El 23 de marzo pasado se hizo la apertura de la muestra Mother, I See Myself in Your Eyes, en los salones de ConcreteSpace Art Projects, en Doral. Esta exhibición está compuesta por obras 39 artistas que trabajan en múltiples medios, en homenaje al Mes Internacional de la Mujer y estará abierta al público hasta el 23 de mayo próximo. Las obras presentadas son una selección de la curadora Dayalis González, inspiradas en la obra de la artista cubana Ana Mendieta. Su obra fue corta pero muy productiva y extensa. Fue una artista conceptual, escultora, pintora y videoartista nacida en Cuba y criada en Estados Unidos. Es especialmente reconocida por sus obras de arte y performances en el marco del land art o environmental art (arte del medio ambiente). Murió joven y sus performances quedaron registradas en fotografías, filmes y videos, documentos que en esta época han tomado mayor notoriedad por su temática.
No hay un pasado original que deba ser redimido: existe el vacío, la orfandad, la tierra sin bautismo desde el principio, el tiempo que nos observa desde el interior de la tierra. Existe, sobre todo, la búsqueda del origen Ana Mendieta
Durante la presentación dialogamos con Dayalis González sobre la relevancia de Mendieta y la validez de su obra hoy.
¿Cómo surgió la idea de hacer esta muestra?
En la muestra se toman muy puntualmente temáticas como identidad, cuerpo, memoria, erotismo, maternidad, sensualidad, espiritualidad, religiosidad, y violencia de género, todo desde el punto de vista femenino.
Quedé enamorada de la idea de hacer de eso una exposición. En octubre me contactó el equipo de ConcreteSpace, quienes ya me conocían de otros proyectos que hicimos juntos, y me invitaron a participar en un evento que hacen desde hace dos años en el mes de marzo. Se trata de profundizar en la búsqueda de lo femenino desde el arte. A mí me pareció muy buena idea, porque me gusta, desde la obra de Ana Mendieta, explorar los universos que a las mujeres nos interesan. Tomar como punto de partida la obra de Mendieta, de ideas y temáticas que están todavía por discutirse a nivel internacional. En la muestra se toman muy puntualmente temáticas como identidad, cuerpo, memoria, erotismo, maternidad, sensualidad, espiritualidad, religiosidad, y violencia de género, todo desde el punto de vista femenino.
Ana Mendieta fue una artista de origen cubano que llegó a Estados Unidos a los doce años, formando parte de la operación Peter Pan. Llegó de Cuba con su hermana, se criaron acá y tuvieron vivencias muy fuertes como niñas separadas de sus padres. En particular en aquel momento en este país, siendo mestizas, caribeñas, cubanas, y mujeres, una complejidad de relaciones que ella exploró en su obra y que son los temas de esta muestra. Se trata de ver a la mujer no sólo desde el cuerpo físico, sino también explorar lo que puede ser desde el punto de vista espiritual. Todo discurso femenino, no importa si está en un cuerpo físico masculino, está como asociado a esa búsqueda, y también, en sentido contrario, me interesa que el artista, desde un cuerpo femenino, pueda estar expresando puntos de contacto con lo masculino. Un diálogo en ambos sentidos.
¿Todos los trabajos de esta muestra están inspirados en la obra de Ana Mendieta?
Si bien la exposición como proyecto, la idea curatorial, es inspirada en su obra, yo no le pedí eso a los artistas. No me gusta, como curadora, imponer una idea a quienes crean. Voy revisando artistas que conozco y que pueden tener punto de contacto con la idea, que en este caso es la obra de Ana Mendieta.
Ninguna de las obras que ven acá fue producida especialmente para la exposición. Fueron creadas a partir del trabajo cotidiano de los artistas y que se insertan, que vienen a formar parte del proyecto. Pero no es un trabajo por encargo. No pido una obra que se acomode a mi discurso, yo acomodo a mi idea a la obra de artistas que pueden ser interesantes.
Lo que más me interesa destacar de la muestra es cómo el trabajo con más fuerza conceptual de temas tan necesarios en la cotidianeidad de hoy, de la mujer, del mundo de lo femenino, son también los temas de todos los seres humanos.
¿Qué vigencia tiene el legado de la obra de Mendieta para las mujeres que hacen arte en la contemporaneidad?
Esa fue mi tesis, mi punto de partida en octubre pasado, cuando empecé a hacer esta investigación. Creo que esta exposición y el proyecto que queremos seguir desarrollando, es exactamente lo que justifica mi tesis. Es decir, si en principio yo podía tener la idea de que muchos artistas contemporáneos tienen todavía mucho punto de contacto con el trabajo de Ana Mendieta, yo creo que lo que estamos viendo acá hoy lo afirma, es decir, ves que espontáneamente y sin trabajo previo para la exposición, hay muchos artistas que crean en temas que son recurrentes en la obra de Ana. La identidad, la violencia de género, la espiritualidad. La búsqueda desde lo femenino, ese mundo místico y antropológico. Creo que esta exposición es la mejor manera de probar mi tesis.
¿Qué quisieras destacar en particular de esta muestra?
Primero, estoy muy contenta con el resultado. Siendo un proyecto en desarrollo, es decir, muchos de los treinta y ocho artistas que están exponiendo, nos conocimos en los últimos dos o tres meses. Yo empecé a revisar un grupo de propuestas. Muchos viven en Estados Unidos, y aunque en su mayoría puedan ser de origen latinoamericano, hay uno de origen iraní y también uno de origen italiano.
Lo que más me interesa destacar de la muestra es cómo el trabajo con más fuerza conceptual de temas tan necesarios en la cotidianeidad de hoy, de la mujer, del mundo de lo femenino, son también los temas de todos los seres humanos. Hay temas de género, pero hay también de medio ambiente, de derechos humanos, de mirarnos hacia adentro, de relacionarnos con otros, y también de respetarnos como seres humanos.
Puede sonar un poco fuerte, lo que digo, un poco pretencioso de mi parte, porque hace solamente dos años que estoy viviendo en Estados Unidos, pero yo vengo de Cuba, con una experiencia de trabajo y al estar en contacto con Estados Unidos he estado todo el tiempo revisando lo que sucede acá desde mi óptica de haberme formado en Cuba. Por eso yo creo, es mi impresión, que proyectos como este, sin querer ser pretenciosos, son muy necesarios. Yo he sentido en estos meses de trabajo con estos artistas, que la gente necesita, también en Miami, decir cosas que van más allá de lo estéticamente correcto, de la belleza, o de la superficialidad.
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