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Edición
34

Entre la ficción y la novela histórica

Miami
Fermín Goñi regresa a Miami y nos habla de sus personajes, su proceso creativo y del relanzamiento del El hombre de la Leika



Fermín Goñi, periodista, politólogo y escritor español de larga trayectoria en la prensa de su país, es autor de varios libros de ficción, aunque se destaca como escritor de novela histórica.

Goñi nació en Pamplona en 1953. Estudió periodismo en la Universidad de Navarra, Ciencias Políticas, en la Complutense de Madrid, además de Contabilidad Financiera en la Universidad de Deusto. Ha trabajado en diversos periódicos como Deia y El País, fue corresponsal de Radio France International en España, fundador y consejero delegado del grupo Diario de Noticias y es consultor en medios de comunicación de Europa y América Latina

Ha trabajado en diversos periódicos como Deia y El País, fue corresponsal de Radio France International en España, fundador y consejero delegado (CEO) del grupo Diario de Noticias y es consultor en medios de comunicación de Europa y América Latina

Goñi nos visitó durante la Feria Internacional del Libro de Miami 2016, donde participó en la mesa de diálogo Conversaciones Transatlánticas: La Guerra Civil Española, presentando su novela El hombre de la Leika (Cenlit Ediciones, 2015). También presentó en Miami el libro Todo llevará su nombre (Penguin Random House 2014) acerca de los últimos días de Simón Bolívar, quien falleció el 17 de diciembre de 1830.


Anoche, durante las Conversaciones Transatlánticas en esta Feria del Libro de Miami hablaste sobre una de tus novelas, El hombre de la Leika, que trata sobre el comienzo de la Guerra Civil española. Tengo entendido que la publicaste por primera vez en 2006.

Sí. Esta es una reedición de esa obra. La he reescrito en su totalidad. Este año se cumple el 80 aniversario de aquella desdichada guerra y entonces había interés en Estados Unidos por esta novela que he vuelto a publicar. Es una historia que transcurre entre marzo de 1936 y  junio de 1937. Los capítulos pares del libro son narrados por el General (Emilio) Mola y, los impares, por el narrador omnisciente.

¿En qué material histórico te has basado para darle la voz al General Mola?

Los alemanes probaron en España todo el armamento que luego utilizaron en la Segunda Guerra Mundial

Me he basado en todos los escritos del propio Mola, quien dejó un volumen de novecientas páginas. Mola escribía muy bien. El trabajo se titula Mi paso por la Dirección General de la Seguridad del Estado en España. Pero no solamente habla allí de su trabajo, sino de su vida militar y más. Por otra parte, a todos los protagonistas que aparecen en la novela yo los he conocido personalmente.  Porque la acción transcurre en la ciudad en la que yo vivo, Pamplona, y he conocido a la viuda del General Mola también.  Yo tuve la intención de escribir esta novela durante treinta años. Y todas las entrevistas y anotaciones que fui haciendo forman parte del material que usé para escribirla.  Al ser una novela histórica, el autor reconstruye, y yo he reconstruido con la mayor fidelidad posible ese capítulo de nuestra historia. Cada narración está bien documentada, ya que he tenido el tiempo suficiente para hacerlo.

¿Por qué la reedición en este momento?

Porque, como dije antes, en este año, 2016 se cumple el 80 aniversario del comienzo de aquella guerra horrible, que no fue sino la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial.  Los alemanes probaron en España todo el armamento que luego utilizaron en esa guerra. Con respecto al por qué de la reedición, yo tenía ganas de corregir algunas cosas de estilo de la primera edición que no me terminaban de gustar.

¿Qué impresiones te produjo, qué pensamientos te trajo el hacer la reedición, con respecto al momento actual que vive el mundo?

Mira, fue la reconfirmación de que aquella fue una etapa absolutamente desgraciada en la historia de la humanidad.  Nadie supo ver en ese momento en Europa que, aquello que estaba pasando en España, era el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. O sea, que los alemanes querían probar todo el armamento que habían acumulado en alguna parte, y se dio el fenómeno de que podían hacerlo ahí cerca, a dos mil kilómetros de distancia.

Esa es una base bastante sólida para un trabajo literario. Pero tienes otros títulos también en tu haber. Háblame de ellos.

fue el propio García Márquez quien me dijo que había una novela en los días finales de la vida de Bolívar. Y yo me dije, bueno, pues, si el Maestro Gabo dejó a Bolívar cerca de Barranquilla, yo voy a escribir la novela que va de Barranquilla a Santa Marta y de ahí a su muerte

Bueno, yo he escrito libros de humor, libros serios, novelas convencionales, pero lo que me piden mis editores es novela histórica, que es lo que más se vende en todo el mundo.  Me gusta, pero soy reticente, ya que en el tiempo que me lleva escribir una novela histórica, yo puedo escribir dos novelas de ficción. De modo que esto cuesta muchísimo tiempo, aunque da muchas más satisfacciones. Como por ejemplo El hombre de la Leika, que ha sido editado muchas veces. También traje esta otra novela, más reciente, Todo llevará su nombre, que trata de los últimos quince días de Simón Bolívar en Santa Marta, hasta que muere. Aunque puede parecer un período corto de tiempo, en quince días pueden suceder muchísimas cosas, y documentar eso ha sido una tarea titánica, porque Bolívar no dejó escrito ni teoría política y ni un diario tampoco. Todo hubo que reconstruirlo a partir de sus cartas, yendo a Santa Marta, donde él murió, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Colombia. Allí he estado varias veces, y en la última oportunidad hasta me dejaron quedarme veinticuatro horas enteras, y dormí dentro del edificio, en una habitación contigua a la de Bolívar, sobre una hamaca, para escuchar los sonidos. Para mí era muy importante saber qué se escuchaba allí por las noches, tener la sensación de cómo era estar ahí, del ambiente en el que él estuvo.

¿Por qué, de todas las figuras históricas, elegiste a Simón Bolívar?

Yo había publicado anteriormente una novela que tuvo un éxito enorme, Los sueños de un libertador (Penguin Random House, 2009), una novela basada en partes de la vida del General Francisco de Miranda, El Precursor, que para mí es la figura histórica más apasionante que he encontrado hasta ahora. La vida de este hombre es fuera de lo normal. El General Miranda entrenó a las tropas españolas y a un Simón Bolívar muy joven. Yo pasé de Miranda a Bolívar y la primera parte de la vida de éste ya estaba novelada. García Márquez ya había escrito El General en su laberinto. Pero fue el propio García Márquez quien me dijo que había una novela en los días finales de la vida de Bolívar. Y yo me dije, bueno, pues, si el Maestro Gabo dejó a Bolívar cerca de Barranquilla, yo voy a escribir la novela que va de Barranquilla a Santa Marta y de ahí a su muerte. Y me ha costado hacerla, pero es un trabajo que me ha reconfortado mucho. Es una parte de la historia del Libertador que es absolutamente desconocida para el gran público. Y gusta mucho a los lectores, no porque les guste mi estilo, aunque pueda ser así, sino porque descubren un Bolívar que no conoce casi nadie. El Bolívar desengañado de todo, que quiere huir de Colombia, porque si no lo hace sabe que lo van a matar. Y que a la vez quiere arreglar un problema personal, que el gran público ignora y es que Bolívar, siendo titular de unas minas en Aroa, la única propiedad que le quedaba, que él había vendido a unos británicos, quiere llegar a Londres para cobrar esa deuda y no regresar más a América.

mientras estás escribiendo eres el personaje. Yo he sido Bolívar un año y pico y fui Francisco de Miranda durante tres años. Uno trata de pensar cómo, con todo el conocimiento que tienes de la situación y del personaje, actuaría esa persona

De Bolívar se sabe mucho, y muy mal. Yo creo que es una de las historias más distorsionadas de un personaje famoso. Y yo me propuse contribuir modestamente a que, por lo menos, los últimos quince días de su vida estén plasmados en una novela con el mayor rigor histórico posible. Se ha hecho la última edición aquí, en Estados Unidos, este año.

¿Estás trabajando en alguna otra novela histórica?

Tengo tres novelas de ficción pura a medio escribir, y estoy decidiendo si continuar una de ellas, o si iniciaré una cuarta que no tiene nada que ver con las tres. Pero en la actualidad estoy tratando de descansar de estas novelas porque ya llevo dos años con un ritmo tremendo. Además, yo escribo cuando hace frío en España. No puedo escribir con calor, y escribo siempre de la misma manera y con la misma ropa.

¿Por cábala?

No sé, puede ser. Resulta que a mí me surgen ideas durante los viajes, en particular en los aeropuertos, donde hay tanta gente de tránsito. En estos últimos tiempos estoy yendo de una ciudad a otra, en cuarenta días de viaje. Para cuando vuelva, para las Navidades, ya espero llegar con la idea de lo que voy a escribir. Las novelas no aparecen de un día para otro. Se van madurando de a poco, y un día ya estás preparado para escribir. Entonces me hago una guía de la estructura, aunque después no respete nada. Porque la novela te lleva, los personajes te llevan.

Son distintos estilos. Hay escritores que se sientan con un plan y lo siguen, y otros que escriben a medida que los personajes los llevan.

Si, a mí el personaje me lleva. Además, mientras estás escribiendo eres el personaje. Yo he sido Bolívar un año y pico y fui Francisco de Miranda durante tres años. Uno trata de pensar cómo, con todo el conocimiento que tienes de la situación y del personaje, actuaría esa persona. Además hay referencias históricas, y hasta diálogos, que hay que recrear mejor, ya que uno escribe para que otro lo lea, y a ese lector hay que interesarlo. Lo que no es fácil. Es más fácil decirlo que hacerlo y que resulte bien, que el lector mantenga el interés en seguir leyendo. Ya en sí, esta tarea es difícil.

Cuando los e-books aparecieron en el mercado, muchos creyeron que el libro impreso desaparecería en el futuro. ¿Qué piensas de la situación actual de estos dos tipos de plataformas?

Bueno, mi experiencia con el libro electrónico es que todas mis novelas están pirateadas. Con lo cual no  puedo ser un gran entusiasta del libro electrónico. Yo creo que en América, sobre todo en Estados Unidos es muy fuerte, ya que existen plataformas como Kindle, pero en Europa la venta de los libros electrónicos ha disminuido. Yo creo que el formato es excelente para llevar por ejemplo una buena edición del Quijote, que como es grande, aquí no ocupa nada, o para llevar todos los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. En fin, todas las obras de algunos autores importantes, como Dostoievski, Borges, García Márquez, y tenerlos todos en un espacio diminuto. Pero a mí los libros me gusta tocarlos, no pongo ninguna anotación en ningún libro, si hay algo que me interesa, le doblo una esquinita minúscula para luego volver y tomar nota.  Yo le deseo una larga vida a los libros electrónicos, pero deseo todavía mucho más que a los autores nos protejan nuestros derechos de autor. Porque si no, estamos trabajando gratis. Esta es nuestra profesión y yo no quiero trabajar gratis.

Para tu próximo libro, ¿podemos esperar una novela de ficción o una novela histórica?

Me gustaría que fuese una novela histórica, que me ronda en la mente. Como yo he escrito dos novelas sobre el proceso de la emancipación de América del Sur, me gustaría completarla con una tercera, hacer una trilogía. No puedo adelantar sobre qué tema es. Pero yo espero haber resuelto esto para enero, porque en este debate conmigo mismo ya llevo dos años.

 

 

 

 

 

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