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31

El legado de Black Mountain College

Boston
La muestra Leap Before You Look: Black Mountain College 1933-1957, en el Institute of Contemporary Art, Boston, narra cómo los creadores norteamericanos generaron su propio estilo.

A principios de 1913 la Asociación de Pintores y Escultores Norteamericanos (Association of American Painters and Sculptors) organizó en Nueva York una exposición con cerca de 1,300 pinturas, esculturas y obras decorativas de más de 300 artistas. Aunque fue concebida inicialmente como una selección exclusiva de arte estadounidense, la muestra incluyó obras de reconocidos artistas europeos como Matisse, Francisco de Goya, Marcel Duchamp, Vasily Kandinsky y Picasso. Conocida como el Armory Show, esta exhibición, que pasó también por Chicago y Boston, fue la primera oportunidad para el público estadounidense de ver el arte de vanguardia que se estaba desarrollando en Europa y constituyó un evento decisivo para el desarrollo de las artes visuales y el coleccionismo de arte en los Estados Unidos.

Unos años más tarde, John Andrew Rice tuvo que abandonar la enseñanza de los Clásicos en Rollins College en Winter Park, Florida, en medio de serias controversias con las directivas de la institución por diferencias ideológicas y de estilo de enseñanza. 

“Black Mountain College fue un caldo de cultivo para muchos de los grandes artistas modernos de los Estados Unidos durante una época en que los artistas estadounidenses eran considerados, en gran medida, menos importantes que sus homólogos europeos”. 

Rebelde por naturaleza, Rice concibió entonces la idea de fundar su propia escuela, basada en los principios de educación progresista de John Dewey y, junto con algunos de sus colegas, alquiló un edificio cerca de Asheville, Carolina del Norte y fundó Black Mountain College (BMC) en 1933.

Black Mountain College constituye un capítulo fascinante de la historia de la educación y las artes en los Estados Unidos y es el tema de la exposición Leap Before You Look: Black Mountain College 1933-1957  en el Institute of Contemporary Art en Boston que visitamos recientemente, en compañía de Victoria Charette, Coordinadora del Departamento de  Curaduría del museo:

“Black Mountain College fue un caldo de cultivo para muchos de los grandes artistas modernos de los Estados Unidos durante una época en que los artistas estadounidenses eran considerados, en gran medida, menos importantes que sus homólogos europeos”.

Hasta la Segunda Guerra Mundial, las galerías más importantes de los Estados Unidos exhibían sólo el trabajo de creadores europeos, sin tomar en cuenta a los locales. En general, se consideraba que era necesario ir a Europa para ser un verdadero artista.

“Para los fundadores de BMC, era imperativo que en los Estados Unidos  se desarrollara una estética propia que fuera claramente moderna y claramente americana, que tomara en cuenta las influencias europeas pero sin salir directamente de éstas.  Por ello crearon un espacio excepcional donde los artistas de todos los medios – pintura, tejido, escultura, cerámica,  poesía, música y danza – pudieran aprender y crear uno al lado del otro, en un ambiente experimental educativo progresista sin precedentes.  Fue a partir de Black Mountain College que muchos de los creadores estadounidenses modernos más notables se inspiraron y generaron el arte moderno típicamente americano”.

Haciendo honor a las ideas de John Dewey de “aprender haciendo” y de la igualdad sin jerarquías, Black Mountain College fue diseñada para ser, esencialmente, diferente a otras universidades de su época. Los estudiantes participaban activamente en la toma de decisiones de la institución, y podían incluso decidir en qué momento estaban listos para graduarse, aunque la mayoría nunca se graduó. No había requisitos de cursos, restricciones departamentales, títulos o calificaciones.  La escuela ofrecía, al menos inicialmente, un programa de artes liberales bastante amplio que aspiraba a poner el arte al alcance de todos, no necesariamente como una actividad profesional, sino como un medio para desbloquear el pensamiento creativo de los estudiantes en todas las áreas.


En BMC todos aprendían de todos.  El campus le pertenecía y era manejado por los docentes, quienes creían seriamente en un gobierno democrático y en la importancia de las artes en la educación.  Fundada durante la Gran Depresión, la escuela funcionó durante la  época de la Segunda Guerra Mundial, enfrentando serios problemas económicos. Para sobrevivir, profesores y estudiantes participaban por igual en un programa de trabajo, y eran responsables de sembrar y cosechar los alimentos, cortar leña, cocinar, recoger la basura, la construcción y el mantenimiento de los edificios, y un sinnúmero de otras tareas esenciales para el funcionamiento de la universidad. Esta cultura de austeridad permeaba todas las actividades, desde las clases, las producciones teatrales, la arquitectura del campus, y las fiestas durante los fines de semana. Gran parte del arte producido en Black Mountain es un reflejo de esta cultura, como las joyas que Anni Albers elaboraba con corchos de vino o ganchitos para el pelo, o los trabajos que los estudiantes realizaban con hojas de árboles con Josef Albers, o las creaciones de Ruth Asawa en alambre tejido con una técnica aprendida de los artesanos de Toluca, México.  Esta economía de medios transformó la limitación en virtud.

…aspiraba a poner el arte al alcance de todos, no necesariamente como una actividad profesional, sino como un medio para desbloquear el pensamiento creativo de los estudiantes en todas las áreas.

Los eventos que precedieron a la fundación de Black Mountain College coincidieron con la llegada de Adolf Hitler al poder, el cierre de la Bauhaus por parte de los nazis, y el comienzo de la persecución de artistas e intelectuales en el continente europeo, entre ellos los esposos Josef y Anni Albers, quienes emigraron a los Estados Unidos y llegaron a Black Mountain como profesores, sin una palabra de inglés, pero con grandes habilidades creativas y experiencia en la educación.

La música, la poesía y la danza fueron parte integral de la vida en Black Mountain y, a partir de 1948, se enseñó formalmente danza moderna. El programa estuvo a cargo de tres reconocidos intérpretes-coreógrafos: Merce Cunningham, Elizabeth Jennerjahn, y Katherine Litz. BMC fue testigo del nacimiento de la legendaria agrupación Merce Cunningham Dance Company, y de la célebre obra El Glifo (The Glyph) creada por Litz. La danza fue también fuente  de inspiración de múltiples dibujos, pinturas, esculturas y fotografías.

Los nombres de muchos reconocidos artistas están ligados a esta escuela: Peter Voulkos, Karen Karnes, Robert Motherwell, Willem y Elaine de Kooning, Robert Rauschenberg, Jacob Lawrence, John Cage, Cy Twombly, Kenneth Noland, Vera B. Williams, Ben Shahn, Franz Kline, Arthur Penn,  M.C. Richards, Francine du Plessix Gray, Charles Olson, Robert Creeley, Dorothea Rockburne, entre muchos otros.

La exposición Leap Before You Look: Black Mountain College 1933–1957,  cuyo título podría traducirse algo así como Atrévete Antes de Mirar, resalta cómo, a pesar de su breve existencia, BMC se convirtió en un punto de encuentro fundamental para muchos artistas, músicos, poetas y pensadores de diversos lugares del mundo (Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina), que llegaron a ser figuras fundamentales en cada uno de sus campos en la época de la posguerra. BMC sentó un precedente histórico importante para pensar acerca de las relaciones entre el arte, la democracia y la globalización.

a pesar de su breve existencia, BMC se convirtió en un punto de encuentro fundamental para muchos artistas, músicos, poetas y pensadores de diversos lugares del mundo

La muestra presenta más de 200 obras en diversos formatos, soportes y estilos, incluyendo monumentales tejidos abstractos y dibujos en gouache de Anni Albers, y algunos de los primeros trabajos de Josef Albers como fotógrafo de ruinas aztecas, diseñador de muebles y collages.

La exposición resalta el ideal de Black Mountain College por encontrar el encanto en lo común y la gracia en lo burdo y lo sencillo, que se puede apreciar en los delicados collages de Ruth Asawa y Trude Guermonprez; en las fotografías abstractas de Josef Breitenbach; en los locos detalles de una pintura de Ray Johnson; en las piezas de joyería diseñadas por Anni Albers y Alexander Reed;  en el registro fotográfico de los intentos de construcción del primer (e imparable) domo geodésico de Richard Buckminster Fuller en campus, y en el vídeo de Merce Cunningham interpretando Changeling en 1957.

Desde Boston, la exhibición viajará al Hammer Museum, en Los Angeles y al Wexner Center for the Arts en Columbus, Ohio.

BMC cerró en 1957 debido a la falta de fondos y a luchas de poder internas, promovidas por el contexto sociopolítico y el latente racismo del sur de los Estados Unidos que se extendió a la institución.

Black Mountain College abrazó el sueño del arte como una condición de vida más que la acumulación de posesiones.  Incluso ahora, décadas después de su cierre, se siente su poderosa influencia.

Un comentario

  1. Gracias Clarita por esta presentacion tan estimulante sobre Black Mountain College, el legado que contruyo desafortunadamente -por su cierre- trunca procesos que hoy requerimos y nos son tan necesarios!

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