Por
¿Qué le pasa a nuestro mundo que siempre andamos en otro? O mejor, ¿qué le pasa a nuestro mundo que cada una anda en el suyo? En estos meses hemos lidiado con el aislamiento, total o parcial, de la mejor forma que nos ha sido posible. Afortunadamente, hoy en día, la mayoría de nuestros hogares poseen ventanas abiertas al mundo. Las tenemos de muchos tamaños, las manejamos con teclados, con mandos y hasta con la voz. Son las pantallas por las que accedemos a la información, al entretenimiento, y a la vida de amigos, familiares y allegados. Sin estas herramientas, nadie podría imaginarse cómo habríamos soportado tanta soledad. Y, sin embargo, cuando una esporádicamente sale y ve el mundo, cuando entabla, por causalidad, una conversación no ya con un desconocido, basta que sea un no conviviente, llega la sorpresa: ¿Cómo es posible que veamos la realidad de manera tan diferente? Llevamos demasiado tiempo asomándonos a mundos distintos en los que cada vez existen menos probabilidades de tropezar con argumentos contrarios a nuestras impresiones.
Hoy las redes sociales y el contenido personalizado de las plataformas de búsqueda y entretenimiento contribuyen a polarizar la opinión pública y condicionan la acción ciudadana. El participio debería alarmarnos. Como bien saben las gentes de teatro, la raíz etimológica de la palabra “persona” se refiere a la máscara que utilizaban los actores griegos y significa “sonar a través de”, per sonare, ya que estas máscaras proyectaban su voz. ¿Quién suena a través de nosotras? No se trata de creer en teorías conspirativas, hay una explicación más trivial y, quizá por eso, nos enseñó Hannah Arendt en Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal, más terrorífica.
Llevamos demasiado tiempo asomándonos a mundos distintos en los que cada vez existen menos probabilidades de tropezar con argumentos contrarios a nuestras impresiones.
Conectando historia, memorias y literatura, el escritor cubano se vale de sus experiencias como inmigrante y como padre para explorar temas complejos de alta carga emotiva
Un barco con esclavos africanos desafió la prohibición del comercio de esclavos en EE. UU. en 1860. En 2018, sus restos fueron descubiertos y se exhiben en Alabama. El último sobreviviente murió en 1935, pero relató su experiencia de ser capturado por el ejército del rey de Dahomey a los 19 años
La rivalidad entre hermanos puede ser un problema difícil y doloroso de resolver. Las historias que contamos sobre nosotros mismos y los relatos familiares pueden limitar una buena relación. Cómo sortear celos y conflictos para forjar mejores vínculos.
El artista Miguel Arzabe se inspira en técnicas y motivos culturales de su herencia andina para crear un bestiario contemporáneo abstracto que reanima la relación entre la naturaleza humana y la animal.
SUSCRIBIRSE A LA REVISTA
Gracias por visitar Letra Urbana. Si desea comunicarse con nosotros puede hacerlo enviando un mail a contacto@letraurbana.com o completar el formulario.
DÉJANOS UN MENSAJE
Imagen bloqueada