Mucho se ha escrito ya sobre los Millennials, destacando sus aspectos positivos en sus rasgos predominantes, y se les critican varios de sus valores y comportamientos. Ya hay estereotipos preconcebidos y debemos reconocer que éstos se inclinan más por características negativas que por hechos reales.
Haciendo una reflexión e intentado describirlos y comprenderlos, se puede tener un concepto más claro de esta generación que ha originado tantos comentarios y opiniones. Es importante también remarcar que se trata de un grupo de alrededor de 80 millones de individuos, convirtiéndose actualmente en la generación más grande de los Estados Unidos.
Empecemos por ver de dónde nace este término, por qué se fue volviendo tan masivo y cuáles son las características principales que se usan para describirlo. Inicialmente se acredita a Neil Howe y William Strauss, los autores del libro Generaciones o Generations, que se escribió con el fin de revisar la historia de los Estados Unidos como una sucesión de biografías generacionales. Estos autores se basaron en la idea de que los grupos de cada época tienen las mismas creencias, valores, actitudes y comportamientos.
Se consideran Millenials a los que nacieron entre 1981 y 1996, aunque algunos estudiosos no siempre comparten ese período; sin embargo, es interesante saber que muchos jóvenes nacidos en esas fechas no se consideran así. No se sienten tan optimistas como algunos los describen ni creen tener muchas de las características que se les atribuyen.
De todas formas, los investigadores afirman que casi un 50% de los Millenials dicen aceptar el apodo generacional, mientras otros jóvenes de esas edades preferirían que su generación no lleve ningún rótulo, ya que se los representa como narcisistas, perezosos y muy individualistas. Lo que realmente demandan es que se les enfoque como individuos y no como miembros de un grupo masivo.
Sin embargo, se sabe que los Millenials y la llamada Generación Y son lo mismo, se trata de “nativos digitales”, la primera generación que no conoce una vida adulta sin internet y sin sus dispositivos tecnológicos.
¿Y a la hora de trabajar?
Conversando con empresarios que han contratado Millenials, casi todos coinciden en afirmar que saben trabajar cuando se les reta y se les da oportunidades de hacer algo que les gusta. Inclusive ya muchos se han convertido en líderes grupales, gerenciando el trabajo de otros.
…en muchos sitios de trabajo los líderes son más jóvenes que sus subalternos. Esto se debe a que esta generación está demostrando que algunas de las características que se les atribuyen en cuanto a su desempeño no representan lo que realmente son.
Muy interesante saber que en muchos sitios de trabajo los líderes son más jóvenes que sus subalternos. Esto se debe a que esta generación está demostrando que algunas de las características que se les atribuyen en cuanto a su desempeño no representan lo que realmente son. También es importante conocer algunos de los cambios y terminología que han introducido en el campo laboral y que ya son comunes para la mayoría de nosotros:
Los cambios mencionados son positivos a la hora de analizar las fuerzas de trabajo y la planeación estratégica empresarial, ya que los Millennials están jalonando la cultura actual hacia temas muy importantes como:
Como consumidores y como empresarios, tienen claridad a la hora de decidir. Conviene conocer las nuevas características, necesidades y demandas que los mismos milénicos tienen tan en claro y que día a día dan lugar a transformaciones culturales, digitales y sociales. Por ejemplo, se trata de jóvenes que se aferran al momento; han aparecido reportes que afirman que el 43% de ellos planean dejar sus trabajos en máximo dos años, muchos prefieren dejar algo concreto y salir a aventurar, viajar, o hacer simplemente lo que les gusta. Este escenario afecta considerablemente a los empleadores que requieren de mayor estabilidad y fidelidad por parte de los trabajadores.
Muestran también necesidades de surgimiento individual que se refleja en inestabilidad laboral, pero al mismo tiempo abren nuevos campos de trabajo en actividades relacionadas en gran medida a lo virtual, a las redes sociales y a una presencia/ausencia que modifica tanto los campos de trabajo, como las relaciones entre los colaboradores de una misma entidad.
La frase de Zigmund Bauman: “El viejo límite sagrado entre el horario laboral y el tiempo personal ha desaparecido. Estamos permanentemente disponibles, siempre en el puesto de trabajo”, sirven para describir los trabajos de hoy, donde constantemente se debe estar alerta a los a correos electrónicos, a los celulares con sus mensajes de texto, WhatsApp y otros medios de comunicación, que exigen trabajar más, sacrificando tiempo familiar, personal y social.
Los Millennials son ya totalmente virtuales, aunque por supuesto se comportan como reales, pero sustituyen los enlaces por las relaciones digitales, lo que de alguna manera moldea empresarios, empleados y a todos en general, en un individualismo cada vez mayor que puede ocasionar nexos ligeros e inestables en el tiempo. Son el reflejo de una dinámica social denominada economía-red, que hace que los estilos de vida, el manejo del ocio y el tiempo libre lleve a una modificación profunda de las estructuras sociales y productivas.
Los milénicos van imponiendo una sociedad de consumo que en algunos casos se vuelve desmedida, compulsiva e irracional con el fin de encajar en ciertos estándares de grupo y en la necesidad de encontrar una identidad, que finalmente se transforma en algo tan volátil como la forma con que se adquieren productos y servicios.
Para estos grupos la innovación es imprescindible, al mismo tiempo todo va perdiendo vigencia a gran velocidad. Los productos altamente tecnológicos que recién se lanzan al mercado se vuelven rápidamente obsoletos.
Son el reflejo de una dinámica social denominada economía-red, que hace que los estilos de vida, el manejo del ocio y el tiempo libre lleve a una modificación profunda de las estructuras sociales y productivas.
Los recursos tecnológicos también modificaron los hábitos de trabajo. A los jóvenes hoy les guste trabajar por proyectos deslocalizados, mañana en la oficina de un cliente y dentro de unos meses manteniendo una relación de contratación fija con una empresa. Saben que deben aportar iniciativas y mantenerse en formación continua en un aprendizaje rápido. Tienen una gran capacidad de adaptación a cualquier entorno. Esta generación va en una tendencia creciente de convertirse en trabajadores autónomos y freelance que, según algunos estudios, en 2020 representarán más del 40% de los empleados de las empresas estadounidenses. De igual forma se preparan mediante la metodología de aprender haciendo, como creadores digitales deben responder con la fluidez y la velocidad claves para moverse en las empresas y organizaciones como una de las primordiales condiciones para la vida laboral.
Ante tanta incertidumbre y cambios permanentes, los Millennials han aprendido a crear y desarrollar lo que hoy se denomina una marca personal, equiparándola a la creación de la marca de un producto o de un servicio. Saben que deben mostrarse imprimiendo un sello particular, respondiéndose a sí mismos preguntas como ¿por qué sé hacer lo que estoy ofreciendo?, ¿cuál es la meta principal que me he impuesto?, con el fin de identificar de forma clara su diferenciación de los demás. Frente a la competencia hacen mucho énfasis en los contenidos que ofrecen, para que la atención se fije en ellos.
El consumo
El tema del consumismo se instala también en el campo cultural y social, ya que el consumo nos define socialmente. La diferencia entre los tipos de consumo también es generacional, los hábitos de las personas mayores –seniors– distan mucho de la generación de los Millennials que necesitan permanecer conectados constantemente y utilizando las redes sociales.
Los servicios que se ofrecen a través de plataformas digitales y aplicaciones de toda índole son esenciales para la vida cotidiana de esta generación. Alquilar un apartamento por medio de Airbnb, o solicitar un transporte de Uber u otros servicios han facilitado y modificado los usos contemporáneos de productos. Al mismo tiempo, de manera constante aparecen nuevas aplicaciones que compiten con las existentes y especialmente los jóvenes pasan de una a otra sin permanecer fiel a ninguna, simplemente eligen por precio, accesibilidad o calidad de servicio al momento de tomar una decisión.
Lo que se conoce como renting y consumo digitalizado, se relaciona primordialmente con el estilo de vida de los Millennials, quienes tienen hábitos de consumo en línea. Gracias a la flexibilidad de lo digital se accede según los contenidos y la forma de pago también se ha modificado utilizando dispositivos móviles y/o tarjetas de crédito que se vuelve cada día más segura y rápidas.
Esta generación ha cambiado la necesitad de poseer bienes por el interés de vivir experiencias, que suelen ser transitorias y se van modificando en torno a la innovación constante de productos y servicios. Por otro lado, tienden a evitar adquisiciones que exigen compromisos a largo plazo.
Hoy existe un consumo de bienes culturales como música, videos y juegos, que se ofrecen en forma de almacenamiento en bases de datos –espacio-bytes. Los bienes no culturales -residencias, autos, etc.- se alquilan permitiéndoles mayor flexibilidad y pautas de consumo con menor responsabilidad, enfocándose en modelos que ofrecen intercambios de finca raíz, alquileres basados en uso compartido, apuntando a menos compromisos a largo plazo.
Por eso, cuando se habla de la felicidad, pareciera que se la venden empaquetada, en formulas prefabricadas, donde no hay satisfacciones verdaderas a largo plazo, ni retos importantes por conseguir.
Hay que tener en cuenta que a los milénicos les tocó enfrentar un período caracterizado por la globalización y el consumismo, donde lo prioritario es convencer a partir de emociones y no de razones, donde suele creerse que es más sencillo acudir a lo fácil y espontáneo en lugar de reflexionar. Por eso, cuando se habla de la felicidad, un tema tan actual, que viene incluso estudiándose en universidades como Harvard, pareciera que se la venden empaquetada, en formulas prefabricadas, donde no hay satisfacciones verdaderas a largo plazo, ni retos importantes por conseguir.
Lo que los Millennials tienen en común
Según un reporte de la Case Foundation, publicado en junio de 2019, un nuevo estudio realizado a 150.000 Millennials durante diez años, con el fin de comprender mejor cómo se conectan entre sí, cómo actúan y se comprometen con causas políticas y sociales, se encontraron varios sorprendentes aspectos que todos ellos tienen en común.
En el reporte final de la Case Fundation, se destacan 10 importantes características comunes de los Millenials, que se pueden resumir así:
Como conclusión a estas investigaciones y a los hallazgos generales que caracterizan a los Millennials, se podría afirmar que se trata de una generación altamente comprometida con las causas sociales que contribuyan a mejorar las condiciones de los menos favorecidos, de las minorías y de la diversidad humana existente en el mundo, mediante acciones y redes donde se vienen apoyando unos a otros para conseguir los resultados que se proponen.
Fundamentalmente es interesante concluir que esa generación no solamente está tratando de cambiar el mundo, sino que está transformando notablemente la forma cómo el cambio social se viene desarrollando en la actualidad. Al pensar en “Los Millennials” otra vez, estamos señalando que se trata de cómo esta generación que ha tenido que ir adaptándose y reaccionando al mundo que les ha tocado vivir.
París de principios del siglo XX atrajo artistas de todo el mundo. Muchos críticos de arte reclamaron el nacionalismo artístico, enfatizando las diferencias entre los locales y autóctonos y los extranjeros… los extraños, entre ellos Picasso, Joan Miró y Marc Chagall.
El uso de las redes sociales contribuyó al aumento de la ansiedad y depresión en la Generación Z, provocando efectos que perturban su bienestar emocional. Sin embargo, los jóvenes pueden desarrollar narrativas más saludables sobre sí mismos.
Los influencers y gurúes digitales no sólo muestran vidas glamorosas, sino que ahora apelan directamente a la intimidad del usuario. Promueven el éxito sin educación formal, apoyados por algoritmos que fijan sus ideas, mientras la confianza social se fragmenta.
La misofonía es un trastorno neurológico que provoca una sensibilidad extrema a ciertos sonidos. Los afectados reaccionan con irritación, desconciertan a su entorno y se genera un clima de tensión que afecta la convivencia y relaciones sociales.
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