Con motivo de la inauguración de la exposición Mitologías Tropicales del artista colombiano Gonzalo Fuenmayor en el Museum of Fine Arts de Boston, Letra Urbana lo entrevisto en su estudio de Miami.
A lo largo de su trayectoria, Fuenmayor explora el exotismo y la hibridación a partir de un vocabulario visual que comenzó a desarrollar siendo estudiante de maestría en el School of Fine Arts de Boston. Además de dominar técnicamente el carboncillo, se interesa por la fotografía y el video, los cuales trabaja de una manera lúdica.
Entre sus proyectos futuros se encuentran exposiciones individuales en el Art and Culture Center de Hollywood, Florida y en la Galería El Museo, de Bogota, ambas programadas para el 2016.
¿Cómo comenzó tu aventura en el arte?
He pintado y dibujado desde muy pequeño. Pensaba que al crecer me inclinaría por una profesión que me permitiera realizar algún tipo de transformación como por ejemplo ser chef o escritor. Me interesaba crear cosas nuevas. Al finalizar el bachillerato, pensaba estudiar publicidad y soñaba con hacer campañas publicitarias. Pero cuando llegó el momento de solicitar ingreso a la universidad, la familia –mis padres son ingenieros químicos- influyó en mi decisión de cursar Administración de Empresas por aquello de darle algo de peso a mi inclinación artística. Cursé cinco semestres en la Universidad Javeriana en Bogotá.
Vivir en Nueva York fue una escuela en sí, una experiencia de vida. Allí desarrollé mi pintura y mi affair con el arte.
En tu obra hay una clara búsqueda de identidad y un cuestionamiento sobre la dualidad.
La dualidad es una parte importante. A través de mi obra me preguntaba, ¿cómo estar?, ¿cómo ser colombiano?, ¿cómo ser de Barranquilla?, ¿cómo ser artista? La pregunta me acechaba todo el tiempo. Me preguntaba por las costumbres, por lo híbrido, por lo exótico. Esa dualidad formó el proceso que transmitía por medio del arte. Era una dualidad compartida con mucha gente. El cuestionamiento sobre la identidad es frecuente.
Desde el punto de vista de la técnica, trabajas principalmente pintura, dibujo y fotografía.
Yo me considero pintor. Aun cuando uso el dibujo, el carboncillo, estoy pintando. El dibujo implica otras cosas. Siendo alumno en Nueva York y Boston me interesé por la pintura, por la destreza de la mano, en un contexto donde la pintura estaba muerta, pues dominaban el computador y la pintura impresa. A mí me interesa el uso de la mano, lo cual en cierto modo es un concepto romántico. Con el tiempo fui creciendo, repensando y entendí que lo importante es la idea.
Lo importante es cómo utilizar la técnica para reflexionar acerca de la imagen.
Actualmente estás presentando la exposición individual Mitologías Tropicales en el Museum of Fine Arts de Boston. ¿Cómo fue el proceso para llegar a ella?
En el 2013 recibí una de las diez beca que el School of the Museum of Fine Arts otorga a sus ex alumnos para que viajen a cualquier lugar del mundo. Yo quise ir a Leticia, en el Amazonas, porque me interesaba lo exótico. Quería experimentar lo que era ser turista colombiano en Colombia y estudiar de qué forma se exotiza el ambiente. Leticia es una frontera porosa. Allí limitan tres países, Colombia, Brasil y Perú. Está además el Río Amazonas. Me quedé en un poblado indígena a seis horas por río de Leticia, en la frontera con Perú. Viví allí una semana, viendo como las culturas chocan y se integran. A mi regreso, presenté una propuesta para exponer individualmente. De las diez becas escogieron un ganador y salí favorecido. Tuve un año para preparar la exposición que se inauguró el pasado 18 de abril y estará abierta al público hasta el 13 de septiembre. Trabajé muy de cerca con el curador. La muestra incluye dibujos en carboncillo y fotografías inspirados en el Amazonas. Fue allí donde me aventuré con la fotografía. La parte cromática jugó un rol primordial. Al no tener luz eléctrica, la oscuridad tenía otro sentido. Allí pensé hacer el proyecto con los candelabros, realizar una especie de Caravaggio tropical en Ciénaga, Magdalena. En los cuadros de la exposición, lo tropical invade el establecimiento representado por lo imperial, lo rococó, lo victoriano. Las fotografías presentan un contraste. En ellas, lo victoriano de los siglos XVI, XVII y XVIII se integra con el paisaje tropical de la zona bananera.
¿Qué nuevos proyectos tienes y hacia donde se va a desarrollar tu obra en un futuro cercano?
En el 2016 tendré una exhibición individual en el Art and Culture Center de Hollywood, Florida, y otra en la Galería El Museo en Bogotá. En mi trabajo, persistirá la exploración del exotismo e hibridación a partir del vocabulario visual que he venido cultivando hasta el momento. La idea es continuar esa investigación siempre buscando nuevos retos formales, ya sea con cambios en escala, distintos soportes o materiales. Además de esto, persiste el interés en la fotografía y el vídeo, los cuales espero seguir explorando de la manera más lúdica posible.
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