De Park en Park, Talleres Abiertos

Se presentaron en el edificio del Central Park de Barracas, característico por su fachada llena de colores diseñada por Pérez Celis: “Para la realización de la obra del Central Park, me deje conducir solo por el sentimiento del color. Los temores y prejuicios se borraron de la mente y la fuerza del color predomina con su poderosa energía”.

Los artistas que abrieron sus estudios son los que tienen sus talleres en este edificio: Amalia Bonholzer, Ana Candioti, Daniel Corvino, Eugenio Cuttica, Hernan Dompe, Eduardo Hoffmann, Juan Lecuona, Milo Lockett, Jorge Roiger, Horacio Sánchez Fantino, Marino Santa María, y Mónica Van Asperen.

Luis Felipe Noé presentó tres obras, en el salón principal junto a dos grandes obras del maestro Pérez Celis, que se exhiben en su homenaje.

Los artistas invitados fueron Karina El Azem, Cecilia Ivanchevich, Marcelo Mortarotti, Sara Stewart, y Paula Toto Blake.

El Centro Metropolitano del Diseño participó con tres propuestas: Proyecto T, que es indumentaria con diseños inspirados en la obra de Clorindo Testa , Cartón Lleno con objetos hechos con dicho material y la venta de remeras a beneficio de CONIN (Cooperadora para la nutrición infantil).

Como en la primera edición, que se realizó en Mayo del 2011, se esperaba recaudar fondos para la parroquia Guarupé, de la Villa 21 de Barracas.

En la planta baja, hubo seis instalaciones de Eduardo Hoffmann, Eugenio Cuttica, Milo Lockett, Marino Santa María, Ana Candiotti y Horacio Sánchez Fantino, como comienzo de esta recorrida que permitía ingresar a la intimidad del artista y que se denominó “Talleres abiertos de par en Park”.

Central Park es un complejo dirigido por Gustavo Fernández, suerte de mecenas que facilita el espacio a estos artistas para trabajar en sus instalaciones.

El Central Park de Barracas abarca dos manzanas, son varios edificios alrededor de un patio central, donde antiguamente funcionaba la imprenta Fabril Financiera que fue reciclada por Bernardo Fernández. Actualmente allí funcionan los estudios de los mencionados artistas, junto con más de 120 empresas y el Museo de la balanza, donde se exhibe una colección de más de dos mil balanzas de todo el mundo y de todas las épocas, colección con la que comenzó Bernardo Fernández.

La idea de talleres abiertos nace de sus dueños, los empresarios Gustavo y Bernardo Fernández. Se realiza cada dos años abriendo al público los estudios de los artistas que tenemos nuestros estudios en ese edificio ubicado entre las calles California, Herrera, Iriarte, y Vieytes, en pleno Centro Metropolitano del Diseño.

La primera edición de De Park en Park, fue en Mayo del 2011, con un éxito increíble, en esta oportunidad fue solo un día, en realidad una noche, con una concurrencia de más de dos mil personas. No deja de maravillarme la capacidad de convocatoria y en ocasión de esta segunda edición, se hizo por dos días: la noche de inauguración con invitación especial y el día siguiente de 11am a 21 hs, con entrada libre. Hubo también una concurrencia similar, quizás más aún, que la primera edición. Fue un trabajo increíble y de gran prolijidad organizativa.

En esta segunda ocasión además de los estudios abiertos se convocó a los artistas del complejo a presentar una instalación cada uno, ocupando los espacios de la planta baja, alrededor del patio central.

La Dirección estuvo a cargo de Gustavo Fernández, la producción responsabilidad de Amalia Achaval, y Florencia Solanas Pacheco, la coordinación y montaje artístico Paula Mikulan, Prensa María de Vedia, del catálogo se ocupó Publiway y Mercedez Torralba y la galería de arte Isabel de Anchorena colaboró con la venta de obras.

El Banco Galicia, Trapiche Argentina, Cervezas Amstel, Metrotel, y Café Cabrales, fueron quienes apoyaron el evento. Ellos cuentan con nuestro agradecimiento. También el CMD, Laura Salles, el Central Park, Marcelo Beldi (coordinador general), la arquitecta Emilce Arguello, el personal de mantenimiento, de recepción, de seguridad y el catering del restaurante El Bistró. Todos demostraron una eficiencia y capacidad de trabajo fuera de lo común, crearon una dinámica laboral destacada durante más de un mes, que culmino en un éxito sorprendente.

También hay un agradecimiento muy especial para los artistas, que además de mostrar calidad y profesionalismo en su producción artística, ofrecieron una calidad humana y una estética coherente con el lugar y la gente que lo habita.