El Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wide Fund for Nature) es una organización independiente que se fundó en Suiza. En los Estados Unidos Y Canadá se la conoce como World Wildlife Fund (WWF). Desde hace más de 60 años, su misión es detener la degradación del entorno natural del planeta y construir un futuro en el que las personas vivan en armonía con la naturaleza, manteniendo la diversidad biológica del mundo, asegurando que el uso de los recursos naturales renovables sea sostenible y promoviendo la reducción de la contaminación y el derroche en el consumo. WWF opera con una activa red global en cien países y tiene más de treinta millones de seguidores y es conocida por el logo del panda.
Surgió como un pequeño grupo de preocupados y comprometidos naturalistas y ha crecido hasta convertirse en una de las organizaciones independientes de conservación, más grandes y respetadas del mundo. Con los años, el objetivo de WWF ha evolucionado hacia una ambiciosa estrategia para preservar la biodiversidad y alcanzar el desarrollo sostenible en todo el planeta.
Aunque la protección de especies y hábitats fue el objetivo principal, el enfoque de WWF evolucionó y se enfocó en esfuerzos de conservación más completos para biomas enteros, así como para especies; aumentó su compromiso con los gobiernos y los tratados ambientales internacionales y comenzó a abordar algunas de las causas de las amenazas ambientales.
Los esfuerzos de conservación de WWF se basan en la ciencia y en enfoques innovadores para satisfacer las necesidades de la naturaleza y de las personas, en un mundo cambiante. Se apoya en la biología, la hidrología, la oceanografía y las ciencias sociales para promover herramientas y métodos de conservación de vanguardia, conectar los sistemas naturales y sociales y abordar las amenazas emergentes. Sus científicos rastrean las necesidades de conservación y lideran análisis regionales y globales para identificar y establecer prioridades para los valiosos hábitats y especies del mundo. También confían en los procesos científicos para garantizar la efectividad y los mejores resultados medibles en los programas.
Las publicaciones científicas, las herramientas informáticas y datos generados por WWF fortalecen la integridad de los esfuerzos de conservación en todo el mundo. La serie de seminarios y simposios de WWF fomentan el discurso de las ciencias y facilitan el cruce de ideas entre sectores. Otras organizaciones conservacionistas, agencias gubernamentales e investigadores académicos adoptan regularmente las innovaciones de WWF. Sus científicos están liderando las estrategias de conservación, determinando cuales entre ellas están funcionando bien, cuáles deben mejorarse y, lo que es más importante, por qué. Lo están haciendo a través de la «evaluación de impacto», una nueva aplicación del método científico que se basa en las mejores prácticas en los sectores médicos y educativos.
Kathryn Fuller Science for Nature Fund apoya y aprovecha la investigación científica de la conservación más prometedora y la pone en práctica. Esta fundación, nombrada en honor a la expresidente y directora ejecutiva de WWF-US, apoya al Simposio anual de Ciencia para la Naturaleza con líderes mundiales en ciencia, política y conservación- También impulsa seminarios regulares, un foro de encuentro para que la comunidad conservacionista aprenda, discuta y trabaje en red.
El Proyecto de Capital Natural, centrado en la Universidad de Stanford, es una asociación entre WWF, The Nature Conservancy, la Academia China de Ciencias, la Universidad de Minnesota y el Centro de Resiliencia de Estocolmo. A través de ciencia pionera, tecnología de punta y asociaciones de colaboración en todo el mundo, Natural Capital Project trabaja para integrar el valor que la naturaleza brinda a las personas en todas las decisiones importantes.
El logo del WWF, tan ligado a su identidad, está inspirado en Chi-Chi, un panda gigante que fue llevado al zoológico de Londres en 1961. Conscientes de la necesidad de contar con un símbolo que superara las barreras del lenguaje, los fundadores del Fondo Mundial para la Naturaleza acordaron que este simpático animal podría ser un logo. Los primeros bosquejos fueron realizados por el ambientalista y artista británico Gerald Watterson. Basado en dichos bosquejos, Sir Peter Scott, uno de los fundadores, dibujó el primer logo y señaló: «Queríamos un animal que fuese hermoso, estuviese amenazado y fuese querido por muchas personas en el mundo por sus cualidades». El panda es hoy en día un símbolo de conservación en el mundo.
«Estamos entrando a una nueva época de la historia de la Tierra, el Antropoceno. Una época en la que los seres humanos, más que las fuerzas naturales, son la causa principal del cambio planetario. Pero nosotros también podemos redefinir nuestra relación con el planeta, pasar de una relación derrochadora, insostenible y depredadora a una en que las personas y la naturaleza puedan coexistir en armonía», dice Marco Labertini, director general de WWF Internacional.
La implementación de prácticas sostenibles dentro de la industria de alimentos para ganado, aves de corral y en toda la cadena de valor, es esencial para alcanzar los objetivos climáticos globales y limitar el calentamiento a 1.5 grados centígrados. Un nuevo informe de WWF detalla cómo junto con Estados Unidos y sus socios de la cadena de suministros, pueden implementar cambios que disminuirán los impactos ambientales de la producción de alimentos y ayudarán a lograr un sistema nutricional mundial más sostenible y resistente al clima. Ese informe describe cómo se pueden abordar estos problemas a través de cuatro componentes críticos de una estrategia de alimentación sostenible: circularidad, innovación, agricultura regenerativa y abastecimiento responsable.
“Cuando hablamos de construir un futuro sostenible, una parte crítica de la conversación es cómo suministramos los alimentos para los animales de manera ambientalmente responsable”, comenta Ellen Dierenfeld, especialista líder de WWF en innovación alimentaria sostenible. “Actualmente, existe una extraordinaria oportunidad para que la industria de la alimentación aproveche su influencia y genere cambios en todo el mundo. Las acciones colectivas a lo largo de la cadena de valor de la alimentación enviarían señales a lo largo de todo el sector agrícola, lo que conduciría a un sistema alimentario más sostenible para todos”.
El informe también incluye ideas relevantes y ejemplos de acciones compartidas por un conjunto de partes muy diverso, interesadas durante la reciente Cumbre de Sostenibilidad de Sistemas de Alimentación, convocada conjuntamente por WWF y el Instituto para la Educación e Investigación de la Alimentación (IFEEDER, por sus siglas en inglés).
“Los esfuerzos de sostenibilidad del sector de la alimentación están influenciados por muchas partes interesadas, tanto al principio como al final de la industria, lo que crea oportunidades reales de participación”, menciona Lara Moody, directora ejecutiva de IFEEDER. “Existen soluciones factibles, tal como lo demuestran los casos de estudio del informe, pero se necesita el apoyo de toda la cadena de valor de la industria alimentaria, incluyendo los productores de alimentos y las partes interesadas que se enfrentan a los consumidores”.
El cambio climático es, tal vez, el reto más grande que la humanidad ha enfrentado. Afecta cada rincón del planeta: desde los polos hasta las zonas tropicales, desde las montañas hasta los océanos. Las personas y la naturaleza alrededor del mundo ya están sintiendo los efectos de estas variaciones acumuladas durante décadas, las fuentes hídricas se están reduciendo, los eventos climáticos extremos se han incrementado en frecuencia e intensidad, los bosques están ardiendo y las barreras de coral van muriendo.
Desde la revolución industrial las acciones humanas han causado que las temperaturas promedio del planeta se eleven en casi 1ºC. Los niveles de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera son mayores a los registrados en cualquier otro momento de la historia humana; y seguirán incrementándose en los próximos años sin que se pueda calcular exactamente en qué cantidad o con qué velocidad.
Si bien hasta el momento hemos experimentado los cambios climáticos con una intensidad que dio lugar a que no se perciban por su evidencia -y hasta pudieran ser negados-, hoy el ritmo se acelera. Las amenazas de los fenómenos mencionados pueden suceder en el mismo periodo de tiempo de una vida humana, dejando a las futuras generaciones con la obligación de enfrentar la vida en un planeta devastado.
Para evitar la falta de sanciones y la indiferencia que tanto daño puede causar, WWF trabaja junto a los gobiernos y al sector privado para poner en práctica los compromisos asumidos, incluye a las comunidades en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, propuestos por las Naciones Unidas¹, y asegurar que el mismo cumpla con las necesidades de las personas y de la naturaleza.
Muchas empresas también responden a la convocatoria de WWF para tomar acción. El sistema financiero global impulsa actividades económicas que afectan al planeta. La desproporción entre el rédito y el cuidado permite a las compañías petroleras perforar el Ártico y a las industrias agrícolas talar bosques tropicales o construir represas en ríos que solían fluir libremente. Pero las corporaciones también pueden ser clave para hacer que nuestros hogares usen energía más eficiente, para restaurar paisajes degradados o ayudar a los pequeños agricultores a aumentar sus recursos de forma sostenible. WWF articula el valor de la naturaleza y los riesgos financieros y ambientales, y sus propuestas contribuyen a redirigir el flujo de las inversiones en actividades que ayudan a conservar el planeta. Aquí es donde las responsabilidades se unen, porque los consumidores pueden colaborar optando por bienes y servicios que impacten lo menos posible al medio ambiente utilizando autos eléctricos, paneles solares, alimentos orgánicos, reciclando, etc.
La buena noticia es que estamos en un creciente movimiento mundial por el cambio. Más de sesenta y cinco gobiernos han comprometido su apoyo a un tratado global para prevenir la contaminación plástica, después de que más de dos millones de personas firmaran la petición de WWF. Los consumidores también están pidiendo acciones y las empresas se están sumando. Más de quinientas organizaciones, incluidas los fabricantes responsables de más del 20% de los envases de plástico, han firmado el Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico. A través del centro de activación de WWF, ReSource: Plastic, se ayuda a convertir la ambición en acción, rediseñando la forma en que las empresas obtienen, usan y desechan los plásticos.
Hace catorce años, World Wildlife Fund y The Coca-Cola Company decidieron embarcarse en un gran experimento: una organización ambiental y una corporación unían fuerzas para garantizar la disponibilidad de agua abundante y de calidad para las comunidades, la naturaleza y los negocios de todo el mundo. Desde entonces, el alcance de esta alianza se ha ampliado y ahora incluye la colaboración en más temas críticos para la salud y el bienestar de nuestro planeta y sus habitantes, como el clima, los plásticos y la agricultura.
Lo que fuera novedad en 2007 ahora se ha convertido en el estándar de oro para las alianzas entre empresas y organizaciones no gubernamentales. El lanzamiento de la alianza Coca-Cola y WWF ha catalizado la cooperación global. Durante los últimos catorce años, juntos trabajaron en treinta y cinco áreas que comprenden cincuenta países, así como en las nueve unidades operativas de Coca-Cola. Los proyectos son tan diversos como los paisajes y las comunidades a las que sirven. Dentro de las acciones conjuntas se incluye la restauración de tierras de cultivo inactivas o humedales en la cuenca del río Yangtze, la capacitación y equipamiento para quienes luchan contra los incendios forestales en Guatemala; reconectar el sistema fluvial del río Danubio con las llanuras aluviales; eliminar especies “sedientas” invasoras de plantas en Sudáfrica, entre otras. Muchos de estos proyectos se dan a conocer de manera detallada en el reporte Partnership Impact Report, donde se describe lo logrado durante las dos primeras fases de la alianza y se anuncia que las acciones continuarán en la Fase III.
En catorce años, el mundo ha cambiado drásticamente debido al cambio climático. La siguiente fase de la alianza se está expandiendo y se invertirá en la naturaleza para enfrentar los desafíos por venir, sin olvidarse de nadie. Juntos, están fortaleciendo la resiliencia de las comunidades y naturaleza más vulnerable ante el cambio climático y el estrés hídrico, y WWF ayuda a re-imaginar cómo la empresa obtiene, usa, recicla y reduce los envases de plástico, al mismo tiempo que las estrategias y objetivos de la compañía evolucionan para reducir su huella ambiental. Reconociendo que el liderazgo de las comunidades locales es fundamental para lograr el éxito a gran escala, también se apoyará la implementación de proyectos en más de cincuenta países e involucrarán a cientos de partes interesadas adicionales en todo el mundo. Esta colaboración alcanzará un nuevo nivel durante la Fase III, en beneficio de las personas, las empresas y la naturaleza.
Como organización de conservación líder en el mundo, WWF está comprometida a construir un futuro donde las personas y la naturaleza prosperen, y lo lleva a cabo junto a las comunidades, gobiernos y corporaciones. Trabajando a nivel gubernamental y reconociendo la presión que las empresas ejercen sobre el medio ambiente, WWF y sus socios batallan para establecen un alto estándar de sustentabilidad con legislación y creando nuevos modelos de negocios y, cuando sud visiones se alinean con la de WWF, todo es posible.
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Hola, Somos una cooperativa Agropecuaria de produccion – Guardianes del Bosque que nos dedicamos a la proteccion del medio ambiente, pero estamos preocupado que los organismos nos han dejado aislado sin brindarnos ningun apollo para seguir al cuidado de nuestros bosques que aun nos quedan.