Por
El recién inaugurado Phillip and Patricia Frost Museum of Science (Museo de Ciencias) de Miami [1], es una atracción cultural que llega a enriquecer la ciudad. Bajo la antigua premisa que Miami es un sitio únicamente de recreo y playa, esta nueva institución presenta un Miami nuevo con vistas al futuro dentro de la ya gran metrópoli cosmopolita.
Su arquitectura única, diseñada por Grimshaw Architects, una firma local con muchos proyectos exitosos y varios premios internacionales, conjuga la practicidad, la enseñanza y los espacios. Consta de cuatro edificios: el planetario, el acuario y las alas norte y oeste, donde los visitantes pueden aprender sobre la ciencia básica que se esconde tras los sistemas vivos, el sistema solar y el universo conocido, las teorías físicas de la luz, el vuelo y los láseres, la biología del cuerpo humano y de la mente, y más. Los visitantes podrán explorar el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) en un marco experimental con exhibiciones interactivas y espectáculos únicos La importancia de los ecosistemas de la Florida es el motivo principal de las exhibiciones, y el resultado ha sido un extraordinario acuario donde se pueden observar distintas especies marinas. Además, la inclusión de un planetario y la exploración del espacio hacen que la institución tenga características especiales y sea un sitio único en su género.
La importancia de los ecosistemas de la Florida es el motivo principal de las exhibiciones, y el resultado ha sido un extraordinario acuario donde se pueden observar distintas especies marinas.
Fernando Bretos, director de MUVE (Museum Volunteers for the Environment), proyecto de restauración del hábitat basado en un programa de voluntarios del Frost Science, nos muestra una visión amplia y personal de la creación de este museo y nos explica con profundidad algunos de los proyectos que se desarrollan actualmente dentro del recinto y fuera de él. Fernando Bretos, empodera a los residentes del sur de la Florida para restaurar el ecosistema de las costas; manglares, dunas y los bosques naturales del área. Bretos es biólogo marino de profesión, además de curador de ecología, y líder del programa Science Stories.
¿Por qué un museo de ciencia en Miami?
Creo que es parte de la trayectoria de nuestro centro. Llevamos desde 1949 sirviendo a toda la comunidad, tanto a residentes como a visitantes y forma parte del plan urbano que integra el arte y la ciencia. Tener un centro educativo va en conjunto con la maduración de la ciudad, pero también se trata de crear una atracción turística.
El hecho de que sea un museo donde tengamos un planetario y un acuario integrados en el mismo edificio nos hace únicos.
Estamos enfrentando nuevos retos en la comunidad como por ejemplo el cambio climático. Queremos también ser una incubadora de talentos para la juventud. Como dijo Philip Frost en la inauguración, que su motivo para financiar el museo es ofrecer un lugar donde la juventud pueda ir a aprender y, más adelante, enfocarse en carreras de ciencias. Como él mismo dijo, puede que el que encuentre la cura contra el cáncer o el que resuelva el cambio climático sea un niño que haya pasado por nuestras puertas. Sobre todo, el museo se ha creado como un lugar donde la juventud pueda expresarse.
¿Qué es lo que diferencia este museo de otros museos de ciencias en Estados Unidos o en el mundo?
El hecho de que sea un museo donde tengamos un planetario y un acuario integrados en el mismo edificio nos hace únicos. El acuario tiene tres plantas y está integrado a la arquitectura. Ahí tenemos una exhibición dedicada a la corriente del golfo. El edificio tiene dos torres de exhibiciones. El único otro ejemplo de este tipo de instituciones está en California, lo cual nos hace muy únicos.
Tenemos exhibiciones ambulantes muy importantes que se han traído de otros sitios. La idea es crear en el futuro exhibiciones que podamos llevar a otros lugares. Esto requiere tiempo; lo hicimos en el viejo museo, donde realizamos una muestra que se llamaba Amazon Voyage que viajó 10 años y visitó más de 50 museos. Esta exhibición itinerante fue creada por nuestro recién fallecido vicepresidente, Sean Duran. Para poder seguir creando, necesitamos el financiamiento, el personal y la infraestructura necesarias, con lo cual lo iremos haciendo en el futuro.
¿Puedes profundizar un poco y hablar de los programas educacionales que ofrece el museo?
Tenemos una fama bien merecida por nuestros programas de educación, hemos ganado también muchos premios antes de la inauguración del edificio. Los programas, financiados por el gobierno federal, están dedicados a la capacitación de menores, sobre todo para las minorías; afro-americanos, haitianos-americanos e hispanos para despertar el interés por las ciencias, pues hay una muy baja representación de estas minorías en esta área y en tecnología. Qué mejor ciudad que Miami, donde encontramos que un 80% de los habitantes pertenecen a estos grupos minoritarios.
MUVE, involucra a voluntarios, residentes de la ciudad de Miami, para participar en la recuperación de las costas, la erradicación de plantas invasivas y el plantar vegetación nativa.
Hemos desarrollado un proyecto para jóvenes que se llama Upward Bound Math and Science (UBMS) que recluta a 60 escolares de high-school por cuatro años, pasan por un circuito enfocado en las ciencias y cada uno de ellos se gradúa al terminar este periodo especializándose para matricularse en ciencias en las universidades, muchas veces siendo los primeros en sus familias de tener educación universitaria. Tenemos también Science Barge que es una embarcación en el muelle cerca de aquí que se dedica a asuntos costeros y a la restauración de costa. Es un laboratorio flotante, público y gratuito para los visitantes; fue adquirido apenas hace dos meses por el museo para que formara parte de nuestra exhibición. Y también mi proyecto que se llama MUVE, que involucra a voluntarios, residentes de la ciudad de Miami, para participar en la recuperación de las costas, la erradicación de plantas invasivas y el plantar vegetación nativa. Este proyecto lo creé hace más de 10 años y hemos tenido más de 7000 voluntarios que plantaron más de 25 acres de hábitats de zonas costeras en áreas públicas.
¿Según tu visión, crees que los proyectos tienen algún impacto en el mundo científico?
No tanto, pues no hemos realizado hasta ahora mucha investigación. Sin embargo, esto va a ir cambiando. Ahora tenemos un acuario y con eso se ha creado acuerdo con distintas instituciones y el gobierno para crear proyectos de conservación, no solo para voluntario sino dedicados a la educación para crear conciencia del ambiente y educar a la gente, saliendo fuera del museo para aprender acerca del mundo natural que tenemos en Miami, pues es rico en especies, con un clima subtropical, con hábitats continentales y tropicales.
lo que aportamos es haber enseñado a múltiples generaciones que pasaron por nuestras puertas; sobre todo residentes de Miami.
Más bien lo que aportamos es haber enseñado a múltiples generaciones que pasaron por nuestras puertas; sobre todo residentes de Miami. Ya son casi 70 años de divulgación de la ciencia, las generaciones que ya pasaron por nuestro museo y las generaciones venideras que pasarán por un edificio mucho más impresionante dónde van a poder aprender acerca de la ciencia y la tecnología. Es muy difícil cuantificar el impacto que hemos realizado, pero esa gente que nos visitó en el pasado más tarde han llegado a ser científicos de prestigio. Eso, yo diría, es nuestro mejor legado y seguramente en el futuro este impacto va a ampliarse muchísimo más.
¿Me puedes hablar del proyecto de Inventors-in-Residence?
Fue formado por un filántropo local Dr. Ted Caplow. Tuvo como idea otorgar dos premios, uno de ellos dedicado a la restauración de corales. En ese hubo candidatos que aplicaron y ganó un grupo de la Universidad de Miami que están haciendo un proyecto muy interesante manipulando corales en laboratorios, sometiéndolos a altas temperaturas para identificar qué especies son más resistentes a cambios de temperatura. La idea es plantar corales en áreas donde hay aguas más cálidas, buscando los corales que pueden sobrevivir el cambio climático.
una gran oportunidad a los visitantes para qué vean un laboratorio activo, conocer a los científicos y preguntarles directamente.
Explícame un poco de sus programas comunitarios (outreach programs):
Hay varios, pero como ejemplo podemos tomar el programa que se llama Open Access que se dedica a recibir grupos de estudiantes de todas las escuelas del condado Miami-Dade para visitar el museo. Podemos recibir miles de estudiantes de todas las escuelas públicas en nuestro edificio. También tenemos proyectos que llegan a las escuelas directamente. Mi colega Dan Menina visita las escuelas dónde hace presentaciones de ciencia en las aulas. Mi proyecto Muve también se dedica eso; vienen residentes voluntarios que activamente trabajan en contacto con la naturaleza y de esa manera conocen el ambiente natural de Miami. No se trata solo de plantar una planta nativa sino de aprender acerca del medio ambiente. Tenemos problemas ahora con que muchos adolescentes no salen suficiente de sus casas, ¿Cómo van aprender de la naturaleza si no salen? Con este programa hay una oportunidad de tener la experiencia directamente. Por ejemplo, pueden visitar un manglar o un pantano y trabajar en estos sitios. Por eso mi proyecto Muve está abierto para que tengan esa experiencia in situ.
¿Se consideran algo más que un museo? ¿Son un centro de investigación?
Desde mi perspectiva, desde el punto de vista de la ciencia Marina, estoy enfocado en el programa de conservación, pero esto conlleva a la investigación. Se trata de tratar de identificar y erradicar especies invasivas en los arrecifes de esta área. Por ejemplo, si alguien encuentra un pez invasivo se puede reportar al museo y mandamos un equipo científico para documentarlo, en eso hacemos investigación. Un ejemplo de esto, lo muestra el asunto del pez León, que es un invasor grave en muchos sitios.
Tenemos problemas ahora con que muchos adolescentes no salen suficiente de sus casas, ¿Cómo van aprender de la naturaleza si no salen? Con este programa hay una oportunidad.
¿Qué tanto dependen ustedes como museo de las universidades? ¿Cuál es su relación con instituciones como FIU?
Dependemos mucho de las universidades, nosotros no somos una institución académica, dependemos de los científicos y de su conocimiento. Tenemos un proyecto que tiene que ver también con las exhibiciones, uno de ellos se llama Science Stories, donde revelamos los proyectos de los científicos locales, en especial de la ciencia marina. Utilizamos vídeos, dando un poco de luz sobre sus proyectos, no sólo para que la gente esté informada de lo que se está haciendo aquí en este ámbito de la ciencia, sino también para que los jóvenes consideren carreras en la ciencia marina. En el caso del Bachelor Environmental Center, que es nuestro sitio de cuarentena que se ubica en el Biscayne Bay Campus de FIU, es un proyecto que llevamos en conjunto con la universidad. Ahí tenemos científicos de la universidad, tanto como científicos del museo trabajando en conjunto, El cuidado de peces, sobre todo en la transferencia a su nuevo hábitat, es lo que se realiza principalmente allí. Muchas de nuestras decisiones están concebidas con la participación de científicos académicos de las universidades.
¿Quisieras expresar algo en especial para nuestros lectores?
Sí, claro. Que nos vengan a visitar, somos una institución, no solamente un acuario y planetario sino museo de ciencias. El aprendizaje aquí es interactivo, donde tanto los adultos como los niños pueden utilizar sus manos y sus mentes para poder aprender sobre la ciencia marina y sobre el espacio. Estamos localizados en el centro de Miami, con fácil acceso. Los invitamos.
El uso de las redes sociales contribuyó al aumento de la ansiedad y depresión en la Generación Z, provocando efectos que perturban su bienestar emocional. Sin embargo, los jóvenes pueden desarrollar narrativas más saludables sobre sí mismos.
Una exploración de la lucha interna de las mujeres en una sociedad obsesionada con la juventud. Una obra que desafía las normas estéticas y cuestiona cómo envejecen las mujeres en el imaginario colectivo, usando la estética del horror.
Para los wayuu el mundo está lleno de seres atentos al universo, algunos son humanos y otros no. La noción de personas en el cristianismo, el judaísmo y otras religiones de occidente ubican a los humanos como los seres centrales del universo. ¿Cuál es la riqueza de una cultura sin esa jerarquía?
Misophonia, a neurological disorder, can profoundly impact social relationships. It causes extreme sensitivity to certain sounds, leading affected individuals to react with irritation. This creates confusion and tension in the surrounding atmosphere.
SUSCRIBIRSE A LA REVISTA
Gracias por visitar Letra Urbana. Si desea comunicarse con nosotros puede hacerlo enviando un mail a contacto@letraurbana.com o completar el formulario.
DÉJANOS UN MENSAJE
Imagen bloqueada
Un comentario
Soy museóloga y me pareció excelente, lleve a mis nietos de 5 y 3 años así q solo recorrí el piso del acuario y el planetario p q no se cansaran y prestaran bien atención, ellos viven acá y yo en Argentina, espero q se den cuenta con el lujo q cuentan , q Miami no es solo playa, en el viaje anterior los lleve al museo de Vizcaya y al museo del Niño!!!!