragedia que vivió su familia, avanzando cronológicamente del niño al joven, y del joven al adulto y al anciano, basándose en todo el material que el mismo Brando grabó, ya que le gustaba registrarlo todo en grabaciones. Es así como se logra un fascinante cuadro realista e impresionista a la vez sobre quien el público americano considera el más importante actor del siglo XX.